Entrevista a Hástur, primera banda de black metal del Perú
Casi toda la historia del metal peruano permanece enterrada en la ignorancia y el olvido para la gran mayoría no solo del común de la gente sino incluso para los mismos headbangers locales. Por eso es muy importante que rescatemos esa memoria no solo musical sino también histórica, social y cultural que nos pertenece. De ahí que esta entrevista con Martín Morales, miembro fundador de Hástur, considerada la primera banda de black metal peruana, sea tan importante, y todavía más frente a la pronta reedición del trabajo de la banda en un formato más duradero y disponible por fin para tantos que no los conocieron en vivo.
Así, luchando contra el olvido, la desidia y la ignorancia no solo del metal sino de la historia de nuestro país, aportamos esta pequeña contribución a nuestra cultura.
Entrevista a Martín Morales
Hola. Esta es una entrevista para Headbangers blog de Lima. Gracias por contestar.
Headbangers: Mucho de lo que constituyó el inició del heavy metal peruano permanece relativamente restringido a un grupo de allegados de aquel entorno, sin embargo el metal es hoy un movimiento más vasto en el país de ahí que se hace necesario compartir y ampliar ese conocimiento. Por eso algunas preguntas serán generales ¿En qué contexto y con qué propósito se forma Hástur?
Martín Morales: Hástur se inició durante una época difícil para Perú, en Lima en un verano del 84 en el distrito de Chorrillos. Allí se conocieron Sascha Quintanilla (Bajo), Lucho Maura (Batería), y dos ex alumnos de la G.U.E. Alfonso Ugarte Martín Morales (guitarra), quien venía de Colombia y Carlos Barcia (voz) quien venía de Iquitos; sus gustos musicales estaban en el rock, el heavy metal, pero el Rock subterráneo limeño y los sonidos oscuros del metal los llevó a otros rumbos. Su primer nombre fue Veneno Maldito. Grabaron caseramente temas acústicos pero de una manera mucho más contundente. Cambió el nombre a Hástur (nombre tomado del libro del Necronomicon) cuyo propósito era a partir de entonces convertirse en una agrupación de Black Metal en Perú.
H: Se les ha catalogado como la primera banda de ese tipo en el Perú (Franco Boggiano) ¿por qué decidieron abordar el metal desde su vertiente más extrema para la época?
MM: Porque, de alguna forma, la expresión nuestra frente a los medios era presentar una propuesta diferente a lo popular y lo marginal; era conmover con una propuesta diferente a la que todos estaban haciendo en esos momentos; por eso nos fuimos al extremo en ese imaginario de las películas de horror y libros negros a fin de compartir un gusto particular y llegar de esta formas a similares, encontrando un nicho poco explorado y que de alguna forma se dejó ver en nuestra primera presentación en la No Helden, para el concurso de bandas no profesionales, donde había mucho metal en sus diversos géneros.
H: ¿Qué grabaciones realizaron y distribuyeron entonces?
MM: Nunca se distribuyó nada en su momento. Se grabó en Chosica, cuando el vocalista se fue a vivir allá y todo ese material ha quedado archivado desde 1987, solo lo entregamos a allegados de la banda. Algunas grabaciones fueron en vivo, pero también en estudio, como el álbum que bautizamos Secta Hereje y que nunca salió comercialmente en esos momentos; y se quedaron en unas cintas magnetofónicas de cassettes de 60 y 90 minutos.
H: ¿Qué shows o eventos recuerdas con más intensidad de aquella actividad de la banda?
MM: La primera presentación que tuvo la banda fue en la No Helden, indudablemente ha sido uno de los mejores porque el público quedó perturbado, el primer Ataque Metal en el Campo de Marte, y Los conciertos de Chosica en la plaza central.
H: ¿El anticlericalismo que propugnaban en muchos de sus temas (Monja Satánica, Secta Hereje, Misa Negra) era en contra solo de la Iglesia católica como institución, o contra la religiosidad como actitud en general?
MM: Es bien sabido que el black metal tiene su más clara expresión en los países nórdicos de Europa, porque desde tiempos ancestrales, desde que la religión católico-romana llegara a imponerse sobre una cultura que tenía su propia sabiduría, cambiaron la manera de pensar, tal como ocurrió con nuestros indígenas en Latinoamérica. Con este conocimiento tanto la institucionalidad como su culto lleno de dolor y sadismo (ver la película La Pasíón, de Mel Gibson, y su simbología), ¿a qué religión del mundo se le enseña a la gente a amar a un ser clavado a una cruz y brutalmente flagelado, humillado, además de sometido? Nosotros nos cuestionamos en ese momento, porque no queríamos pertenecer a ese grupo de sumisos, sin pensamiento libre y reflexivo, pero como todo en las artes es permitido, de allí su carácter. Quisimos relatar historias referentes a esos horrores de la humanidad, de alguna forma nos expresábamos contra ese sistema eclesial que hoy se cuestiona.
H: Ustedes hablaron del sádico metal ¿qué querían dar a entender con esa expresión para su trabajo?
MM: Es curioso que en 1964 se hablara en Lima de una banda que quería llamarse Los sádicos y que se autocensuraron quitándole la “D”, de esta misma manera inocente para los 80 y con ese carácter estético de agrupación musical de sonidos oscuros, basados en historias donde se relataba la tortura medieval, la banda se adentró a explorar estos actos depravados de la humanidad con ánimo de ser relatores y de contar esas nefastas situaciones de enfermos dementes que le han hecho daño a su propia especie.
H: ¿Qué otros tópicos exploraron en sus temas?
MM: La temática principal estaba en señalar los horrores del sistema eclesial del Medioevo, pero a nivel personal y con mi cercanía al movimiento de rock subterráneo limeño, se iba a rastrear más por el lado social y urbano (que era más una temática punk). Sin embargo, en el instrumental El “Caballero Negro” era la puerta para entrar a temas con más tendencia medieval y recrear a partir de la música ese imaginario de castillos, caballeros y batallas.
H: ¿Qué era el metal para ustedes en esa época y por qué lo eligieron (en todo caso tú) como canal de expresión de una evidente insatisfacción con su entorno?
MM: Para mí era protesta, un estilo de vida, como es el rock en todas sus facetas. El metal era la voz auténtica, oscura, underground, antisistema y una forma de expresarme fuertemente con mi guitarra. Era oponerse a todo lo establecido y generar un campo de energía en la agrupación para dar a conocer nuestra propuesta estética muy particular. Odiamos la sumisión, el sometimiento, el absurdo de lo cotidiano reflejado en la devoción, es decir toda forma de manipulación que no nos dejara ser libres en cuerpo y alma.
H: ¿Cómo era la relación con otras bandas de metal local y del resto de la escena rock peruana?
MM: En varias ocasiones, compartimos escenario con bandas hermanas de la movida. Con Mortem por ejemplo sentíamos mutua admiración pues militábamos en las mismas filas, con los hermanos (los Cerrón Palomino) nos hicimos amigos; yo admiraba a tantas otras del movimiento metal de Lima de los ochentas antes de entrar a hacer música con Hastur; Dharma , Orgus, Almas Inmortales por su calidad interpretativa. En Chosica nos hicimos grandes amigos de una agrupación pionera del punk, Diagnostico Reservado, con su bajista Miguel Castillo tocamos en varias ocasiones, incluso en el campo de Marte como Hástur cuando el nuestro se fue para EEUU. Por mi parte, luego entré al fanzine Cuero Negro (cuando Hástur se desintegró) donde adquirí más conocimiento de la escena. Además por mi actividad con el cómic conocí a Diego García (exMangazoides, Tren Fantasma, Sandra y los Covermods), hermano de Wicho (Narcosis), con quien emprendimos sonidos mucho más rocanrol sixties que es la movida mía hoy en día.
H: ¿Cómo sientes que les afectó la enorme crisis estructural que padeció el Perú en los años finales de la década de los 80? ¿Sientes que si no hubiese sido tan extrema, podrían haber concretado un proyecto más duradero?
MM: Esa crisis, diría más hoy en día, nos motivó a realizar estas cosas a nivel underground, a ser más creativos, a criticar más el entorno, pero de haber tenido los recursos para publicar un cassette o un disco masivamente lo hubiéramos hecho, pero también los gustos musicales varían de acuerdo a las sensaciones y exploraciones que pueda tener un músico.
H: Si Hástur no se hubiese desintegrado ¿en qué dirección crees que hubiera evolucionado la banda?
MM: Seguiría haciendo Metal y se hubiera inventado un sonido y un estilo nuevo dentro de la movida. La intención siempre fue la de ser diferentes a la escena, yo creo que al haber existido muchas más bandas de lo mismo, la opción era transformar el entorno y ser cada vez más originales e innovadores, esa era mi intención en ese momento, porque todo nos venía de afuera, pero de ser mucho más militantes, lo hubiéramos revertido para Europa y EEUU con nuestras leyendas autóctonas, donde hay mucho de ese mundo oculto. Tanto en la selva como en la cultura inca existen deidades oscuras y de pronto hoy seríamos más escuchados afuera que dentro del mismo Perú por el hecho de narrar nuestro entorno, uno se hace más universal contando cosas de su región.
H: ¿Tienes alguna opinión acerca de la Gran Horda Metálica de esa época? ¿Cuál es?
MM: Para mí la Horda Metalica cuando la llegue a buscar, abajo del puente del Sunset en Miraflores, ya tenía unos pocos miembros entonces. Allí conocí a Miguel Det y a Pino (Cuero Negro Magazine). Supe que La Horda había sacado un manifiesto, Recuerdo también que querían hacer hasta una emisora. Pero todo desembocó masivamente en diferentes conciertos de Lima, tenía una imagen que a veces dibujaba en mis ilustraciones y comics, de mitos de las peleas con los punks, pero toda esa historia no era verdad. Para mí sé que primaba el gusto por el culto al Metal y al underground desde este punto de vista. Sí había una posición frente a la penetración cultural que estaba sufriendo el movimiento, siendo atacado por el glam metal con la finalidad de comercializar el movimiento. Aunque nunca pertenecí a la Horda; solo recuerdo esos momentos que me tocaron ver.
H: ¿Cuál crees que fue el gran pecado de la escena metal peruana de los 80?
MM: No estar seriamente solidificada, no tener un sello propio de producción que representase al movimiento. Había conciertos, fanzines y hasta radios como radio Doble 9 y el canal 27 UHF. La escena no estaba unificada como un gremio musical legalmente constituido, la falta de unidad también motivó a que todos tiraran a su propio lado pero no a un lado en común. Y también el carácter de underground marginal de lo no comercial que se creó en torno, también fue su error: toda música es comercial, solo que tiene públicos selectivos.
H: ¿Cómo así surge el interés de poner al alcance de todos nuevamente el viejo legado de la banda?
MM: De no ser porque el legado musical que dejamos en las pocas presentaciones que tuvimos, y por el interés de quienes hacen investigación y no quieren que la memoria de la música hecha en Lima se pierda, no estaría contestando estas preguntas. Un sello Peruano que radica en EEUU se interesó por publicar sus temas, pues ahora se habla de bandas innovadoras en su tiempo, además porque la gente lo ha pedido; así mismo, sin ese sentimiento Hástur se hubiera quedado en las profundidades del olvido.
H: ¿La banda ha vuelto a la actividad o solo se trata de poner en un formato duradero el trabajo antiguo?
MM: La banda ha vuelto en formato de reproducción para quienes los escucharon en vivo y no tuvieron nunca un registro sonoro y para quienes desconocen que existió una agrupación que se atrevió a decir apostasías en nuestro idioma.
H: ¿Cuándo estará disponible el disco del grupo y en qué medios?
MM: Hasta ahora 2013, momento que Putrescense Records se ha dado a la tarea de editar esos sonidos de los cassettes originales de la banda en formato EP disco de vinilo, la producción saldrá a la vista en un mes y medio más o menos, se encuentra prensándose en estos momentos. La disquera y los miembros de la banda estamos muy emocionados por esta reedición de nuestro demo creado en el año de 1987, que tuvo en su momento una circulación muy limitada y ahora en este formato de vinilo se podrá escuchar mejor nuestra producción. En esta publicación además de la historia de la banda se conocerán más detalles referentes a nosotros y a lo largo de lo que fue nuestra vida como Hástur.
H: Algo más que desearas agregar
MM: Respondo como respondimos al fanzine Cuero Negro en aquella época:” El hábito no hace al metal” es algo que se lleva a dentro sin posturas ni poses.
H: Gracias ha sido un placer y un privilegio poder dirigirte estas preguntas. Gracias por el metal creado
Para más información acerca de la banda leer una vieja entrevista acá y sobre la historia del grupo y de este lanzamiento acá.
Video de metalero extremo hincha del Muni ¡Echa Hástur!