La angustia de ‘Pipo’ bajo la tormenta y el clásico “Kikiriki kikiki” que alegró el vestuario: lo que no se vio de la clasificación de Alianza Lima a Sudamericana

Una hora antes de que se diera el pitazo inicial, no había manera de que el partido se juegue. Una lluvia torrencial e inusual visitó Asunción y dejó inundaciones en algunas calles y en la cancha del estadio La Huerta donde Alianza Lima jugaría ante Libertad por la clasificación a la Copa Sudamericana.

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El drenaje de la cancha no hizo posible que el encuentro arranque a la hora prevista (7:00 pm) y sufrió un retraso de media hora. En ese rato, Franco Navarro, Pablo Ceppelini, Alan Cantero, Jean Pierre Archimbaud, José Bellina y otros miembros de la delegación de Alianza Lima se ubicaron en uno de los palcos del pequeño estadio con capacidad para 15 mil personas.

Metros más abajo, el poco público asistente (2000 personas en total) vestía bolsas impermeables por la lluvia que subía de intensidad cada ciertos minutos. Ya con los equipos en el campo de juego durante el calentamiento, los gotones cambiaron por una llovizna fuerte y esto hizo que el partido pueda jugarse. A su vez, el viento fuerte también se imponía.

Gorosito vestía una bolsa impermeable celeste sobre el buzo y, más allá de parecer estar a la intemperie y batallar con los fuertes vientos en contra, no dejaba de estar de pie en su zona técnica desde el primer minuto. Al igual que muchos, ‘Pipo’ también se notaba angustiado por cómo iba el resultado en el encuentro entre Talleres y Sao Paulo. Al momento de enterarse con su comando técnico cómo andaba ese marcador, se mostraba preocupado tomándose la cintura. El empate parcial de Talleres y el 0-0 de Alianza Lima los dejaba fuera. El escenario empeoró cuando Paolo Guerrero falló un mano a mano en los primeros 20 minutos.

La tranquilidad llegó en el minuto 28 con el desquite del ‘Depredador’ y, después, con el de Eryc Castillo en el 42. En ese intervalo de tiempo, ‘Pipo’ no paraba de darle indicaciones, sobre todo, a Kevin Quevedo y Piero Cari: los dos más requeridos por el entrenador al momento de dar órdenes.

Sin embargo, con el penal de Libertad previo al entretiempo, la angustia volvió a aparecer. En aquella jugada, uno de los principales reniegos de ‘Pipo’ fue con Guillermo Enrique, quien erró una jugada que desencadenó la falta en el área por parte de Renzo Garcés.

Ya para el segundo tiempo, la lluvia volvió a la intensidad inicial y el panorama se hizo más complicado. Esto parecía trasladarse a Alianza Lima que, a diferencia del primer tiempo, dejó de tener la pelota y se vio sometido ante un Libertad que amenazó en arco de Viscarra con frecuencia.

En el minuto 63, Libertad igualó el marcador, pero ‘Pipo’ ya se había enterado minutos antes que Sao Paulo le había anotado a Talleres al minuto 84. Sin embargo, la preocupación tomó otra forma: si Libertad anotaba un gol más, los ‘íntimos’ se quedaban fuera.

En la cancha, los jugadores blanquiazules se pedían unos a otros tener tranquilidad y concentración, sobre todo Hernán Barcos que ingresó por Guerrero y era el encargado de ser la voz de calma para el mediocampo.

Ya en el final, aún con la llovizna y los fuertes vientos, el equipo íntimo celebró su clasificación a Sudamericana con un abrazo entre jugadores. Bassco Soyer con Hernán Barcos, Jesús Castillo con Renzo Garcés, ‘Pipo’ con el jefe de equipo, entre otros. Sin embargo, uno de los últimos en pararse del banquillo fue Paolo Guerrero.

Lejos de dar gestos de celebración, el ‘Depredador’ se mostraba serio y en los vestuarios tuvo una larga charla con Roque Santa Cruz. En su rostro, más allá de no decirlo, parecía mostrar su inconformidad por no haber logrado el principal objetivo que era seguir en Copa Libertadores.

Del otro lado estaban Fernando Gaibor, Eryc Castillo, Alan Cantero y otros futbolistas que hicieron el clásico ‘baile del tren’ realizado luego de una victoria importante. La celebración en los camerinos duró entre 10 a 15 minutos en los que ‘Pipo’ felicitó a cada uno de sus jugadores por el objetivo. Tras 15 años, Alianza Lima rompió esa mala racha de quedar último en sus grupos de torneo internacional y es la primera vez, bajo este formato, que clasifica a la Copa Sudamericana.

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