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La historia de Julio García Pancorvo, el integrante de la Hermandad del Señor de los Milagros que cargó las andas de la imagen por 60 años
Julio García ingresó a la Hermandad del Señor de los Milagros cuando solo tenía 12 años de edad. En 1989, conversó con El Comercio y reveló los momentos que lo marcaron durante sus años como cargador de la imagen del Cristo Morado.
Un día después que un temblor de 4,8 grados en la escala de Richter sacudió Lima, una increíble historia de fe se conoció en todo el Perú a través de El Comercio. El 16 de octubre de 1989, el diario decano publicó una entrevista con Julio García Pancorvo, uno de los miembros más antiguos de la Hermandad del Señor de los Milagros. El longevo cargador llevaba 60 años levantando las andas del Cristo Morado. A continuación su sorprendente historia.
La procesión del Señor de los Milagros salió por primera vez en 1687 luego de un terremoto que castigó Lima. La imagen era una réplica de una pintura de Cristo Crucificado hecha por un afrodescendiente, llegado de Angola, en un muro de Pachacamilla en 1651. Años después, en 1766, la hermandad del Cristo Morado se organizó por primera vez en cuadrillas. De esta manera, se creó la tradición de que varios hombres cargarían, año a año, sus pesadas andas por las calles de Lima en varios turnos.
Con el pasar de los siglos, la Hermandad fue creciendo. Para 1962, ya se habían organizado veinte cuadrillas de 200 miembros cada una. Cada cuadrilla se dividía en cinco sectores considerando el peso y el tamaño de cada uno de los miembros que se ubicaban en las varas de las andas. Es así como se designó que cada grupo recorriera 250 metros en un solo turno en un lapso de 40 minutos. A ellos los acompañaban las sahumadoras.
La historia de las sahumadoras también se remonta a las primeras procesiones del siglo XVII. En ellas, las ‘damas de sociedad’ empezaron a enviar a sus esclavas para que las representen en los recorridos de la sagrada imagen. Las esclavas negras lucían vestidos y adornos elegantes y ofrecían obsequios, incienso y mirra al Cristo Morado. Tras la abolición de la esclavitud en el Perú, las sirvientas liberadas siguieron acompañando al Señor de los Milagros. Es así como para 1989, las sahumadoras llegaron a ser 340, agrupadas en cuatro cuadrillas.
La mañana del domingo 15 de octubre de 1989, El Comercio entrevistó a Julio García Pancorvo, un hombre de 77 años de edad que era uno de los miembros más antiguos de una de las cuadrillas de la Hermandad del Señor de los Milagros. En la conversación, García contó que ingresó al grupo cuando solo tenía 12 años. Su madre quiso, de esa manera, protegerlo de las enfermedades que en ese momento afectaban a los niños.
Cinco años después, ya con 17 años, Julio empezó a formar parte de la séptima cuadrilla de la Hermandad. Ahí inició su labor como cargador de la venerada imagen. “Bajo la señal de ¡Gente!... ¿Qué dice?... ¡Listo!... ¡Armen! Y las campanadas tocadas por el capataz que dirige la procesión, mi corazón experimenta una emoción muy grande porque con esas palabras se levantan las andas, se oyen las oraciones y los cánticos de miles de fieles que acompañan la tradicional imagen”, dijo García.
También recordó un momento que lo marcó en sus sesenta años como cargador y parte de esa cuadrilla: “El haber sido miembro, en 1954, de la comisión encargada de la restauración del mural del Cristo Morado”. Además, relató qué pasó cuando una niña en silla de ruedas quiso tocar el anda del Señor de los Milagros tras su ingreso al hospital Arzobispo Loayza en una de las muchas procesiones. “Fueron momentos de angustia porque la pequeña no podía caminar, pero de pronto ella se levantó y la gente sorprendida gritó por el milagro”, dijo.
Finalmente, Julio García rememoró las largas caminatas que realizó cuando el Cristo de Pachacamilla recorría las calles del Callao y reveló que su último hijo, Sergio, le estaba siguiendo los pasos; ya que, hace unos años, había decidido integrar la misma cuadrilla que él. Es así como terminó la entrevista con uno de integrantes más antiguos de la Hermandad del Señor de los Milagros y cargador de la vara central de las andas de la sagrada imagen limeña hace más de 100 años.
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