También quiero salir corriendo, escaparme de la zona de prensa del inmenso Arena Fonte Nova y meterme al campo para abrazar a Gallese y decirle gracias. Y, aprovechando que estoy en la cancha, acercarme a Zambrano, que ayer fue el ‘León’ que todos esperábamos. Y a Paolo por ser tan Guerrero cuando parecía que Uruguay con el empuje de Godín, Cavani y Suárez nos metía el 1-0. Por ser el líder de este grupo que, a punta de corazón, se metió a las semifinales de la Copa América, en penales, esa ruleta rusa que tantas veces nos traicionó y nada menos que frente a la Celeste, tan acostumbrada a estas instancias.
En el Día de San Pedro y San Pablo, Gallese fue el santo que renovó la fe a los hinchas y a todo un país. Hace una semana, en la debacle 5-0 ante Brasil, el ‘1’ de la selección fue señalado por el error en el segundo gol y la goleada. Lo bueno de esta Copa América es que Pedro y Perú tuvieron revancha rápido y aprovecharon la situación. El arquero de Alianza dejó nocaut a Luis Suárez. No les miento cuando les digo que el delantero del Barcelona era un ‘muerto’ al pasar por la zona mixta, donde declaran los futbolistas. Eso hizo Gallese, el ‘1’ que nos ha salvado tantas veces, que se ganó la titularidad en la lejana Copa América 2015, y que en Salvador de Bahía no solo detuvo la lluvia sino que también le atajó un disparo clave al penalero de Suárez.
— Sentimiento especial—“Contigo, Perú” se canta en el vestuario nacional y se escucha en cada corazón de los peruanos.
Emocionan hasta las lágrimas esas letras tanto como la atajada de Pedro Gallese al disparo de Luis Suárez o al grito desenfadado de Edison Flores tras el remate final de la serie. Esa canción que fue creada en solo 14 minutos hace más de 40 años dura una vida entera para celebrar cada momento significativo de la historia nacional, y del deporte aun más.
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La de ayer ya es otra tarde inolvidable. Porque en Salvador, Uruguay se presentaba gigante y Perú tan distante de la selección que supo encandilarnos hace apenas un año. Pero el fútbol te permite escribir estos capítulos con tinta hecha a base del sudor del esforzado trabajo, de saber levantarse justamente en los momentos cuando se necesita.
Según el estadístico Míster Chip, es la primera vez que Perú supera una instancia de un torneo oficial vía los penales. El último mal recuerdo está fresco –ante Colombia en la Copa Centenario 2016–, pero ahora la historia es distinta. Seguimos en carrera y con la motivación de enfrentar a Chile el miércoles en el pase para la final.
En el vestuario se desató el júbilo y el corazón dictó entonar esas notas que hacen de la victoria la muestra de gratitud hacia la tierra que nos vio nacer. Y el camino sigue, porque mientras haya fútbol siempre habrá “Contigo, Perú”.
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