11-S: la historia del peruano que estuvo más de 40 minutos bajo los escombros de las Torres Gemelas y logró rescatar con vida a varios heridos
El policía peruano Piero Olcese ayudó en las labores de rescate tras los atentados de las Torres Gemelas en 2001. El escuadrón de emergencia al que pertenecía logró salvar varias vidas y recuperar centenares de cuerpos.
Era la mañana del lunes 24 de setiembre del 2001, cuando una asombrosa historia recorrió las calles del país a través de las páginas de El Comercio. Ese día, el diario decano contó la travesía que pasó Piero Olcese en los atentados de las Torres Gemelas. El peruano era parte escuadrón SWAT de la policía de Yonkers, en Nueva York. Por eso, ayudó en las labores de rescate tras el ataque terrorista.
El rescatista arriesgó su vida bajando por un forado que había entre los escombros de una de las torres. Es así como ayudó a instalar una antena telefónica. Este plan permitió rescatar a varias personas con vida. Horas antes, tres compañeros suyos habían fallecido ayudando a evacuar a la gente que se encontraba atrapada en el lugar.
Giro inesperado
Piero Olcese nació en Lima en 1959. A los 13 años de edad, tuvo que abandonar el país luego del golpe militar de Juan Velasco Alvarado. Esto debido a que era hijo del empresario Orlando Olcese, ministro de Agricultura durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry. Tras ello, las empresas de su familia fueron nacionalizadas y uno de sus hermanos fue secuestrado. Su vida daba un giro inesperado.
Es así como Piero se mudó a Guatemala. Allí terminó la secundaria. Luego, emigró a los Estados Unidos, donde se graduó como Administrador de Empresas en la Universidad de Carolina del Norte. Tiempo después, volvió a nuestro país para trabajar casi dos años en Deter Perú, una empresa asociada a Procter & Gamble. Nunca imaginó que su estancia en la tierra que lo vio nacer sería muy corta.
No fue hasta 1982, que tuvo que regresar a EE.UU. El crecimiento del terrorismo senderista hizo que recibiera amenazas de secuestro. Al igual que su padre, Piero abandonó el país para proteger a su familia. Es así como llegó a Nueva York. En esa ciudad, el peruano consiguió un puesto como analista financiero. Su deseo de ayudar al prójimo lo llevó a dejar los trajes para forjarse una carrera policial. De esta manera, se convirtió en parte del escuadrón SWAT de la policía de Yonkers.
Héroe peruano en Nueva York
Era la madrugada del 12 de setiembre del 2001, cuando quince hombres de ese equipo especializado fueron considerados en las labores de rescate de las Torres Gemelas. Para ese momento, solo habían pasado unas horas del atentado terrorista. Además, habían miles de toneladas de escombros que seguían ardiendo en el epicentro del suceso. Las señales de los celulares habían perdido fuerza. Esto hacía imposible rescatar a los sobrevivientes.
Del lugar, cientos de socorristas, bomberos y policías habían salido asustados y apresurados por lo peligroso de la zona. Por eso, se ideó un plan para que 10 hombres descendieran hasta un enorme forado que había en unas de las torres. Desde allí, tendrían que bajar hasta unas escaleras automáticas que quedaron intactas tras el derrumbe. La misión de los rescatistas era instalar una antena telefónica que permitiera ubicar las posiciones de los posibles sobrevivientes.
Del escuadrón SWAT, solo cinco integrantes eran solteros. Por eso, Piero decidió sumarse como sexto voluntario. El peruano no lo pensó dos veces; a pesar que tenía esposa y tres hijos. Es así como alistó su pesado equipo de rescate y se amarró a una cuerda de 300 metros. “Ya tengo la cuerda amarrada al cuerpo y no hay que perder tiempo”, dijo el valiente policía. Olcese sabía que era probable que sus hijos se quedaran sin padre, pero él pensaba en los otros niños que esperaban con ansías la llegada de sus padres o hermanos desaparecidos. Era la tarea correcta. Eso le hubiera gustado que hagan por él si estuviera entre los escombros.
Segundos después, el peruano descendió junto a sus compañeros por el oscuro forado que había quedado tras el derrumbe. La oscuridad era abrumante. El calor y el polvo eran insoportables. La comunicación entre los socorristas era casi imposible. Los rescatistas solo atinaban a gritar a través de sus máscaras de gas y hacerse señas para entenderse. Todos estaban pálidos del susto. Es así como lograron poner la antena y regresar a la superficie. Fueron 40 minutos de descenso hacía el infierno. El trabajo de rescate recién empezaba.
Ya en la superficie, Olcese se unió a los miles de socorristas que retiraban escombros para buscar cadáveres y evidencias. Horas después, el escuadrón SWAT de la policía de Yonkers recuperó cuatro cuerpos y rescató a dos personas con vida. Sin embargo, los silbatos de emergencia volvieron a sonar. Los restos de un edificio estaban a punto de colapsar. Los cientos de rescatistas tuvieron que salir corriendo de esa área.
Reconocimiento a su labor
Tras ello, el teniente del escuadrón indicó a sus 15 valientes rescatistas que era hora de retirarse. “Pero si recién es mediodía”, respondió Olcese. El escuadrón neoyorquino había trabajado casi 12 horas sin descanso y sin alimentos. En ese momento, el peruano recién se dio cuenta que el cansancio podía hacerle cometer errores fatales. Era la hora de descansar.
Es así como todo el grupo se subió al camión que los llevaría a casa. En el trayecto, cientos de neoyorquinos izaban banderas y les mostraban carteles de aliento. En todas las cuadras que pasaban los recibieron con aplausos, bendiciones, agua y fruta. Un enorme reconocimiento que hizo que el peruano y sus compañeros se pusieran a llorar. La emoción los superó. Cabe resaltar, que nuestro compatriota ya había participado en labores de rescate en un terremoto (Guatemala), en accidentes automovilísticos y en huracanes.
Esa noche, Olcese tuvo la suerte de regresar a su casa y abrazar a su esposa e hijos. Su familia lloró de la emoción. Horas antes, su esposa había recibido la indicación de comprar alimentos para tres o cuatro días. Los días que Piero pensaba que iba a pasar entre los escombros, sin saber si regresaría a salvo. Al día siguiente, a las 3 de la madrugada, el peruano alistó su equipo para volver a sus labores de rescate. Esa vez, solo pudo encontrar un centenar de cuerpos completos y algunas partes de restos humanos.
Esta tarea que siguió realizando con el pasar de los días, arriesgando su vida para salvar la de muchos otros. Por eso, Piero Olcese se convirtió en uno de los héroes peruanos del ataque terrorista a las Torres Gemelas.