La deserción escolar y la conteminación son dos consecuencias de la minería ilegal en Namballe a solo seis kilómetros de la frontera de Perú y Ecuador en Cajamarca.
La deserción escolar y la conteminación son dos consecuencias de la minería ilegal en Namballe a solo seis kilómetros de la frontera de Perú y Ecuador en Cajamarca.

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Deserción escolar y contaminación: las consecuencias de la minería ilegal en la frontera con Ecuador
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Deserción escolar y contaminación: las consecuencias de la minería ilegal en la frontera con Ecuador

Deserción escolar y contaminación: las consecuencias de la minería ilegal en la frontera con Ecuador

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El colegio José Carlos Mariátegui de Namballe, ubicado en la región Cajamarca pero cerca a la frontera con Ecuador, ya ha perdido dos estudiantes este año. Ellos han dejado de ir a clases para trabajar en la minería ilegal. En los dos últimos años esta institución educativa se ha visto directamente afectada por esta actividad. Apenas a seis kilómetros de la frontera con Ecuador el paisaje y la gente han cambiado al mismo ritmo con que el oro sale del río.

“Profe, en el janche (sacando oro) se gana más que haciendo lo que usted hace”, comentan en las aulas. Namballe es hoy un distrito fronterizo que vive la degradación y la pérdida de sus riquezas mineras, así como de la biodiversidad. “El río ya no se aclara y los estudiantes alguna veces dice que les gustaría volver a bañarse ahí. Antes, se pescaba cashcas, ahora ya no hay”, nos dice Jorge, un estudiante de la institución. La contaminación del río ha afectado a la población de modo tal que la pesca está desapareciendo. ¿Qué le espera al futuro de este distrito? ¿Qué oportunidades existe para los estudiantes? El futuro es incierto.

Uno de los estudiantes que desertó nos pide anonimato a cambio de dar su testimonio. El ex estudiante de nuestro colegio nos cuenta cómo dejó de mostrar interés por la escuela, ya que tuvo la posibilidad de entrar a la mina y obtener dinero fácil: “Mi vida ha cambiado, ahora tengo plata, casas, motos y celulares; me visto bien y gano más que antes”, nos cuenta el joven de 17 años que gana hasta 600 soles en unas horas, el doble de lo que diariamente lograría cobrar en un trabajo de agricultura.

Minería ilegal en Namballe
La mineria ilegal produce estragos en la localidad de Namablle, en la selva de Cajamarca, muy cerca de la frontera con Ecuador.

Una de las consecuencias que la minería ilegal ha traido es el bajo rendimiento académico que están observando en los estudiantes: “Yo como profesora de Ciencia y Tecnología intento hablar desde inicio de año acerca de este problema”, comenta la docente Maritza Emperatriz Díaz Peña, una de las profesoras del colegio José Carlos Mariátegui, quien relata cómo la descerción escolar también ha golpeado las aulas en las que trabaja.

“Se ha tratado con los estudiantes, se les ha hecho regresar, pero también se ha visto casos que el propio papá lleva al hijo y le dice ‘vamos, que en la escuela no vas a ganar o no te va a ir bien económicamente. Entonces, se van. Los mismos estudiantes cuentan que hay días que les va bien y pueden sacar hasta 5 gramos diarios, que son algo de 1500 diarios. En ocasiones también les va mal, pero lo que veo es que no saben”, afirma.

Desde que la minería llego a Namballe, muchas cosas cambiaron. Antes era un lugar tranquilo, con pocas tiendas y menos bullicio. Pero ahora todo se siente diferente, como si poco a poco se estuviera perdiendo la esencia del pueblo. Empezaron abrir muchas tiendas de abarrotes, hay más comercio, más movimiento y más trabajo. Hay un par de mini bares nuevos que afectan la tranquilidad de los vecinos, pero el cambio no ha sido solo social: el ambiente también ha sido muy afectado.

La Balsa, un lugar conocido por tener el puente que une Perú con Ecuador, tiene un río que ha perdido algo de su pureza original. Antes, aunque no era muy caudaloso, contaba con aguas limpias. Ahora el rio esta un poco contaminado y eso se refleja en el color del agua, no parece un gran cambio, pero para quienes lo conocieron bien, lo sienten diferente.

Por la carretera a La Balsa se encuentra el Hito, una estructura con forma de pirámide trunca con base cuadrada que divide el limite territorial entre Perú y Ecuador, aquí el paisaje también cambio. Su fondo verdoso y la vista de un rio caudaloso fue remplazado por un panorama de montañas escarbadas, tierra marrón y el ruido de las maquinas trabajando. Ya no se escucha la naturaleza como antes, poco a poco se ha ido callando.

Los cambios en el ambiente se han dado de una manera devastadora. Con la contaminación ambiental y la pérdida de biodiversidad. Lo que antes eran hermosos paisajes ahora solo son montañas desérticas. “Namballe antes era verde ahora se ha tornado de color marrón”. Muchos utilizan esta frase para describir el cambio repentino a consecuencia de la minería ilegal.

Uno de los pobladores dedicados a la minería nos relató cómo se realiza este tipo de actividades, aceptando que es una práctica ilegal y que ciertas autoridades incluso los “protegen”.

Pero no solo es el medio ambiente: también existen problemas silenciosos que afectan directamente a y las estudiantes. El comercio de bebidas alcohólicas, el auge de la prostitución, el crecimiento de las cantinas y bares, el tráfico de personas o la explotación sexual de mujeres migrantes, así como la llegada de más migrantes que vienen a este lado de la frontera a trabajar en la mina son situaciones con las que las autoridades no saben cómo lidiar y que deberá combatir quien resulte electo en las próximas elecciones.

Nelson Flores, alcalde distrital de Namballe, señala que el problema de la minería ilegal en la zona inició en el lado ecuatoriano de la frontera para entrar en nuestro territorio hace una década, contaminando los ríos Canchis y Namballe, afluentes del Chinchipe, y acabando, por ejemplo, con especies fluviales como la cashca.

Sin embargo, también dice estar atado de manos. Culpa a la crisis por el aumento de la minería y por el poco presupuesto que tiene para combatirla, al tiempo que cuenta los males que esta ha dejado: “Hablamos de los enfrentamientos entre las rondas campesinas y los mineros informales. También podemos hablar del aumento de la delincuencia. Namballe era un pueblo donde podías caminar a cualquier hora. También ha aumentado la prostitución”, apunta.

“El obstáculo más grande es que el pueblo ya no tiene conciencia, no valora la herencia que nos dejaron nuestros padres, nuestros abuelos, de seguir consumiendo agua limpia y respirando aire puro. La gente se volvió haragana y quiere que todo le caiga fácil. Por eso a veces se van una hora o dos y regresan con 300 soles. Uno estaba acostumbrado a trabajar, a labrar la tierra. Las consecuencias después la van a pagar nuestros hijos”, finalizó.

Autores

Nota realizada por los corresponsales escolares del colegio José Carlos Mariátegui de Namballe: ⁠Elvis Benel Chuquillanque Castillo, ⁠Silvana Nicole Jara Altamirano, Joel Alexandro Abarca Córdova, ⁠Kimberly Margon Loyaga Liñan, Alexia Marilyn Camizán Armijos; y junto a la docente Luisa Fernanda Alcantara Jibaja, bajo la mentoría de Ángel Hugo Pilares.

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