Luego de los primeros días de los Juegos Olímpicos París 2024, los atletas a nivel global compiten con la ilusión de alcanzar el podio y hacerse de una o varias medallas olímpicas. Los atletas peruanos, por supuesto, también persiguen el mismo sueño y desde la semana pasada representan al país con todo su talento y esfuerzo en esta cita olímpica. Pero llegar a la competencia polideportiva más importante del mundo, además de sus habilidades y disciplina, requiere también de financiamiento y en un país donde el apoyo estatal no resulta suficiente, ¿cuál es la situación de los patrocinios deportivos por parte de la empresa privada? ¿Estos llegaron a nuestros atletas olímpicos?, ¿ha aumentado el apoyo?
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Como explica David Ruíz, director y cofundador de la agencia de marketing deportivo Inyogo Sports, a Día1, definitivamente los atletas requieren varios miles de dólares al año para poder costear las horas de entrenamiento, el equipamiento necesario, entrenadores, fisioterapeutas, nutricionista, psicólogos deportivos, suplementación nutricional, los viajes para bases de entrenamiento en el exterior, así como para competencias nacionales e internacionales que se necesitan para clasificar a torneos de este nivel.
“Es cierto que algunos costos, son subvencionados en parte por el Estado peruano a través de los fondos que el IPD transfiere a las federaciones así como por el Programa de Apoyo al Deportista (PAD). Sin embargo, por lo general, son insuficientes respecto al nivel de inversión que se hace en otros países, y eso genera una desventaja competitiva. Por ello resulta clave el apoyo de la empresa privada”, resalta.
De los 25 atletas peruanos que han sido parte de la delegación de nuestro país en París 2024, vemos que 18 de ellos cuentan con algún tipo de patrocinio deportivo, sea de una entre una y hasta siete marcas en algunos pocos casos excepcionales. De hecho, como nos comentó Raúl Rosales, director de la carrera de Administración y Negocios del Deporte de la UPC, “los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019 fueron un punto de inflexión en el que se revirtió el poco involucramiento de la empresa privada en deportes fuera del fútbol y vimos un interés de la población y de las marcas en conocer deportes menos tradicionales”.
“Antes de Lima 2019, la mayoría de patrocinios para deportes no tan populares era por ‘value in kind’(valor en especie con productos o servicios de las marcas)”, asegura. Rosales explica que estos significa que ahora hay una mayor presencia de auspicios de aportes económico, además también de ‘value in kind’.
Ruíz de Inyogo Sports calcula que hoy en día los auspicios deportivos en el Perú mueven US$50 millones anualmente, de los cuales un gran porcentaje se concentra en el fútbol, sobre todo el masculino. De esta cifra, Inyogo Sports estima que un 2% es el que hoy se distribuye entre patrocinios a deportistas del ciclo olímpico.
“Esto revela que aún tenemos mucho por desarrollar. Antes de Lima 2019, este monto no llegaba al 1%”, afirma a Día1. Pese a ello, remarca que el crecimiento del polideportivo ha sido muy importante en los últimos años y atletas como Kimberly García y Gladys Tejeda hoy son protagonistas estelares de importantes marcas. Para el experto, desde Lima 2019 se generaron nuevos héroes deportivos para el país como Gladys Tejeda, Kimberly García, Lucca Mesinas, Piccolo Clemente o el paratleta Rodrigo Santillán, quien participará de los Juegos Paralímpicos París 2024 (28 de agosto al 8 de septiembre).
Al respecto de los atletas paralímpicos peruanos, notamos que, hasta donde pudimos conocer, solo tres de los paradeportistas clasificados a París 2024 cuentan con algún patrocinio deportivo en este ciclo paraolímpico. Una tarea pendiente para seguir trabajando en esta materia.
Y en lo que va de la competencia de París 2024, se esbozan nuevos héroes deportivos como Stefano Peschiera, el atleta peruano que acaba de darle al Perú una medalla olímpica luego de una espera de 32 años. En un día de hazañas y en medio de una espera por un mejor clima que nos diera una alegría a los peruanos, Stefano logró subir al podio al Team Perú ganando la medalla de bronce en la competencia de vela. Si bien el deportista peruano empezó por detrás de varios competidores, en el último tramo, logró remontar y quedarse con el tercer lugar.
Alonso Correa que, en su primera participación, clasificó a la semifinal de surf tras vencer al japonés Reo Inaba, y estuvo muy cerca del podio, quedó en cuarta posición en los Juegos Olímpicos tras caer ante el brasileño Gabriel Medina. Además de nuestras marchistas atléticas Kimberly García, nuestra campeona mundial, Mary Luz Andía y Evelyn Inga, que aunque no alcanzaron una presea, en estos Juegos, Evelyn alcanzó a estar en el top 10. Mientras Kimberly junto a César Rodríguez quedaron cuartos en la carrera de relevos. En esta nota puede ver las marcas que ha hecho Kimberly y quiénes fueron sus rivales.
Algunos atletas que competieron con Kimberly García (marcha atlética) y Alonso Correa (surf) y que lograron mejores resultados son latinoamericanos como el brasileño Gabriel Medina (surf), que venció a nuestro compatriota Alonso Correa en surf ; la ecuatoriana Glenda Morejón (marcha atlética), con 24 años; la mexicana Alegna González, o la brasileña Viviane Lyra (marcha atlética). Ante ello, vale preguntarnos, si en el Perú, hoy los patrocinios deportivos a los atletas representan un 2% aproximadamente del total de patrocinios en el país, ¿cuál es la situación en nuestros vecinos de la región?
Ruíz sostiene que es difícil calcular una cifra al respecto por la realidad de cada uno de los países, pero estima que el porcentaje de inversión en patrocinios deportivos para atletas del ciclo olímpico en la región no debe superar, en el mejor de los casos, el 10% del porcentaje total de inversión. “Somos un continente futbolero por excelencia, pero afortunadamente cada vez estas disciplinas polideportivas adquieren más relevancia a efectos de campañas, las historias de superación y sacrificio de los atletas del ciclo olímpico, y estimo que el porcentaje de inversión en ellos irá creciendo”, avizora.
Es así que confía que poco a poco se vayan reduciendo las brechas y el apoyo sea más homogéneo, dado que, viendo el número y montos de patrocinios que hoy tienen algunos atletas aún distan mucho del apoyo que reciben otros deportistas. “Kimberly García, en particular, destaca con siete sponsors, superando a muchas de sus competidoras y situándose cerca de los estándares de apoyo que reciben atletas top a nivel mundial”, refiere a Día1. (Ver cuadros)
En el caso de Stefano Peschiera, nuestro velerista olímpico, partió hacia Paris 2024 con cinco sponsors, como Redondos, Reebok, Mitsubishi Motors, Globe Sailing y TSK. Y aunque puedan parecer varios patrocinadores, no necesariamente cubren todo lo que demanda prepararse para alcanzar un lugar en el podio.
De hecho, nuestro atleta de 29 años, previo a su viaje histórico a Paris 2024, reveló su deseo de dejar el deporte. “Estaba pensando un poco en retirarse y pasar a otras etapas de mi vida”, comentó en una entrevista con Movistar Deportes, donde también comentó que estudió finanzas. ¿Por qué pensó en el retiro? “Me han dicho que estoy muy joven para retirarse pero yo tenía un plan, dos Olimpiadas, ya estamos en la tercera porque quiero demostrarme de lo que soy capaz”, reveló.
Eduardo Flores, CEO de la agencia de marketing Toque Fino, precisamente, recordó los sacrificios que deben realizar los deportistas peruanos, que no cuentan con un apoyo hasta que empiezan a vislumbrar logros deportivos, para alcanzar estos éxitos. “El deportista para ser olímpico debe privarse de muchas cosas, postergar una carrera profesional, la familia, cosas que no se ven”, dijo para el videopodcast ‘Tenemos que Hablar’ de El Comercio.
No obstante, remarca que varios atletas peruanos clasificados aún no cuentan con ningún tipo de auspicio, “lo cual puede limitar su preparación y desempeño en los Juegos Olímpicos. Por eso es que resulta clave que tanto el sector privado como las instituciones deportivas nacionales amplíen su apoyo financiero para asegurar que todos los atletas tengan las mismas oportunidades de representar a Perú”, asegura a Día1.
Durante los últimos meses, previos a París 2024, ha habido interés por parte de las marcas en auspiciar a los atletas y realizar campañas con ellos, comenta Ruíz. Sin embargo, aún considera que es necesario concretar estos patrocinios y seguir incrementando el apoyo a los atletas peruanos clasificados. “Esta asociación les permite aprovechar la enorme visibilidad y alcance global del evento, además de vincularse con los valores positivos y emocionales que representan los atletas y los Juegos Olímpicos”, destaca.
Estos patrocinios deportivos, ¿en cuánto pueden cubrir los gastos que realizan los atletas para su preparación? Flores nos contó que salvo los atletas consagrados y que han hecho todo para un posicionamiento de marca potente, para la mayoría de deportistas los auspicios y patrocinios pueden ayudar a cubrir un 20% o 30% de todo lo que necesitan.
¿Qué buscan las marcas de los atletas?
Las marcas observan muchos factores antes de convertir a un atleta como su embajador de marca y brindarle un patrocinio deportivo. Como explicamos en este informe, hace unos meses, si bien los logros deportivos son muy importantes, hoy ha cobrado gran relevancia para las marcas que los deportistas tengan una comunidad en redes sociales, coinciden los expertos. Un punto de inflexión para nuestros deportistas, dado que la mayoría de deportistas de alto rendimiento no se ha centrado tanto en trabajar este aspecto o no trabaja con una agencia o un manager que se encargue de ello.
“Las marcas muchas veces miran el ‘engagement rate’, la comunidad del deportista en las redes sociales y en muchos casos los atletas tienen cuentas cerradas, no muy activas o comunidades muy chicas, por lo que las marcas terminan optando por ‘influencers’”, cuenta Eduardo Flores, CEO de la agencia de marketing deportivo Toque Fino. No obstante, la diferencia entre optar por un ‘influencer’ o un deportista calificado radica, agrega Flores, en la autenticidad de los atletas y en que se puede llegar a audiencias más específicas.
Además de la oportunidad de que en base a sus logros deportivos pueden ir construyendo su comunidad. “La reputación de las marcas que apoyan a deportistas de alto rendimiento se ve recompensada y eso no lo da un ‘influencer’”, asegura. A ello, Rosales agrega que las marcas pueden apostar más por los atributos deportivos, valores y las historias de superación de los deportistas, “antes de centrarse solo en el logro deportivo, que siempre es deseable, pero no es sostenible ser campeón siempre”, remarca.
Desde el punto de vista de Ruíz, para seguir impulsando los patrocinios deportivos, va a ser muy importante que se ponga en agenda una Ley de Patrocinio Deportivo, que realmente otorgue beneficios tributarios tangibles a aquellas empresas o privados que inviertan en la carrera de un deportista, así como en infraestructura deportiva y el deporte en general. “La ley del mecenazgo, fue una buena iniciativa, sin embargo ha sido insuficiente. Creo que hay que ver ejemplos de otros países que incluso generan la posibilidad de la doble deductibilidad para efectos del impuesto a la renta”, nos menciona.