El renacer de las playas del norte: cómo Máncora, Vichayito y Punta Sal han logrado un ‘boom’ de visitas por estos días

A primera vista se podría decir que abrir una nueva ruta aerocomercial en estos tiempos de pandemia es un despilfarro. ¿Por qué —en estos días de aún baja ocupación— una empresa se animaría a ofrecerla? Es, como mínimo, una inversión de alto riesgo. Para entenderla entonces hace falta conocer los detalles de esta apuesta.

Primero, el trayecto: se trata de un vuelo entre Lima y Máncora —nada menos que el motor de las paradisíacas playas del norte peruano— y, segundo, el costo oportunidad: en estos momentos —y durante los próximos seis meses— allá es donde el turismo interno alcanzará su mejor nivel posible (considerando las actuales circunstancias).

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Bajo estos preceptos se entiende mejor por qué la aerolínea Wayra ha decidido abrir esta ruta con un avión Fokker para 80 pasajeros. Por eso comenzó a operarla desde hace un mes, con una frecuencia de una vez por semana. Aterriza en el aeródromo Walter Braedt, desde donde los viajeros pueden partir —además de a Máncora— hacia destinos como Vichayito y Órganos (en Piura) y a otros como Zorritos y Punta Sal (en Tumbes). Un radio de alcance que abarca al corazón de lo que en Promperú llaman ‘las playas del norte’.

“Estas playas, junto con otras como El Alto, Cabo Blanco y La Brea, entre otras, están logrando un buen flujo de visitantes en las últimas semanas”, explica José Miguel Alzamora, cabeza de la Dirección Regional de Turismo (Dircetur) de Piura. Eso, por supuesto, no está pasando desapercibido para los distintos actores en la industria de los viajes. De hecho, basta con darle una mirada al crecimiento de los vuelos comerciales hacia el aeropuerto Guillermo Concha (de Piura, justamente), que se han incrementado de cinco a 14 por semana desde que se levantó la cuarentena en esta zona del país.

SEÑALES DE UN ‘BOOM’

Lo dicho permite inferir que es por las playas del norte que el turismo interno comienza a dar sus primeros pasos, luego de seis meses de estar inactivo, como señala el gerente general de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora Perú), Fredy Gamarra.

Otra demostración de este naciente ‘boom’ en las playas norteñas es que algunas de sus casas de hospedaje y hoteles hayan alcanzado el 100% de ocupación durante los últimos fines de semana, destaca José Miguel Alzamora a Día1. “Entre lunes y viernes han ido creciendo desde el 20% de ocupabilidad —los primeros días de reapertura— hasta el 50%, y los sábado y domingos se ha llegado al 70% e incluso al 100%”, explica el ejecutivo.

SERVICIOS A TONO CON LA COYUNTURA

Para esto se ha ido preparando la oferta turística en esta zona. La cadena Casa Andina, por ejemplo, que ha reabierto su hotel en Zorritos desde hace algunas semanas, ha llevado hasta allá su servicio Casa Andina Home, pues consideran que sus huéspedes optarán por largas estadías en estos parajes. “La naturaleza de la educación a distancia y el trabajo remoto permiten que una familia, una pareja o incluso una sola persona, se ‘muden’ temporalmente a destinos como el norte”, explica Juan Stoessel, gerente general de la cadena hotelera.

Bajo la misma lógica es que otra cadena como Costa del Sol —que está presente en Piura y Tumbes, además de otros destinos— haya puesto a disposición de sus clientes el servicio Costa del Sol a la carta, que también permite gestionar estadías de largo aliento, es decir, por semanas o meses, como anota el gerente general del ‘holding’, Mario Mustafá.

CRECE LA DEMANDA POR LAS CASAS DE PLAYA

Las casas de playa en el norte también están experimentando los albores de este ‘boom’. Así lo indica, a su turno, Andrés Canessa, cofundador de la plataforma digital Blue Corner, que entre sus servicios está el conectar a quienes alquilan este tipo de casas con sus propietarios.

Tal es el incremento de esta demanda que ya hay varias reservas de casas para diciembre y las festividades de Año Nuevo, en playas como Zorritos, Máncora, Órganos y Vichayito, refiere Canessa. Añade que los viajeros están optando por opciones que les permitan ubicarse en espacios naturales y al aire libre, por seguridad ante posibles contagios de COVID 19.

Precisamente, las garantías de salubridad serán ahora de las cosas que más requieran quienes opten por hacer turismo en el último trimestre de este 2020 y en el verano del 2021. Otro aspecto que será importante es la flexibilidad para el cambio de la reserva, por lo menos durante los próximos 12 meses, explica el vocero de Blue Corner.

Lo cierto es que, por lo menos para ellos, su línea de negocio de facilitar el alquiler de casas será el sustento de su actividad el próximo año, y una señal de lo dicho es que están multiplicando por dos el número de casas para alquiler que presentarán en su plataforma.

ARRANCAN LAS CAMPAÑAS DE PROMOCIÓN

Este será el contexto en el que se lanzarán las campañas de promoción del turismo interno trabajadas por Promperú y la Cámara Nacional de Turismo (Canatur). Carlos Canales, titular del gremio empresarial, nos dice que dos de las campañas serán presentadas hacia finales de este mes: Turismo Perú y Turismo para todos, que permitirán ofrecer viajes con descuentos tarifarios para este último trimestre y el 2021.

Dado que ahora el 99% de los destinos nacionales ha salido ya de las respectivas cuarentenas focalizadas, estas campañas tendrán una cobertura en todo el territorio peruano, algo que no estaba previsto inicialmente (de hecho, estaba programado comenzar con las playas del norte y el nororiente). Al ampliar la cobertura, también se incluirá, por ejemplo, a la joya de nuestra oferta turística: Machu Picchu, que debería reabrir sus puerta desde el próximo mes.

En cuanto al norte, incluso sin campaña ya está acelerando su reactivación. Cabe anotar que la zona tiene —en esta coyuntura— una buena oportunidad no sólo para elevar sus estándares de servicio y de seguridad sanitaria, sino que, en esa línea, sus autoridades deberían retomar las obras de saneamiento (vale decir, la instalación de los servicios de agua y desagüe) en el 100% de sus paradisíacas playas, pues algunas todavía no los tienen. Ninguna justificación mejor que el coronavirus para terminar con esos trabajos pendientes de una vez.

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