Hace poco más de 60 años, el médico británico Richard Doll (1912-2005) cambió todo lo que se creía hasta ese entonces sobre el hábito de fumar.
Doll fue el primero que sugirió que había una relación entre el tabaco y el cáncer de pulmón.
El científico, junto a colegas del Consejo Médico de Investigación de Reino Unido (MRC), publicó un estudio en 1954 en el que por primera vez se afirmaba que había una conexión entre fumar y la enfermedad.
Y ese resultado cambió las mentes y vidas de millones de personas en todo el mundo.
En el Día Mundial sin Tabaco, que se celebra este 31 de mayo, te contamos quién fue Richard Doll y por qué fue un hombre controvertido.
William Richard Shaboe Doll nació en Londres en 1912 y era hijo de un médico clínico.
Se decidió a estudiar medicina después de, por problemas con el alcohol, haber fallado un examen para convertirse en matemático. Se graduó en 1937, antes de servir en la II Guerra Mundial.
Cuando terminó la guerra, ya con 41 años, publicó los resultados de la investigación del MRC que tenía como objetivo averiguar por qué tantas personas estaban muriendo de cáncer de pulmón en ese momento.
"La mortalidad por cáncer de pulmón aumentaba cada año en las primeras décadas del siglo pasado", dijo Doll en una entrevista con la BBC en 2001.
"Nadie le prestó atención a estas altas tasas de mortalidad durante la guerra. Pero en los años que siguieron, comenzaron a preocuparse", añadió.
En la actualidad, pocas personas cuestionan que fumar causa cáncer. Pero en la Inglaterra de la posguerra la historia era muy diferente.
Algunos científicos habían sugerido que el aumento de las tasas de cáncer de pulmón podría deberse al hábito de fumar, pero las pruebas en animales parecían descartar la relación.
Entonces muchos investigadores, incluido Doll y Austin Bradford Hill comenzaron a investigar otras posibles causas sospechosas.
Doll afirmó que llegó a pensar que la causa podía estar en la construcción de carreteras.
"Sabíamos que había componentes cancerígenos en el alquitrán", dijo Doll.
Como parte de la investigación, el grupo de científicos entrevistó a 700 pacientes con cáncer de pulmón para tratar de identificar un posible vínculo.
"Les hicimos todas las preguntas que se nos ocurrieron", aseguró. "Y no pasó mucho tiempo para que quedara claro que fumar cigarrillos podía ser el culpable".
El mismo Doll reconoció a la BBC que dejó de fumar tras 18 años cuando se dio cuenta del peligro, aunque le llevó años convencer a su esposa de que abandonara también.
Los hallazgos del estudio se publicaron en 1951, pero no fue hasta que se conoció el documento final de 1954 que las personas comenzaron a tomar nota.
"Nadie nos creyó", contó Doll. "Pensaron que debía haber otras explicaciones".
Pero este estudio se convirtió en la base para todas las demás investigaciones sobre el impacto de fumar cigarrillos en la salud y de alguna manera ayudó a salvar millones de vidas.
El trabajo de Doll fue reconocido en todo el mundo y recibió más de diez títulos honorarios de diferentes universidades.
El científico ganó innumerables premios, incluido el Premio de Naciones Unidas para la Investigación del Cáncer en 1962 y la medalla de oro de la Sociedad Europea del Cáncer en 2000.
Y también fue nombrado caballero por la reina Isabel II en 1971.
Pero entre sus pares, Doll es conocido por mucho más que por su investigación de 1954.
En más de cinco décadas, el médico publicó cientos de artículos sobre diversos temas que van desde anticonceptivos orales, las úlceras pépticas y líneas de energía eléctrica.
Doll demostró que toda la radiación es potencialmente dañina (algo que no siempre se pensó que fuera así) y que la aspirina puede proteger contra las enfermedades del corazón.
También descubrió evidencia que sugiere que el consumo de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de mama y que las líneas eléctricas no causan cáncer.
En marzo de 2004, poco antes de morir, participó de la ceremonia de inauguración de un edificio en la Universidad de Oxford que lleva su nombre y que se dedica a investigaciones sobre cáncer.
Los hallazgos de Doll no fueron los únicos que provocaron controversia en la sociedad. Sus polémicas declaraciones a veces no eran bien recibidas.
Provocó un gran revuelo en 1973, a los 60 años, al decir que las personas mayores de 65 años deberían estar preparadas para aceptar la muerte y no pensar en formas de preservar sus vidas durante algunos meses.
Afirmó que no deben esperar que se gaste tiempo y dinero del Servicio Nacional de Salud en la investigación para prolongar la vida.
También, en 2001, el médico hizo enojar a los grupos activistas antitabaco después de minimizar los riesgos en aquellos que inhalan el humo de cigarrillos que otros fuman.
En una entrevista en un programa de BBC Radio 4, ese mismo año, Doll dijo: "Los efectos de otras personas fumando en mi presencia son tan pequeños que no me preocupan".
Richardo Doll murió en 2005 a los 92 años, después de una corta enfermedad, informó la Universidad de Oxford.
Y tras su muerte, nuevas polémicas surgieron en torno a su persona.
En 2006, se conoció que recibió dinero como asesor de la firma estadounidense Monsanto durante más de 20 años.
Durante ese tiempo, investigó las potenciales causas de cáncer del poderoso herbicida Agente Naranja, fabricado por la compañía.
Sin embargo, un excolega de Doll, el profesor Richard Peto, le aseguró a la BBC en ese momento que el médico donó el dinero que le pagaron a organizaciones de caridad y que no había reglas para las consultorías de este tipo en ese entonces.
La BBC tuvo acceso a cartas privadas que muestran que Doll recibió una tarifa de consultoría de US$1.500 por día de parte de Monsanto a mediados de los 80.
Durante ese período, el investigador escribió que no había evidencia de que el Agente Naranja, famoso porque Estados Unidos lo usó durante la Guerra de Vietnam, causara cáncer.
Otros documentos obtenidos por el diario The Guardian muestran que supuestamente Doll también recibió un pago por parte de la Asociación de Fabricantes de Productos Químicos de Reino Unido y de compañías químicas Dow Chemicals e ICI por una revisión del cloruro de vinilo (PVC) que eliminaba en gran medida cualquier vínculo con el cáncer.
Según el diario, este este resultado contradice la posición de la Organización Mundial de la Salud.
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