La casa-taller de Patty Coloma es uno de los espacios barranquinos donde la cerámica es reina. Desde hace cuatro años, Coloma abrió las puertas de Arena y Piedra donde ha conseguido formar una comunidad con más que alumnos: los suyos son amigos apasionados con ganas de aprender y celebrar: “Aquí todos comparten vida, arte y música alrededor de una mesa central que tiene como protagonistas a la arcilla y las personalidades de esta linda comunidad.
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El objetivo lo pone cada alumno, muchos vienen porque quieren una pieza específica para su casa, otros buscan un momento de desconexión y relajo, terapia física o emocional, y algunos para conocer nuevos amigos, pasarla bien y reírse”, afirma la ceramista.
Dentro de su oferta de clases están las Ceramic Sessions donde se busca crear con un grupo de amigos, familia o compañeros del trabajo un espacio con vinos y tablas de quesos para compartir y divertirse. También tiene sus clases regulares de cerámica y un Master Workshop con temas más específicos sobre escultura y pintado. “Algunos que vienen a hacer terapia, a mejorar su motricidad fina o simplemente a tomarse un café y tener un relajo. Los objetivos y expectativas son miles. El ‘boom’ que hay hoy en día con la cerámica y los diferentes talleres en Lima es porque existe una oferta para cada persona”, finaliza Coloma.
También en Barranco nos encontramos con las mejores amigas desde el colegio, Daniela González Carrillo y Pamela Cruz Barón, quienes crearon desde 2022 la mejor excusa para encontrarse y conversar en su espacio Fuera del Taller. Buscaron un pasatiempo que pudieran llevar juntas y lo encontraron en la cerámica. “En 2022 la cerámica se puso de moda y nos reuníamos en casa de Pamela con amigas para crear piezas de cerámica, pedíamos un vino, una pizza y se pasaba la hora rápidamente”, recuerda Daniela.
Así se dieron cuenta de que el plan de una tarde podían replicarlo en nuevos lugares y crear experiencias con cerámica para más personas. Actualmente, sus grupos de alumnas y alumnos se reúnen en Acantilado de Barranco, ubicado en la ermita con vista al mar donde disfrutan —además de la vista— de cócteles y piqueos. También organizan ‘brunchs’ y sesiones con café y vino, lo que llama la atención también del público extranjero. “La gente viene sin experiencia previa a divertirse y pueden tener cualquier carrera. Muchos recuerdan cuando eran niños y reconectan con estas actividades manuales, pues hacer cerámica es trabajar con todos los sentidos”, recalca Daniela quien es artista plástica de profesión.
Otro espacio en Lima con mucha afluencia es el de Coralí Lecca, bautizado como Coraceramics. “Está orientado a expandir el amor por la cerámica, la cual te puede dar concentración y relajación”, nos cuenta la ceramista. Ella aprendió este arte de su madre y quiso imitar su legado. Además de sus talleres regulares de cerámica ofrece al menos cuatro experiencias muy populares entre quienes disfrutan de un café o un vino mientras aprenden a moldear su pieza de arte: Crea tu Taza, Pinch Date, Glaze & Fire y Coffee Lover Class.
Coralí comenta que un 96% de las inscritas en sus talleres son mujeres en busca de planes originales entre amigas. También se han organizado cumpleaños, despedidas de soltera, baby showers o solo se reúnen para divertirse. “Mucha gente pone frases motivadoras, los nombres de sus mascotas o hijos, o fechas representativas. Es bonito poder plasmar alguna inscripción en este objeto creado por ti mismo y que verás todos los días”, reflexiona Coralí.
Piezas únicas y buenos recuerdos se crean con la mejor compañía. Pocos planes como este para salir de la rutina. //