El amor de Karina por los animales no nació en Silicon Valley, sino en Mala, ciudad peruana en la que se crió y creció junto a su familia. Tenía 8 años cuando conoció a Chiquivaca, una perrita que vivía en su calle. Inmediatamente, las dos hicieron clic y se convirtieron en grandes amigas.
Cada mañana, Chiquivaca la acompañaba al colegio y en la noche dormía en su puerta. La rutina se repetía cada día sin falta, hasta que una tarde Karina no volvió a encontrar a su perrita. Aparentemente, trabajadores municipales la envenenaron para controlar la sobrepoblación de animales callejeros.
Desde ese día, la ingeniera tuvo claro que, en algún momento, honraría el nombre de su amiga.
Stray Animal Project
Hace unos años, Karina recibió un mensaje de su mamá, en donde le contaba que un perrito de la cuadra había sido abandonado en una casa cerrada y no paraba de llorar. En ese momento, lejos del Perú, no se le ocurrió mejor idea que escribir en Dooglers, un grupo interno formado por trabajadores de Google que aman a los perros.
“¿Por qué no creas un GoFundMe?”, le aconsejó uno de los integrantes del grupo. Ese fue el punto de partida. Karina no solo logró recolectar 3000 dólares en la plataforma y rescatar al perro de la casa en la que se encontraba, sino también logró llevarlo a los Estados Unidos, en donde un trabajador de Google lo adoptó.
“Ese rescate me dejó pensando en lo mucho que cuesta salvar a un solo perro, además del tiempo y esfuerzo que se requiere. Ahí empecé a preguntarme si existía una forma más eficiente de erradicar el maltrato animal”, revela Karina.
Tras varias conversaciones con expertos en el tema y un año de pruebas, decidió fundar Stray Animal Project, una organización que busca esterilizar a perros y gatos en situación de abandono. “Es una ONG que, de alguna forma, ha nacido gracias al apoyo de mis colegas amantes de los animales en Google”, agrega su fundadora.
El propósito de la ONG es recaudar fondos en el extranjero, principalmente en los Estados Unidos, que puedan contribuir directamente con el Perú. “10 dólares en Estados Unidos pueden representar un café y una donut, pero en el Perú tienen un valor más grande que se puede materializar en ayudar a un animal”, añade Karina. Hasta el momento, han recibido también colaboraciones de Reino Unido, Singapur, Suiza, entre otros países.
Ayuda que cruza fronteras
Desde hace 6 años, Karina vive en los Estados Unidos, en donde trabaja como Líder Global de un equipo de Creator Marketing de YouTube (área de Google). Gracias a su desempeño, no solo ha dejado el nombre del país en alto, sino también ha podido conectarse con personas que comparten sus sueños.
Así conoció a Jessie Hochhalter y Amanda McNary, estadounidenses y compañeras del gigante de tecnología que hoy trabajan junto a ella en Stray Animal Project. También se han unido tres peruanas a la ONG: Tanai Torres, Esmeralda Tena y Fabiola Gorbina que comparten la pasión por ayudar a los animalitos de su país.
Vivir en Estados Unidos también le ha permitido entender que el Perú aún necesita educarse más en relación a temas como tenencia y cuidado responsable de mascotas. “Aquí hay más dueños responsables: la mayoría de mascotas tiene microchips de identificación e, incluso, hay seguros de salud para animales”, explica.
Justamente, uno de los propósitos de su ONG es difundir información que eduque a las personas en relación al cuidado de las mascotas, una de las razones por las que hoy Stray Animal Project trabaja junto a WUF.
“Tenemos dos pilares: esterilización y educación. Estoy convencida de que, si no atacas el problema de las dos formas, nunca vas a resolverlo. Felizmente, WUF entiende nuestra visión y comparte nuestros objetivos”, aclara. Gracias a esta alianza, 646 animales (perros y gatos) han sido esterilizados durante el 2020. Una cifra que busca ampliarse aún más este año.
Hace unos días, Stray Animal Project cumplió 1 año desde su fundación y no solo lo celebraron con la satisfacción de haber podido esterilizar a 1600 animales hasta la fecha, sino también con un norte claro: esterilizar 5000 animales este 2021. Con el apoyo de sus voluntarios, las ganas de los trabajadores y la experiencia de Karina, es muy probable que lo logren.
“Los animales son seres que sienten y los que están en la calle tienen muchas necesidades. Muchos no la pasan bien. Si está en sus manos darles agua, darles de comer o defenderlos, ya es bastante. Ellos no tienen voz y están en nosotros darles una mejor calidad de vida”, puntualiza.
Si quieres conocer más sobre el trabajo de WUF, ingresa aquí. Recuerda que, apadrinando a través de Club WUF, puedes hacer una gran diferencia en la vida de cientos de perros en situación de abandono. ¿Estás en el extranjero y también quieres ayudar? Descubre cómo hacerlo en strayanimalproject.org.