Cristina y Diego junto a sus engreídas, Tokio y Luna.
Cristina y Diego junto a sus engreídas, Tokio y Luna.
María Alejandra López

Cuando Cristina Castro y Diego Guevara se mudaron juntos, lo primero que hicieron fue buscar a un perrito para que se uniera a su familia. Como ya conocían el trabajo de , ingresaron a la web para encontrar a su próximo amigo de cuatro patas.

A los pocos minutos, vieron a un perrito y decidieron ir a conocerlo al albergue en compañía de Chulls, una gatita que Cristina recogió en la calle.

Luna tuvo la suerte de encontrar a una familia llena de amor con solo 7 meses de edad. Cristina tomó esta foto el día en el que la conocieron en el albergue.
Luna tuvo la suerte de encontrar a una familia llena de amor con solo 7 meses de edad. Cristina tomó esta foto el día en el que la conocieron en el albergue.

En el albergue, se dieron cuenta que Bolt era muy grande para vivir en el departamento y preguntaron si había un perrito más pequeño en adopción. “Nos contaron que justo habían encontrado a una cachorrita en un parque y que la tenían junto a una gatita que había dado a luz. Nos pareció increíble que tuviera una buena experiencia con un gato”, cuenta

Cuando conocieron a ‘Lunita’, tuvieron claro que ella era la indicada. “Es muy coqueta y hermosa. Ese día nos recibió toda feliz y nos la llevamos”, recuerda, en el marco de su aniversario de adopción.

Un comienzo difícil

Hace 1 año, poco antes de que empezara la pandemia, Cristina y su novio adoptaron a Luna.
Hace 1 año, poco antes de que empezara la pandemia, Cristina y su novio adoptaron a Luna.

Muchas personas tienen en cuenta todos los de tener a un perro en casa, pero muy pocas conocen lo que implica educar a una mascota para que viva en armonía con su entorno. Y es que no todos los perros se acostumbran de forma inmediata a su nuevo hogar. Ese fue el caso de Luna.

“Al inicio fue muy difícil: rompía todo y se orinaba en nuestra cama. No sabíamos qué hacer, pero decidimos hablar con Andrea, jefa de ayuda de WUF, y así entendimos que existe todo un proceso de adaptación, ya que a la perrita le genera estrés acostumbrarse a su nuevo lugar”, explica Cristina.

Hay perros con más energía que otros y cada uno se integra de forma distinta a su nuevo hogar. Por eso, tener paciencia durante todo el proceso es esencial.
Hay perros con más energía que otros y cada uno se integra de forma distinta a su nuevo hogar. Por eso, tener paciencia durante todo el proceso es esencial.

Para la joven pareja no fue fácil. Cada vez que regresaban del trabajo, encontraban su departamento “patas arriba”. Pero, siguiendo el consejo de Andrea, contactaron a una entrenadora.

“Omaira fue muy buena y paciente con nosotros. Nos enseñó a hacer ejercicios para jugar con ella y enseñarle a liberar su energía. Se necesita bastante paciencia y compromiso para educar a un perro. Se trata de formar un vínculo y eso toma tiempo. Tienes que ser responsable, pero es una responsabilidad que vale la pena”, añade.

Tokio, la hermana de Luna, tiene solo 7 meses, la misma edad que Luna tenía cuando la adoptaron. Hoy ambas pasan la mayor parte del día jugando.
Tokio, la hermana de Luna, tiene solo 7 meses, la misma edad que Luna tenía cuando la adoptaron. Hoy ambas pasan la mayor parte del día jugando.

Gracias al apoyo de una entrenadora y el compromiso de Cristina y Diego, Luna ha logrado acostumbrarse con éxito a su nuevo hogar. Además, durante la pandemia, la pareja decidió adoptar a una cachorrita para que pudiera jugar con ella en casa.

“Tokio tiene 8 meses y juega todo el día con Luna. Mientras nosotros trabajamos en casa, ellas se divierten juntas y así liberan su energía. Adoptar a una perrita más ha sido una gran decisión para nuestra familia”, revela.

El tener dos perritas también ha sido todo un reto, ya que Cristina también se dedica a la música y suele grabar canciones en casa.

“Ha sido retador porque, durante la grabación de los videos, se metían a jugar o se escuchaban sus patitas en el fondo. Pero el truco ha sido no hacerles mucho caso. Solitas se cansan y calman”, dice.

Vida en cuarentena

Cristina y Diego junto a sus hijas en Año Nuevo.
Cristina y Diego junto a sus hijas en Año Nuevo.

Para la pareja, la cuarentena ha representado otro desafío. Si antes trabajaban la mayor parte del tiempo fuera de casa, hoy tienen trabajos bastante exigentes que deben realizar desde su hogar.

A pesar de eso, se dan un espacio para sacar a sus perritas a la calle y jugar con ellas. “No podemos salir como quisiéramos, pero si vemos que hay sol, las sacamos para que jueguen”.

Chulls el día en que conoció a Luna.
Chulls el día en que conoció a Luna.

Con todo y pandemia, no cambiarían el presente que tienen con sus dos perritas y su gatita.

“Realmente vale la pena adoptar: es una oportunidad única el darle un hogar a un animalito. Te sensibiliza y te hace más humano. Los animales no te hablan con palabras, pero sus acciones agradecen el tener una casa. Nosotros sabemos que fue una gran decisión”, reflexiona.

Por San Valentín, Cristina le pidió a un amigo que retratara a su familia. Ilustración: Coco Mandujano (Instagram @cocomanduca).
Por San Valentín, Cristina le pidió a un amigo que retratara a su familia. Ilustración: Coco Mandujano (Instagram @cocomanduca).

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