José Antonio Bragayrac

Si Perú sería un día de la semana, definitivamente le tocaría ser lunes. Uno de los siete días en que todo cuesta el doble y que más difícil se hace. La no es ajena a esa sensación, menos por estos días en que el foco de concentración divaga y se pierde por temas extrafutbolísticos, algunos muchos con tintes de policiales. Pese a todo, los dirigidos por Jorge Fossati intentan aplacar la ruidosa coyuntura con el sonido de la pelota. No es sencillo. Y cuando parece que se hace más fácil, ¡Pum! Se lesiona y lo desconvocan.

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El día libre, que inicialmente estaba programado para ayer domingo, fue adelantado para el sábado. ¿Por qué? Digamos que había que descomprimir el estrés mental generado por un jueves en el que la FPF pareció colapsar con la detención intempestiva del presidente de la federación Agustín Lozano y otros siete trabajadores ligados al máximo ente rector del fútbol peruano. ¿La razón? Lozano es acusado de liderar una organización criminal llamado ‘Los Galácticos’, además de una serie de delitos en donde los más graves son fraude, lavado de activos, corrupción, entre otros.

Es en ese escenario que intentaba conciliar el sueño la selección peruana. Pero como si lo del Caso Lozano no fuera suficiente para entorpecer la calma, no solo por lo que significa que metan preso a tu presidente a días del partido, sino además por todos los problemas administrativos que esto genera para el correcto funcionamiento de la federación, surgió otra novedad: la localía de la Bicolor ante Chile.

Pese a que el partido decisivo ante los dirigidos por Gareca estaba programado para jugarse en el estadio Nacional, esta última semana se decidió que pase al estadio Monumental, alterando así los planes y la logística de una selección ya fastidiada por lo extradeportivo.

Imposible entonces conciliar el sueño. Pero este domingo la cosa no cambió mucho. Aunque el Caso Lozano no produjo novedades y más bien, el viernes el vicepresidente Arturo Ríos sea anunciado como quien asumiría las riendas de la federación, otro golpe volvió a remecer la interna de la selección peruana: la baja de Renato Tapia por lesión.

Fue así que la tarde en Videna empezó, otra vez, con un clima tenso. Aunque, eso sí, siempre con espacio para el buen humor y las ocurrencias propias de un grupo que se conoce mucho. Piero Quispe, Jorge Murrugarra, Pedro Gallese y Miguel Trauco, se sumaron a los entrenamientos.

En el caso de Quispe, Gallese y Trauco, son parte de la legión extranjera que recién hoy se sumó por primera vez a la Bicolor, mientras que Murrugarra fue llamado de emergencia tras conocerse la baja por lesión de Renato Tapia. Todos llegaron con buen ánimo y antes de la hora pactada, incluso se dieron tiempo para tomarse fotos y firmar un par de autógrafos en la puerta de la Videna.

Los recién llegados pasaron primero por el gimnasio. Ahí estuvieron compartiendo y disfrutando de las bromas y el buen humor. Más de uno preguntándose e intentando confirmar los rumores sobre el Caso Lozano y la inesperada lesión de Renato Tapia. Luego del gimnasio, pasaron al campo.

En la cancha, luego de unas palabras de Jorge Fossati, que dio la bienvenida a la legión extranjera y dedicó unos minutos a expresar su fe católica, se dio paso al respectivo apanado a los “nuevos”. Quien se salvó del apanado fue Oliver Sonne, quien ayer cumplió 24 años, pero aún no se suma a los entrenamientos.

Luego, le siguieron los trabajos de cancha. El entrenador Jorge Fossati ya planifica lo que será el duelo del viernes ante Chile. Con el respectivo ‘apanado’ a los seleccionados que se sumaron, se inició la práctica de la selección peruana, que reanudó sus trabajos con miras al duelo de este viernes ante Chile, luego de un sábado de día libre.

Y aunque el buen humor y el buen ambiente afloran por momentos, en la interna de la Bicolor se vive un ambiente de tensión debido a los acontecimientos vinculados a la sorpresiva detención del presidente de la FPF, Agustín Lozano, y siete directivos más relacionados a la federación.

Sobre el Caso Lozano, al que se le atribuyen los presuntos delitos vinculados con organización criminal, algunos referentes de la selección peruana se pronunciaron con mensajes en sus redes sociales que, entre líneas, se leían como un reclamo, un llamado a la correcta aplicación de la ley.

“Es imperioso que se respete el debido proceso, por el bien de todos”, se lee como parte del mensaje publicado por Paolo Guerrero. Otro jugador que se refirió al tema fue Carlos Zambrano. “Esperamos que la situación de Agustín Lozano y de las personas involucradas se aclare pronto para la tranquilidad de sus familias”, señaló.

Así vive la selección los días previos a un partido transcendental. Con la cabeza lejos del fútbol.