El sorprendente asalto a un banco de Huarmey que terminó con la captura de un avezado delincuente y dos futbolistas

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Rápido atraco

Eran las 8 y 30 de la mañana del 26 de octubre de 1971, cuando cuatro delincuentes llegaron en un auto rojo hasta la agencia del Banco Internacional de Huarmey, en Ancash. Fuertemente armados y con medias en la cara, tres de los asaltantes entraron violentamente a la sucursal y amenazaron a los clientes y empleados de la entidad financiera. Uno de los ladrones encañó al administrador y lo obligó a abrir la caja fuerte. De allí sacó S/ 973,105 en efectivo. El dinero lo metió en una bolsa de azúcar.

Luego, los hampones salieron corriendo de la sucursal y se subieron al vehículo rojo donde los esperaba uno de sus cómplices. Segundos después, fugaron con rumbo desconocido. Tras el susto, los empleados del banco denunciaron el robo ante la PIP, precisando que los malhechores huyeron por el sur, tomando la Carretera Panamericana. Algunos pobladores de la zona indicaron a los investigadores que el vehículo de la fuga era un auto rojo Ford, con placa 70540-E.

Los testigos también revelaron que vieron al automóvil dirigirse hacia la vía de Huaraz. Con esas pistas, la policía de Pativilca empezó la tenaz persecución de los ladrones. Es así como tras recorrer más de 15 kilómetros de carretera, cerca de las 10 y 20 de la mañana, los investigadores lograron encontrar el auto de los asaltantes cerca de un cerro. Allí también hallaron amordazado en la maletera al propietario del vehículo, identificado como Mariano Navarro Napurí, de 27 años de edad.

El joven reveló que los delincuentes lo amenazaron de muerte y lo metieron en la parte trasera de su auto. Ahí permaneció hasta que fue abandonado durante la persecución policial. Minutos después, los detectives desplegaron decenas de patrulleros por varias zonas de Tunán y la quebrada de Julquillas, en Barranca. Los bandidos estaban escondidos muy cerca. La policía los tenía acorralados.

Captura del cabecilla de la banda

Días después, a las 2 y 30 de la tarde del 29 de octubre de 1971, la PIP logró capturar al cabecilla de la banda que asaltó la sucursal del Banco Internacional de Huarmey. El delincuente fue identificado como Víctor García Flores, alias “Loco Tito”. El hampón fue detenido cuando estaba escondido en su casa, ubicada en la calle San Martín, en el distrito de Supe (Barranca). Allí la policía encontró S/ 802,390. García había sido Guardia Civil (GC); sin embargo, fue expulsado de la institución por mala conducta en 1965.

El comisario de la PIP también informó que durante el operativo el delincuente intentó usar su arma de fuego, pero fue reducido por dos agentes policiales. Además, reveló que el dinero fue encontrado en una bolsa de azúcar debajo de la cama de García. El monto encontrado fue corroborado por un Juez de Paz, el administrador y el contador del banco y por los jefes de la PIP de Huacho y Barranca. Horas más tarde, “Loco Tito” fue interrogado y trasladado a Lima bajo un fuerte resguardo policial.

Confesiones de un criminal

Al día siguiente, el 30 de octubre de 1971, Víctor García confesó que dirigió varios grupos delictivos en nueve asaltos a centros comerciales y agencias bancarias de la capital. Estos atracos se llevaron a cabo entre noviembre de 1970 y octubre de 1971. En ellos, figuraban instituciones como las agencias del Jockey Club, el Banco Comercial del Perú y la fábrica Sibarita.

También reveló que el dueño del auto rojo era su cómplice. A Navarro lo amordazaron y lo metieron a la maletera para despistar a los investigadores. Asimismo, dio los nombres de sus otros dos compinches: Guillermo Silva Tello y Víctor Dávila Romero. Ambos delincuentes estaban desaparecidos.

Según la PIP, “Loco Tito” planeó el atraco al banco de Huarmey cuando intentaba salir del país tras cometer otros delitos en Lima. Su objetivo era llegar a Ecuador; sin embargo, no pudo lograrlo. Es así como llegó hasta esa provincia de Áncash. Ya en el lugar, se hizo pasar por un vendedor de telas y estudió los movimientos comerciales de la zona. Luego, convenció a sus tres amigos para realizar el asalto.

Tras el robo, los hampones tenían planeado fugar hasta la hacienda Huaicos. Allí distribuirían el dinero; no obstante, un patrullero empezó a perseguirlos. Por eso, pusieron como víctima a uno de sus cómplices. Es así como el cabecilla y sus otros dos compinches se metieron por unos cañaverales y se separaron. En el camino, García escondió la bolsa con el dinero y se fue a Supe. Horas después, volvió y recogió el botín.

Caen los asaltantes que faltaban

Luego de la confesión, Víctor García dio los nombres de todos sus cómplices en los nueve asaltos realizados en la capital. El lunes 1 de noviembre de 1971, Víctor Dávila Romero, alias “Bicicleta” y Guillermo Silva Tello, alias “Rifle”, se entregaron, por insistencia de sus familiares, a las autoridades de la dependencia de la PIP de Barranca.

Ambos delincuentes confesaron que fueron obligados por “Loco Tito” a participar del atraco. También revelaron que se entregaron por temor a morir en un operativo policial. Dávila y Silva eran futbolistas de un equipo de Barranca. En sus manifestaciones, ambos asaltantes dijeron que conocieron a García en un partido de futbol; ya que él también jugaba como delantero en otro equipo de esa ciudad portuaria.

Los dos futbolistas detenidos no tenían antecedentes policiales. Esa noche, ambos asaltantes fueron trasladados a la comisaria de la PIP, en la avenida España, en el Cercado de Lima. De esta manera, los investigadores lograron atrapar a toda la banda de delincuentes que se llevó casi un millón de soles de un banco de Huarmey hace 50 años.

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