
Ha pasado muchísimo tiempo desde entonces, pero los fans de Shakira no logran borrar de su mente los recuerdos de sus primeras visitas al Perú, allá por 1996. Eran otros tiempos en el país, y Shakira también era muy distinta, muy diferente al huracán rubio al que luego aprendimos a aceptar. Mucho antes de las giras multitudinarias, los grandes espectáculos en los Grammy o el Super Bowl, y su estatus de ícono global, Shakira llegó al Perú como una promesa del pop latino. Su cabello negro en cascada, sus ojos de rasgos árabes y su manera de cantar, cercana al yodel —con dramáticos saltos de tono que evocaban un lamento, muy en boga entre las cantantes de los noventa— habían cautivado a buena parte del público limeño, atento al ascenso de la nueva sensación del norte del continente. Faltaba la prueba de fuego: escucharla en vivo. Esa experiencia, para muchos de sus fans, fue una revelación.
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Mucha gente habla todavía del memorable show que dio Shakira en el Gran Estelar de la Feria del Hogar en 1996, pero esa no sería sus primera tocada en el Perú a decir de Gustavo Mayaute, presidente de la Asociación Pies Descalzos, el club de fans más antiguo que tiene la cantante en nuestro país, con más de 200 miembros activos desde 2011 y decenas de miles de seguidores. “Mucho antes del estelar, en 1995, Shakira se presentó por primera vez en el auditorio de la Feria del Hogar, que era más pequeño. Lo sé porque yo estuve ahí, acompañando a mi sobrino que quería ver un espectáculo de Yola Polastri. Estábamos esperando a Yola y apareció esta cantante, con su pelo largo y un faldón negro, apuradita, subió por el costado y cantó “Estoy aquí” y otras dos canciones. Esa vez me marcó para siempre. No había escuchado una voz como la suya. De ahí, supimos que hizo un show paralelo en La Estación de Barranco”, señala.

Shakira Isabel Mebarak Ripoll, nacida en Barranquilla en 1977, llevaba bastante tiempo bregando por un lugar en la industria por esa época. Cuando entró al país con el disco “Pies descalzos”, parecía una recién llegada, pero estaba en la música desde niña y tenía un contrato con una disquera desde los 14 años. Había publicado dos discos con canciones escritas por ella, que no tuvieron éxito ni siquiera en su país natal. Hizo sus primeros intentos en la televisión, pero tanto ella como el público se dieron cuenta de que aquello no era lo suyo. Ante el estancamiento de su carrera, decidió tomarse un tiempo y terminar sus estudios. Hasta que llegó el productor Luis Fernando Ochoa, con quien logró grabar y colocar hit tras hit en las radios de Latinoamérica. El reinado de Shakira, la cantante y compositora, por fin comenzaba.
En agosto de 1996, Shakira ofreció dos conciertos en el Gran Estelar de la Feria del Hogar, de manera triunfal, ante más de 20 mil personas que la conocían por la radio y por sus presentaciones en programas cómicos y de concurso como “Risas de América” o “De 2 a 4″. El público ya se sabía sus canciones y quería corearlas con ella. “Ella, vestida de negro, no dejó de sonreír y se aprendió de memoria el ‘Chim... pum... Callao’, que fue coreado al son de las tarolas”, escribió la periodista Milagros Leiva en su crónica del show, publicada en El Comercio al día siguiente. En su relato, los temas “Estoy aquí” y “¿Dónde estás, corazón?” fueron los más pedidos por el público, que “no dejó de ovacionarla y la obligó a volver por segunda vez al escenario”.

UN PAN CON POLLO PARA SHAKIRA
En una de esas primeras visitas de la barranquillera al Perú ocurrió un hecho que no tendría nada de inusual, de no ser porque se trata de esas historias que humanizan a nuestros ídolos. Lo recuerda el actor y comediante Ernesto Pimentel, mejor conocido por su personaje de “La Chola Chabuca”: “Me acuerdo que Shakira vino e hizo su chamba para varios medios. Hizo mucho trabajo de piso: estuvo en ‘Risas de América’, pero me dio un ‘en vivo’ a La Chola. Y había tanto público que tuvimos que grabar en otro estudio, e igual se llenó. Hicimos un especial de Shakira”.


La experiencia fue tan linda que la disquera invitó a Ernesto a una rueda de prensa en un lugar llamado El Dragón Rojo, a cuadra y media del parque Kennedy. Shakira estaba acompañada por su mamá en esa visita. “Y estábamos ahí con ella, riendo y conversando, cuando me comenta que tiene hambre. Y yo me acordé de que justo cruzando el parque Kennedy vendían sándwiches, hamburguesas, pan con pollo”. Fue una pequeña aventura sortear a la disquera y a los fans. Salieron por una callecita, bajaron unas escaleras y, con la tranquilidad de que era tarde, Shakira se comió su pan con pollo. “Comimos el sándwich a escondidas. Así la conocí: genuina, natural, divertida, merece - dora de todo el éxito que sigue cosechando”.
La buena estrella de Shakira la llevó, en los años siguientes, a realizar un exitoso ‘crossover’ al mercado angloparlante, lo que le trajo una legión de nuevos admiradores. Regresó a nuestro país en los años 2000 (Tour Anfibio), 2003 (Tour de la Mangos - ta) y 2006 (Tour Fijación Oral). Su última presentación en el Perú data del lejano 2011, cuando, en el estadio San Marcos, hizo bailar al público con éxitos entonces recientes como “Loca” y “Waka waka”. Una de las personas que estuvo ahí y tuvo la oportunidad de subirse al escenario a bailar con la estrella fue la imitadora Ivesha Arredondo. Su pasión por Shakira la había llevado a aprender danza árabe en academias. “Ahí me di cuenta de que podía hacer algo más con mi afición por ella, que podía ayudarme económicamente siendo doble de Shakira”, recuerda.

En 2011, la empresa Terra organizó un concurso para subirse al escenario a bailar con Shakira, e Ivesha no se achicó. “Gané y me acuerdo de que fui vestida como ella, algo que hoy muchas chicas hacen, pero en esa época no. Cuando subí, Shakira se quedó mirando, como diciendo ‘oh, por Dios’, porque yo ya estaba rubia y todo eso, y somos de la misma altura”, cuenta.

La Shakira que llega a nuestro país en 2025 lo hace en un momento espectacular de su carrera. Tras su mediática ruptura con el futbolista Gerard Piqué, supo transformar esa experiencia en música y regresó con fuerza a la cima de los ránkings globales gracias a su explosiva sesión con el joven productor argentino Bizarrap. Su éxito no se ha detenido desde entonces: acaba de ser homenajeada en los Grammy, consolidando su estatus como una de las artistas latinas más influyentes de la historia. Un regreso más triunfal resulta difícil de imaginar.
Discografía sugerida
PIES DESCALZOS (1995)
Con su tercer álbum, Shakira consiguó definir un estilo de pop-rock y toques de reggae, letras introspectivas y melodías pegajosas que funcionaron muy bien en el mercado latino que la veía como un viento fresco. Canciones como “Estoy aquí” y “Antología” la convirtieron en un fenómeno en Latinoamérica. Muy pronto, tendríamos más noticias de ella.

DÓNDE ESTÁN LOS LADRONES? (1998)
En su etapa de consoli - dación, Shakira insistió en el pop guitarrero en temas como “Inevitable” o los aires ran - cheros del tema título. El disco es célebre por incluir la canción “Ojos así”, en la que buscaba tributar a sus raíces árabes.

LAUNDRY SERVICE (2001)
Su primer gran ‘crossover’ al merca - do angloparlante. Con un sonido más rockero y bailable, canciones como “Whenever, Wherever” y “Underneath Your Clothes” la consolidaron en el gran mercado angloparlante. Aunque recibió críticas por alejarse de sus raíces latinas y por su pronunciación del inglés.

FIJACIÓN ORAL VOL. 1 (2005)
Un regreso a sus raíces hispanohablantes, este disco combinó elegancia y experimentación. “La tortura”, con Alejandro Sanz, se convirtió en un himno, y temas como “No” y “Día de enero” demostraron versatilidad. Ganó el Grammy al mejor álbum latino pop.

LAS MUJERES YA NO LLORAN (2024)
Su más reciente producción es un trabajo marcado por la experimentación con los inevitables toques urbanos. Inspirado en su ruptura con Gerard Piqué, incluye éxitos como “Bzrp Music Sessions, Vol. 53″, “Acróstico” y “TQG”, con Karol G, entre otros.
