Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. En el 2015 representaron el 31% de todos los fallecimientos registrados, según la Organización Mundial de la Salud. ¿Pero sabía que muchos de estos cuadros son desencadenados por una sola condición? La hipertensión arterial o presión alta. Conocida como el asesino silencioso, esta enfermedad daña lenta y gradualmente varios órganos del cuerpo. En el marco del Día Mundial del Corazón, analicemos los puntos claves para comprenderla.
1. Es el detonante de graves condiciones de salud
La hipertensión es cuando la sangre ejerce sobre las paredes de las arterias un nivel de fuerza por encima de lo habitual. Tener 140 de tensión máxima o sistólica, y 90 de mínima o diastólica ya es presión alta. Cuanto más elevada esté, mayor es el daño que va sufriendo progresivamente el corazón y los vasos sanguíneos de órganos principales, como el cerebro y los riñones, incluso las retinas. Esto puede ser causante de infartos, arritmias, accidentes cerebrovasculares, deficiencia renal y ceguera.
2. En su mayoría, es la combinación de muchos factores
De acuerdo con Victoria Armas, cardióloga y miembro del Comité Ejecutivo Nacional del Colegio Médico del Perú, existen dos tipos de hipertensión: primaria y secundaria. La primera se da en aproximadamente el 95% de los afectados y es la combinación de muchos factores, como la genética o elementos ambientales (sedentarismo, sobrepeso y obesidad, estrés, tabaco y alcohol, dieta alta en sodio). El 5% restante tiene causas definidas; es decir, alteraciones que si el médico soluciona curará la hipertensión. Por ejemplo, la coartación de la aorta –defecto cardíaco congénito– puede provocar una presión alta curable.
3. Es un enemigo que avanza sin que uno se percate
El 80% de los pacientes con hipertensión no presentan ningún síntoma o molestia. “La población espera que le duela algo para recién pensar que tiene hipertensión, pero no es así”, explica Percy Robles, cardiólogo de la clínica Ricardo Palma. Por lo tanto, de forma abrupta, súbita, en algún momento el paciente va a presentar insuficiencia renal o infartos. Robles recomienda que a partir de los 35 años uno empiece a medirse la presión anualmente. Aunque advierte que debido a los actuales estilos de vida, es cada vez más frecuente ver cuadros de presión alta en adultos jóvenes de 25 años a más.
4. El tratamiento debe ser seguido al pie de la letra
La hipertensión primaria no tiene cura. Los pacientes deben tomar una medicación para toda la vida. Pero ambos médicos advierten que no basta con solo comprar el fármaco y consumirlo. Se recomienda ir cada dos o tres meses al especialista para mantener un control de la enfermedad, ya que se pueden sumar más medicamentos o cambiar los ya recetados y sus dosis. Hay que resaltar que si uno toma sus medicamentos, se chequea regularmente y mantiene hábitos saludables, puede desarrollar su vida sin inconvenientes.
-Para tener en cuenta-
A. De acuerdo con el doctor Robles, en personas con factores de riesgo (antecedentes familiares o infartos previos) se considera que tienen hipertensión cuando presentan 130 de máxima y 80 de mínima.
B. La prevalencia de hipertensión en la población adulta peruana es del 25%-30%, con una mayor cantidad de casos en la costa, detalla la doctora Armas.
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