Diffa, Níger: crisis humanitaria, respuesta inadecuada
La región de Diffa, en el sureste de Níger y fronteriza con Nigeria y Chad, sufre desde 2014 las consecuencias del conflicto entre Boko Haram y los ejércitos de la zona. En las últimas semanas, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha asistido a centenares de nuevos desplazados por ataques a sus comunidades atribuidos a Boko Haram.
Según las autoridades locales, actualmente hay más 250.000 desplazados en la región –entre refugiados, retornados y desplazados internos–, y 100.000 personas más viven en una situación de extrema vulnerabilidad; se estima que tres cuartas partes de esta población dependen totalmente de la ayuda humanitaria para sobrevivir.
Sin embargo, el sistema humanitario en Diffa ha fracasado a la hora de alcanzar un nivel razonablemente efectivo en su respuesta a esta emergencia, según se extrae de un informe realizado por MSF . Este fracaso se debe principalmente a tres razones: la ineficaz coordinación y priorización de las necesidades entre actores humanitarios, la incapacidad de pasar rápidamente de un enfoque de desarrollo a uno de emergencia, y los límites en el acceso a algunas poblaciones.
“La ayuda humanitaria en Diffa ha salvado la vida de decenas de miles de desplazados, y sigue ayudando a sobrevivir a cientos de miles de personas, tanto desplazadas como locales”, explica Jon Edwards, autor del informe de MSF. “Sin embargo, los criterios de éxito en este campo tienen que ser muy exigentes, no podemos conformarnos con que las poblaciones eviten la muerte”.
La financiación de la ayuda humanitaria en Diffa es insuficiente y la competencia entre actores para acceder a los mismos fondos no ha facilitado la coordinación entre los mismos. Varias organizaciones han reclamado que cubrían una necesidad específica en un lugar determinado, sin tener capacidad real para asumirla, en vez de trabajar conjuntamente para asegurar una respuesta conjunta efectiva. Esta falta de coordinación se ha agravado por la falta de un liderazgo adecuado capaz de prever las necesidades y movilizar a los diferentes actores para cubrirlas.
Por otra parte, la respuesta humanitaria existente en Diffa antes de la crisis con un enfoque de desarrollo ha ralentizado, e incluso anulado, la temprana reacción para hacer frente a una gran emergencia donde son necesarios otro tipo de intervenciones. Por ejemplo, ha habido una gran reticencia a eliminar los costes que los enfermos deben pagar para acceder a la atención sanitaria aunque son un claro impedimento para asegurar el acceso a la salud, especialmente durante una crisis.
Por último, las limitaciones de acceso por parte de las autoridades locales, argumentado razones de seguridad, así como las autoimpuestas por las organizaciones humanitarias y agencias de la ONU, con criterios incluso más severos, pueden haber dejado sin atención humanitaria a muchas personas necesitadas.
¿Cómo se desarrolló la crisis en Diffa?
Primeras oleadas de desplazados: en mayo de 2013, Nigeria decreta el estado de emergencia en los estados de Adamawa, Borno y Yobe, en el noreste del país y lanza una ofensiva contra Boko Haram. Una primera oleada de personas busca refugio en la región de Diffa, en Níger, separada del norte de Nigeria solo por el río estacional Komadougou. La llegada de desplazados se intensifica a medida que se degrada la situación en Nigeria © Sylvain Cherkaoui/Cosmos para MSF
Primer ataque en Níger: en febrero de 2015, Boko Haram ataca simultáneamente las ciudades de Diffa y Bosso, en la región de Diffa. Los ataques provocan que un gran número de organizaciones de ayuda no puedan llegar a determinadas zonas de la región consideradas peligrosas, y provocan oleadas de desplazamientos internos, incluyendo el de las comunidades refugiadas o retornadas © Sylvain Cherkaoui/Cosmos para MSF
Evacuación del lago Chad: en abril 2015, después de un ataque de Boko Haram que causa más de 100 víctimas entre las fuerzas de seguridad nigerinas, las autoridades militares ordenan la evacuación de las islas del lago Chad, obligando a desplazarse a cerca de 30.000 personas en pocas horas © MSF
Intensificación de los ataques: durante los últimos meses de 2015, los ataques de Boko Haram sobre las comunidades se agravan, provocando cada vez más desplazamientos internos con importantes consecuencias humanitarias © MSF
Momentos de calma y picos de violencia: a principios de 2016, parece dibujarse una cierta calma, a pesar de que persisten picos de violencia. Algunas comunidades se estabilizan, lo que permite una intensificación de la asistencia humanitaria, pero muchos desplazados se hallan en zonas de muy difícil acceso © MSF
Momentos de calma y picos de violencia: a principios de 2016, parece dibujarse una cierta calma, a pesar de que persisten picos de violencia. Algunas comunidades se estabilizan, lo que permite una intensificación de la asistencia humanitaria, pero muchos desplazados se hallan en zonas de muy difícil acceso ©MSF
Ataques en Bosso: en junio de 2016, Boko Haram ataca varias localidades del distrito de Bosso y 40.000 personas, según las autoridades, se ven obligadas a huir. Para muchas de ellas no es la primera vez que deben ponerse en marcha. La mayoría se asienta en dos campos, Kintchandi and the Garin Wanzam, cerca de la principal carretera de la región © Anne Boher