Condiciones hídricas extremas como sequías o inundaciones serán más frecuentes con el aceleramiento del cambio climático.
Condiciones hídricas extremas como sequías o inundaciones serán más frecuentes con el aceleramiento del cambio climático.
/ MICHAEL DANTAS
Agencia AFP

Las sequías y crecidas extremas que se producen actualmente en varias partes del mundo son un “indicador” de las evoluciones futuras, con un ciclo del agua más irregular debido al , advirtió la ONU el lunes.

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Un informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una agencia de la ONU, pone de relieve la creciente escasez y estrés que afecta a los recursos hídricos globales.

“Los recursos hídricos son un indicador de peligro del cambio climático”, declaró Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, en un comunicado.

Recibimos señales de alerta en forma de precipitaciones, crecidas y sequías cada vez más extremas que se cobran numerosas vidas y perjudican gravemente a los ecosistemas y las economías”, añadió.

El año 2023 fue el más cálido en los registros, las elevadas temperaturas y las débiles precipitaciones contribuyeron a prolongar las sequías.

América Central, Argentina, Uruguay, Perú y Brasil, así como el sur de Estados Unidos se vieron afectados por una sequía generalizada que condujo a una pérdida del 3% del producto interno bruto en Argentina y a los niveles de agua más bajos observados hasta la fecha en el Amazonas y en el lago Titicaca, apunta el informe.

No obstante, también se produjeron numerosas crecidas a nivel mundial. Los fenómenos hidrológicos extremos se vieron influidos por condiciones climáticas naturales -la transición de La Niña a El Niño a mediados de 2023-, así como por el cambio climático inducido por los humanos, señala la OMM.

“A raíz del aumento de las temperaturas, el ciclo hidrológico se ha acelerado. También se ha vuelto más irregular e impredecible, y nos enfrentamos a problemas crecientes de exceso o escasez de agua”, explicó Saulo.

Actualmente, 3.600 millones de personas carecen de acceso suficiente al agua, por lo menos, durante un mes al año, cifra que previsiblemente aumentará hasta superar los 5.000 millones de aquí a 2050, según datos de ONU.

“Este informe pretende contribuir a mejorar el monitoreo, el intercambio de datos, la colaboración transfronteriza y las evaluaciones”, declaró Saulo, según la cual es “una necesidad urgente”.

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