El verano puede que sea sinónimo de playa, calor e, incluso, vacaciones. Para el sector fabricante y comercializador de bebidas embotelladas se trata de la época “prime” del año, pues es la temporada en que los consumidores necesitamos hidratarnos más. Los meses en los que tenemos más sed. Sin embargo, este negocio boyante –que ha crecido a tasas de 10,8% (gaseosas), 33,6% (refrescos) y 70,4% (agua embotellada) entre el 2014 y el 2019, según Euromonitor– se topa quizá con el mayor desafío de todos los tiempos: recuperar cada uno de los envases que coloca en el mercado para reprocesarlos y transformarlos en nuevas botellas.
En el Perú, este principio propio de la economía circular –que busca reemplazar la economía lineal en la que los residuos se recogen sólo para su disposición final– está vigente e involucra directamente al sector bebidas embotelladas en PET (siglas en inglés de “tereftalato de poliestireno”).
En efecto, la Ley 30884 que regula el “plástico de un solo uso” (que desde agosto pasado obliga el cobro de las bolsas en los supermercados) le exige a la industria a partir del 2021 que las botellas de plástico –y los envases PET en general– contengan al menos 15% de resina reciclada.
Por mandato –global, a veces–, pero sobre todo por reputación y negocio de largo aliento (pese a que procesar resina pura cuesta un 20% menos que reprocesarla para un segundo uso, según la ONG Ciudad Saludable), las empresas comercializadoras de bebidas han ido más allá de la valla oficial.
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LAS METAS
Hacia el 2025 Pepsico (Pepsi, SevenUp, San Carlos, etc) se ha propuesto reciclar el 100% de sus botellas a nivel global y que el 35% de sus empaques -también de alimentos- contenga PET reciclado. CBC Peruana, embotelladora de Pepsico, a mediados del año pasado comenzó a hacer pruebas para incorporar resina reciclada en sus empaques y espera lanzar envases con dicho insumo hacia mitad del próximo año. Hoy todavía no la incorporan, informa la empresa.
En tanto, Coca Cola (Coca Cola, Sprite, Fanta, San Luis, etc) se ha propuesto integrar y mantener el 25% del plástico reciclado en sus botellas y este año lanzó al mercado una botella reciclada al cien por ciento. Backus AB InBev (San Mateo, Guaraná, Maltín Power) anunció la misma meta porcentual en el 2016. “Para el 2025, queremos elevar el porcentaje de resina de plástico reciclada en todas nuestras presentaciones”, afirma Gemma Canepa, su gerente de sostenibilidad, y agrega que en el mundo buscan posicionar los envases retornables y reciclables para reducir los insumos usados para producirlos.
El Grupo AJE (Kola Real, Big Cola, Oro, etc.) se ha fijado aligerar el peso de sus botellas y a la fecha ha logrado -en general en su portafolio - reducirlo en 30%, explica la firma a Día1. La corporación peruana también ha puesto su foco en las botellas 100% recicladas, en su caso para las marcas de bebidas más saludables, agregan.
¿Y LOS FABRICANTES?
En esa carrera, también están los principales fabricantes de envases de plástico. San Miguel Industrias (SMI, del Grupo Intercorp) ha invertido US$25 millones en una planta con una capacidad para procesar 20 mil toneladas por año, de las cuales anunció un 25% supondría “Clear Pet” o resina reciclada.
No obstante, según informó la firma el año pasado a la prensa, dicho objetivo crecería a 50%, gracias a la incorporación de una línea en la que se disponía a invertir US$10 millones. “En 2020 planeamos trabajar al 100% de nuestra capacidad”, indica a Día1 Jacobo Escrivá, gerente de la unidad de negocio de PET de SMI y detalla que el volumen de botellas que hoy transforman (1,3 billones) equivale al 20% del PET que necesita procesarse en el mercado peruano.
De su lado, Pamolsa (Carvajal Empaques) partió en el 2013 con una inversión de US$1 millón en una línea de procesamiento de 270 tm de botellas PET al mes, que el año pasado –después de cinco años– alcanzó su tope. Con un desembolso de US$1,5 millones en una segunda línea, la compañía prevé desde este mes comenzar a procesar 700 tm/mes, adelanta Enrique Sarco, jefe de responsabilidad social empresarial de la firma. En su caso, el horizonte es pasar del 30% actual de PET reciclado en sus productos al 80% en el 2021. Aclaran que pese a que absorben botellas, Pamolsa las reprocesa para convertirlas en otro tipo de envases, como bandejas.
Sin embargo, llegar a las metas no es tarea sencilla en el Perú, donde poco más del 15% de los residuos de plástico producidos es mal gestionado, según un informe del Grupo del Banco Mundial de septiembre pasado. En el sector privado, señalan que sólo el 4% de los residuos logra procesarse en un relleno sanitario. En efecto, recoger las botellas que colocan en el mercado supone un esfuerzo mayúsculo en ese contexto, en línea con el cumplimiento de la llamada “responsabilidad extendida del productor" que establece la Ley de plástico.
Así, a través de sus estrategias de sostenibilidad –en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas– las compañías están invirtiendo en diferentes iniciativas vía alianzas con municipios (responsables de la recolección de residuos). Estas van desde la instalación en supermercados de estaciones de reciclaje y máquinas expendedoras a la inversa (donde el consumidor deja su botella a cambio de tickets de descuentos o puntos acumulables), impulsadas en pequeña escala o proyectos piloto; a la donación de recursos para la instalación de plantas trituradoras de residuos (botellas incluidas), como lo ha hecho una empresa en Machu Picchu Pueblo, a fin de coadyuvar a salvaguardar la integridad del santuario homónimo, patrimonio de la humanidad.
RETOS DE FONDO
Pero no es suficiente. De hecho, el volumen recuperado hasta ahora no permite cerrar el círculo en el que las botellas entran al mercado, se reciclan y vuelven a ingresar. ¿Cómo conseguirlo? La solución empieza por resolver un problema estructural, sobre el que todas las compañías consultadas para este artículo son conscientes.
“Lo que nos dicen las empresas que quieren hacer envases de material reciclado es que no tienen suficiente oferta que les venda el plástico porque mucho de ese plástico PET entra al sistema informal y no se los pueden vender con factura. Entonces, lo que ellos nos han pedido es incentivar la formalización. Es parte de lo que venimos trabajando”, comentó a Día1 la ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, en el II Foro Internacional de Economía Circular celebrado en Lima la semana pasada.
¿Cuántos recicladores hay en el país? Según los ministerios del Ambiente y de Trabajo, en el país existen unas 500 mil personas que hoy se dedican al reciclaje (y valorización) de residuos sólidos, según declaraciones de la ex ministra Lucía Ruíz, en marzo pasado.
En el sector privado manejan una cifra menor. De acuerdo con Ciudad Saludable, en el país hay 108 mil recicladores, de los que solo entre el 12% y el 15% son formales. Escrivá, de San Miguel Industrias, comenta que su operación se abastece de unas 100 mil familias de recicladores. Aunque no hay cifras concluyentes, se espera que el Minam presente los resultados de un censo de recicladores hacia fin de año, indicaron fuentes del sector.
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En la industria, también hay retos inhouse, como desarrollar un mismo tipo de resina que sirva para fabricar la botella, la etiqueta y la tapa o encontrar una solución alternativa que optimice el reprocesamiento, apunta Eduardo de la Torre, coordinador nacional de programas y proyectos de Ciudad Saludable. “Si fuera un solo material sería más fácil”, dice.
¿Y la resina vegetal? ¿Podría reemplazar al PET? Para Jesús Salazar, director del Comité de Plásticos de la Sociedad Nacional de Industrias, el cambio de matriz productiva no es una opción. Según indica, hoy solo entre 1% y el 2% de la resina usada en la industria global del plástico es vegetal y su precio es hasta cinco veces más que el convencional. “Siempre hay espacio para plástico biodegradable y compostable, pero la oportunidad que se nos presenta es de reciclar el 100% de los plásticos que se produce. Eso sí es viable”, opina.
SOLUCIONES EN CARTERA
¿Lograremos recuperar todas las botellas? Como parte de la solución, el Estado está trabajando en la creación de una “hoja de ruta” hacia la economía circular que incluirá a entre otras industrias, a la de envases.
La iniciativa supone la definición de acciones a seguir a partir de la identificación y revisión de los puntos críticos en diferentes cadenas productivas que impiden hoy que la economía circular fluya, explica Lies Linares, viceministra de Gestión Ambiental. Sí, eso implicará una revisión de la regulación, sostiene, pero el debate –señala– no será “de gabinete”, sino colaborativo.
De manera complementaria, el Minam busca visibilizar las rutas de los residuos y establecer puntos estratégicos de acopio para que los recicladores los recojan, adelanta. “Las empresas podrán tener más volumen y vendérselo a los que necesitan para sus envases”, comenta, en relación a los intermediarios.
En ese sentido, en el sector privado opinan que ayudaría un mayor involucramiento de los gobiernos locales en la recolección. También sumaría la implementación incentivos tributarios para los negocios con impacto medioambiental positivo como el reciclaje, sugieren en el San Miguel Industrias y Backus.
Al respecto, Salazar, del Comité de Plásticos de la SNI, advierte la importancia de evaluar la forma en que se podrían implementar estas medidas. Se refiere al modelo establecido por Ecuador, donde el consumidor recibe centavos de dólar a cambio de botellas. “(Esto) ha generado que muchas botellas nuestras de reciclado vayan a parar a Ecuador. Hay evidencia de que por la parte norte (del Perú) salen estas botellas. Entonces, no está solucionando el problema en Ecuador, más bien lo está empeorando y nos está generando un problema a nosotros”, alerta.
Pese a los retos: ¿vamos en buen camino? Las fuentes opinan que sí y que un síntoma de ese avance es el cambio “cultural” en el consumidor asociado a la percepción del PET. “La pregunta (de la industria) era: ¿quién aceptará tomar agua pura en una botella 100% reciclada?”, recuerda Salazar. “Había que cambiar el chip del consumidor”, añade. Sin duda, más allá de las políticas, el reto está en nuestras manos.
DATOS
►APP. Este año el Gobierno lanzó el aplicativo “En casa yo reciclo”, que permite al usuario identificar los puntos de recojo más cercanos de vidrio, plástico, papel y cartón, latas, entre otras cuatro más opciones de envases reciclables. Entre los comentarios de quienes han intentado usarla se observa la necesidad de incluir puntos de acopio en ciudades del interior del país.
►Contracción. La inversión en activos en maquinaria plástica cayó 27% entre enero y septiembre pasados, según el Comité de Plásticos de la Sociedad Nacional de Industrias. “Eso significa que el empresario del plástico está siendo muy cauteloso respecto a su inversión”, comenta Jesús Salazar, director del Comité de Plásticos de la Sociedad Nacional de Industrias.