Kimberly García entrena en Huancayo y desde ahí pule su talento en la marcha atlética. (Foto: Instagram)
Kimberly García entrena en Huancayo y desde ahí pule su talento en la marcha atlética. (Foto: Instagram)
Christian Cruz Valdivia

En siempre hallarán una sonrisa. Sea por los nervios de decirse campeona mundial, sea por la situación inesperada de verse en Palacio de Gobierno o simplemente por recordar una vieja anécdota de las tantas de su vida deportiva mientras escucha una cumbia de Agua Marina cuando nos responde al llamado desde su natal Huancayo.

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Pero sus títulos mundiales no serán un recuerdo. Sus pasos de oro quedaron grabados para el mundo entero en dos medallas que nunca nadie había logrado en la historia del deporte peruano. Dos títulos con los que hoy Kimberly revive feliz. Todo el esfuerzo quese inició en la marcha atlética a los cinco años valieron la pena.

Sonriente. Así debió entrar a la ceremonia de premiación de las mejores atletas del año en Montecarlo, así también salió: feliz y motivada. “Nunca pensé estar ahí compartiendo y conociendo de cerca a las mejores atletas, de gran trayectoria”, nos dice brevemente de lo que le tocó vivir el pasado 5 de diciembre. Quedó entre las cinco mejores atletas del mundo en el 2022 que ayer acabó y para ella significa más que un puesto. “Fue un orgullo estar dentro de las cinco mejores”, agrega. Cuando se saborea las mieles de éxito, siempre se busca más.

—Alegría total—

Fue un gran 2022 para Kimberly, pero detrás hubo un camino tortuoso. En el 2019 tuvo que operarse tras los Panamericanos de Lima. En el 2020, el año de la pandemia, no pudo entrenar en buenas condiciones -incluso sus vecinos en Huancayo no la dejaban cuando intentaba hacerlo en las calles- y en el 2021 un mal resultado en los Juegos Olímpicos de Tokio le hizo dudar de sí misma.

Pero Kimi se recompuso: se decidió por los cambios que a tantos generan dudas y apostó a lo grande. Por eso un 2022 lleno de logros. En todas las competencias que participó llegó al podio, logrando primero la medalla de bronce en el mundial de Muscat (Omán) en marzo, resultado que ya daba indicios de lo que podía conseguir en la cita mayor, el Mundial de Atletismo en julio.

Y en el mes de la patria, Kimberly nos hizo vibrar con la Bicolor en el pecho. Un mes después de la pena de la no clasificación peruana al mundial de fútbol, Kimi nos dijo que hay otros deportes tan apasionantes como el deporte rey.

“Es un sueño haber logrado esas medallas, un sueño que uno tiene desde pequeña”, nos resume de lo que significan sus dos medallas de oro en el Mundial de Atletismo (20 y 35km marcha).

Pero no se queda en ello. Apunta a revalidar su doble oro en el Mundial de Atletismo de Budapest en agosto de este 2023, a sacarse la espina olímpica en París 2024 e incluso se ve en Los Ángeles 2028. Por eso levanta la voz. “Se logró pese a la desidia de las autoridades deportivas. Esperemos que este 2023 tengamos todo el apoyo del IPD que aún no responde mis llamados y de la Federación, que destine los presupuestos de buena manera”.

No tenemos otra campeona como Kimberly, quien se propone a seguir marchando por la gloria y no ser víctima del triunfalismo. Es la campeona que necesitamos, por la fortaleza para competir y la valentía para reclamar. Se ha ganado el respeto con sus pasos dorados en el atletismo mundial.

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