Selección peruana: los errores que no debe cometer Gareca en su visita a La Paz

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A lo largo del tiempo, las formas de preparación han ido cambiando. Desde armar dos equipos distintos. Por ejemplo, Perú fue a jugar la Copa América 1997 con Freddy Ternero mientras Oblitas se quedó en Lima con el plantel titular que debía jugar con Bolivia en Lima y Venezuela en Barinas un mes después.

El mismo Juan Carlos Oblitas decidió hacer una aclimatación para el 0-0 de 1996 por Eliminatorias. Repitió la idea Markarián con 10 días de trabajo en el Cusco y logró un 1-1 en La Paz. Para Ricardo Gareca la respuesta fue distinta. Trabajó casi dos semanas en la Ciudad Imperial y regresó de la ciudad boliviana con una derrota de 0-2 (luego el TAS nos dio la victoria).

Formas de trabajo

En la actualidad, por los tiempos que mandan -solo se tienen entre dos o tres días de entrenamiento con el plantel completo- es casi imposible realizar ese tipo de trabajos. Por eso, la otra alternativa que salta a la vista es la de salir al campo con jugadores con experiencia jugando en altura.

Lo hizo también Ricardo Gareca para el partido del 2016, con la convocatoria de hasta ocho jugadores que jugaban en clubes de altura del torneo local. José Carvallo (UTC) regresaba a una convocatoria y se sumaron jugadores de Sport Huancayo y Melgar. Esa lista tenía a 21 jugadores locales -todos tenían que jugar en altura con sus clubes- y solo 11 del exterior, con Ávila en Ecuador y Gallese con Ruidíaz jugando en México, países donde también hay partidos en altura.

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Lo cierto fue que Ricardo Gareca, tras los diez días de aclimatación en el Cusco, viajó un día antes del partido y la alineación final tuvo a los debutantes César Ortiz (Huancayo) y Pedro Aquino (Cristal). Yotún no fue parte del partido porque le afectó la altura paceña. También se incluyó a Irven Ávila y Ruidíaz fue el ´9´, dejando a Paolo Guerrero en el banco.

• Bolivia 2-0 Perú: Pedro Gallese; Aldo Corzo, Christian Ramos, Luis Abram, Miguel Trauco, Andy Polo (Paolo Guerrero 46′), Pedro Aquino, César Ortiz (Joel Sánchez 54′), Irven Ávila (Edison Flores 71′); Christian Cueva, Raúl Ruidiaz.

Los cambios hablan por sí solos de lo que se vio en el Hernando Siles: Guerrero por Polo para el segundo tiempo -ya perdíamos 0-1-, Joel Sánchez, figura en la San Martín, por Ortiz a los 54 minutos y Flores por Ávila a los 71.

El rendimiento físico no estuvo en cuestión, desde ese lado el equipo siempre corrió, pero la parte futbolística prácticamente quedó de lado. Polo nunca conectó con el ataque y solo con Cueva para el armado, era poco lo que se podía hacer. Con el ingreso de Paolo, se tuvo mayor presencia -y talla- en ataque y se equiparó el juego, pero nunca al nivel de poder empatarlo.

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Esa fue una importante lección para Ricardo Gareca, porque un año después tuvo que viajar a Quito para jugarse la vida en esas Eliminatorias. Fue a la capital ecuatoriana y lo afrontó con lo mejor que tenía, con su once ideal, con el equipo de memoria: Tapia-Yotún, Carrillo-Cueva-Flores y Guerrero. Sin adaptación, apelando a la capacidad e inteligencia de cada uno de los jugadores.

Pasó lo mismo este 2021 en la visita a Ecuador. Fue y jugó con sus mejores armas. Por eso, un Gianluca Lapadula sin experiencia de jugar en altura -vive en Italia- fue titular por encima de un Paolo Guerrero que llegaba disminuido físicamente -y se notó en la derrota ante Colombia días antes.

Ecuador 1-2 Perú: Pedro Gallese, Luis Advíncula, Christian Ramos, Luis Abram, Marcos López, Renato Tapia, Yoshimar Yotún, Sergio Peña (Pedro Aquino 73′), André Carrillo (Alexis Arias 90′), Christian Cueva (Luis Iberico 79′), Gianluca Lapadula (Paolo Guerrero 90′).

Claro, Gareca salió con su mejor once, pero también tenía esas armas de altura para darle oxígeno al equipo. Por eso Aquino e Iberico ingresaron sobre los 70 minutos, mientras el ‘Cacha’ Arias lo hizo sobre el cierre, para correr y correr hasta el pitazo final. Todos los cambios se hicieron en la volante y ataque, los primeros que tienen que defender.

La lección debe estar aprendida en La Videna. Jugar en altura es complicado y se necesita a los mejores hombres, pero en el caso peruano con Gareca al mando, siempre le dio resultados apostar por su mejor oncena.

Si bien es cierto que hay condicionantes que determinan el armado de un once: ausencias y estados físicos, Gareca debe apostar por lo mejor que tiene a disposición. Si Lapadula está para jugar, que salte desde el inicio. Si Yotún se recupera de la dolencia al tobillo, al ruedo. Solo tendría que encontrar al reemplazante de Carrillo en ese ataque por derecha: Gabi Costa tiene todos los boletos comprados.

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