El pasado mes de octubre, Cookie cumplió 7 años, su primer cumpleaños en compañía de su nueva familia.
El pasado mes de octubre, Cookie cumplió 7 años, su primer cumpleaños en compañía de su nueva familia.

Los administradores de albergues lo saben: la gran mayoría de veces, un cachorro tiene más suerte de ser adoptado que un perro adulto.

Felizmente, ese no fue el caso de Cookie. Cuando Alejandra Samame (23) lo vio por primera vez en la web de , supo que iba a darle la oportunidad de tener una familia.

Según información del albergue, Cookie fue rescatado en Magdalena junto a otro perrito que también logró ser adoptado.
Según información del albergue, Cookie fue rescatado en Magdalena junto a otro perrito que también logró ser adoptado.

“Lo vi en el 2020 y recién pude adoptarlo en el 2021. Cada vez que entraba a la página web, me daba cuenta que él aún no salía en adopción y que otros cachorros sí”, recuerda.

Samame conoció a Cookie, de seis años en aquel entonces, en el albergue . “Fui con mi sobrino al albergue y no se despegó de los dos. Cuando nos fuimos, empezó a ladrar y me dijeron que él casi nunca hacía eso. Se me rompió el corazón”, dice. Por eso, inmediatamente inició los trámites de adopción para llevarlo a casa.

Una nueva oportunidad


“Cookie amó su cama desde el primer momento”, cuenta Samame. Hoy su engreído es un Wuf muy feliz.
“Cookie amó su cama desde el primer momento”, cuenta Samame. Hoy su engreído es un Wuf muy feliz.

Para Samame, la adaptación de Cookie a su nuevo hogar fue muy sencilla. “Es un perro super inteligente. Si bien al inicio quería marcar territorio, ahora rasca la puerta para avisar que quiere salir a la calle y hacer sus necesidades”, cuenta.

Lo único difícil, resalta la adoptante, fue aceptar que su Wuf también necesitaba su espacio, especialmente al ser un perrito adulto.

“Si los primeros días veía que estaba nervioso, quería abrazarlo y darle cosas… Gracias al apoyo de un entrenador, hoy entiendo que hay señales que los perros nos dan y que a veces él simplemente quiere estar solo”, agrega.

Cookie siguió una dieta muy estricta para estabilizar su salud al llegar a su nuevo hogar.
Cookie siguió una dieta muy estricta para estabilizar su salud al llegar a su nuevo hogar.

Samame también incorporó el reforzamiento positivo para que su engreído pudiera sentirse más tranquilo cerca de niños. “Poco a poco, fue acostumbrándose al movimiento de mi casa. Ahora juega con los niños y hasta les da la ‘pancita’”, añade.

En este año juntos, ella está segurísima de que tomó una gran decisión al adoptar un perro adulto, ya que su engreído se ha convertido en su compañero de aventuras. “Tenemos una conexión especial… Es como si nos hubiéramos conocido antes”, recalca.

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