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Redacción EC

Es el más antiguo, el ser vivo de quien todos provenimos. Se trata de LUCA, el Último Antepasado Común, que vivió hace miles de millones de años.

Los científicos han pasado décadas tratando de encontrarlo para conocer cómo era, pero parece que los biólogos que estudian el origen de la vida estuvieron buscando en el lugar equivocado.



Un nuevo estudio publicado en la revista  señala que LUCA prefería vivir en ambientes con una temperatura moderada y no en altas temperaturas, como se creía hasta ahora.

Lo que se conoce es que LUCA apareció en la Tierra hace unos 3.900 millones de años, unos 600 millones de años luego de la formación de la Tierra. Luego LUCA se dividió en dos grandes grupos: las bacterias y arqueas.

Así durante millones de años estos organismos mutaron hasta que aparecieron los primeros organismos pluricelulares, que podían realizar procesos químicos más especializados. Las formas de vida más antiguas halladas en la Tierra tienen una antigüedad aproximada de 3.760 millones de años.

Ahora, los científicos del Instituto Pasteur, de París, afirman que el estudio sobre LUCA se basó sobre el rastreo erróneo de un gen clave que indicaba que el ancestro común prefería vivir en lugares de entre 50 y 100 ºC, como los actuales termófilos e hipertermófilos. 

Los investigadores analizaron un grupo de genes y hallaron un tipo que solo comparten los hipertermófilos, el gen de girasa inversa. Luego crearon un árbol genealógico para rastrear al antepasado.

El estudio concluye que este gen que les permite vivir en condiciones extremas de calor fue un "gen adquirido" y no uno "original". Es decir, se desarrolló con el tiempo, para adaptarse a estas temperaturas, lo que indica que nuestro antepasado común más antiguo vivía en ambientes menos calientes.

Ahora los expertos deben replicar estos resultados y, luego, poner sus esfuerzos en buscar al Último Antepasado Común en el lugar indicado.

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