Un ascensor que no se detiene en el piso que quieres, un portallaves que las deja acer al piso o una lámpara a la que se le va yendo la luz. Cualquiera de estas cosas haría que uno corriera a llamar al responsable de su diseño para quejarse.
Pero, ¿qué pasa si la respuesta que recibes es que están funcionando perfectamente bien; que fueron creados para que hicieran precisamente eso?
"Es cuestión de autodeterminación", le dice a BBC Mundo Matthias Laschke, de la Universidad de las Artes de Folkwang, Alemania. "Todos los objetos que hacemos son para ayudarle a llegar a ser la persona que quieres", se defiende.
No obstante, lograr nuestro yo ideal no siempre es sencillo: "No es tan fácil comportarse de manera saludable y ecológica a diario, por eso lo que hago es incómodo porque el cambio de comportamiento lo es".
Recordatorio cordial
(Foto: pleasurabletroublemakers.com)
Uno de los artilugios ideados por Laschke se llama "key moment" o "momento crucial". Es un portador de llaves en el que se puede poner, por ejemplo, la llave del auto a un lado y la de la bicicleta en el otro.
Si tomas la del auto, la de la bicicleta se cae, lo que te obliga a agacharte y a detenerte un momento a pensar si de verdad quieres ir en coche.
"Había salido un estudio en el cual se reiteraba que uno de los grandes problemas era la inactividad de la población, y recomendaba reconsiderar la manera en la que nos desplazamos al trabajo. Eso me hizo pensar que lo mejor sería confrontarse todos los días con esa decisión".
Libre de hacer trampa
Sin embargo, no es tan sencillo. Laschke, su supervisor Marc Hassenzahl y su equipo están conscientes de nuestra reacción cuando sentimos que nos están tratando de obligar a hacer algo.
"Sabemos que si yo limito tu autonomía, tu respuesta es no querer usar el aparato. Por eso, tanto el key moment como todos los otros artilugios que creamos 'entienden' que no todos los días vas a querer tomar la decisión correcta".
Lo que importa no es si haces trampa o no, sino que decidas algo.
"No queremos manejar tu vida. Para hacer todo más tolerable usamos este elemento para decir, por un lado, puedes hacerle trampa al sistema, pero no puedes hacértela a ti mismo".
La guinda del pastel
(Foto: pleasurabletroublemakers.com)
El molde "50:50 pastel" responde a otra idea que inquieta a Laschke y su equipo.
"Uno tiene sus costumbres alimentarias y quizás come de más y se engorda. Entonces lo que se hace es un producto dietético. La tecnología compensa por lo que uno no puede hacer"
El molde 50:50 permite hacer un pastel con un lado dietético y el otro no, pero de manera que todas las tajadas tengan de los dos lados, en mayor o menor proporción... quien resuelve por cuál punta empezar eres tú.
"Así uno reflexiona sobre sus hábitos alimentarios, las alternativas y demás. Y al final, uno puede tomar sus decisiones inteligentes sin tecnologías inteligentes".
La máquina de chocolate
(Foto: pleasurabletroublemakers.com)
Se trata de un proyecto de Laschke con Flavius Kehr, quien es un psicólogo. La idea era hacer un objeto basado en la teoría psicológica conocida como 'Agotamiento del Yo'.
La idea es que el autocontrol y la fuerza de voluntad se valen de recursos mentales que son finitos. Algunos expertos comparan la fuerza de voluntad con un músculo que se puede fatigar si se usa en exceso.
Esta máquina de chocolate tiene como objetivo "entrenar el músculo de la fuerza de voluntad". El aparato dispensa una bola de chocolate cada 40 a 60 minutos, y tú decides si te la comes o si la vuelves a meter en la máquina. Un marcador lleva la cuenta de tu desempeño.