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Los motivos para perforarte la lengua e introducirte un piercing son muy diversos. No se puede negar que es una moda muy popular en los países occidentales, pero también es la forma en las que muchas personas se identifican.
Aunque el procedimiento puede considerarse sencillo, debe estar sometido a estándares de higiene y técnicas adecuadas, ya que un pequeño error puede afectar la salud del cliente.
Sin embargo, no todos pueden usar un piercing. Personas que padecen de alergias deben siempre consultar previamente a un especialista. Además, aquellos que sufren de hemofilia, problemas en la coagulación que provoca una alta posibilidad de sangrado, corren el riesgo que pequeñas heridas provocadas en el procedimiento no se cicatricen correctamente.
Según un estudio realizado por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (España), citado por el portal ABC, el 72% de las personas que tienen piercings en la lengua han presentado complicaciones posteriores al procedimiento, como: dolor constante, inflamación, sangrado, alteración del gusto e incluso alergia.
Pero eso no se queda ahí. Aún existen otros graves riesgos a los que te expone la perforación a la lengua. Te dejamos 10 problemas que puede provocarte. Favorece la aparición de placa dental o sarro. Puede provocar exceso de saliva y problemas al masticar. Inflamación y/o sangrado en la zona donde se colocó el piercing. Aumenta el porcentaje de presentar deformaciones en la lengua, alergias y úlceras. El choque de los dientes con el piercing puede fracturarlos. Daña el esmalte y las encías. Si el piercing no permite una limpieza dental adecuada puede generar mal aliento o acumulación de bacterias. Uno puede llegar a ingerirlo de forma accidental si es que el piercing se suelta. Modifica tu sentido del gusto. Riesgo de cáncer oral.