“La industria avícola está pasando una de sus peores crisis en este momento”, reportan los productores de aves, pollos y huevos de Arequipa. Por medio de un pronunciamiento, afirman que esta situación se presenta como consecuencia de los bloqueos de las vías, especialmente, al sur de nuestro país, como parte de las manifestaciones sociales.
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El principal efecto es que, desde diciembre del 2022 hasta la fecha, producto del paro regional, no están ingresando granos como el maíz, harina integral y en particular la soya, insumos básicos para la producción de pollos y huevos. Al no contar con el alimento vital para las aves, en consecuencia, se afecta el abastecimiento de la carne de pollo y huevos para la canasta básica de los consumidores. Una situación que podría volverse más crítica.
Pedro José De Zavala, gerente general de La Calera, sostiene que, en efecto, este es un problema que atraviesa la industria y está generando problemas de abastecimiento a nivel nacional. Cuenta que la compañía, al igual que los otros productores de huevos y pollos en el país, compran soya procedente de Bolivia, que compone parte esencial de la dieta del ave.
Aunque los bloqueos son el principal inconveniente para el ingreso de la soya en este momento, el ejecutivo comenta que esto está agravando un problema que se inició hace unos tres meses atrás, a raíz de los paros producidos en Bolivia, en particular en Santa Cruz, que generaron una caída del stock que llegaba al Perú y que el precio de la soya se dispare desde noviembre.
De acuerdo a ComexPerú, no cabe duda que Bolivia es el principal abastecedor de torta de soya, con la importación de 1,1 millones de toneladas (US$580 millones) solo el año pasado. Esto es el 80% del total de las importaciones de este insumo. De esa cantidad, el 60% ingresa vía terrestre por Desaguadero, en la frontera con el vecino país . “Al estar Puno paralizado, su ingreso se complica”, explica Rafael Zacnich, gerente de Estudios Económicos del gremio de comercio exterior.
El precio de este insumo, que compone un 25% del costo de la materia prima para la producción del huevo, como cuenta De Zavala, ha tenido un alza importante desde el 2020. Según Zacnich, este incremento ha sido del 50%.
Otra vía _ El 40% restante ingresa vía marítima por los puertos del país, una opción más costosa, ya que al mayor precio de la soya se suma el costo del flete.
La escasez de la soya no solo afecta al sector avícola, Alex Jerí, representante de la Asociación de avicultores del sur (Avisur) explica que esta afectación se extiende a todo el sector pecuario, esto es a la carne de cerdo y de res, que también cuentan con la soya como parte de su alimentación.
Jerí cuenta a Día1 que todavía para la quincena de febrero llegará una entrega de soya vía marítima desde Argentina y Paraguay. “Va a costar más, sin lugar a duda, y la cantidad probablemente no cubra las necesidades de todos [los productores]”, apunta. Pero, servirá para intentar paliar la necesidad.
Mientras tanto, muchos productores han tenido que utilizar sustitutos para la soya, tales como harina de girasol y pasta de algodón, dentro de la dieta del ave. No obstante, no hay mucha oferta y no cubren las mismas necesidades nutricionales que aporta la soya y eso conlleva a la caída de la producción. “No hay una producción normal, la producción de pollos y huevos cae hasta en un 14% en las avícolas del país”, sostiene Jerí.
En Arequipa, esta caída en la producción oscila entre 10% y 15%, comentó el representante de las avícolas y consejero de la región, Fernando Cornejo, a Exitosa.
COSTOS DE LA SOYA Y EFECTOS DEL SUSTITUTO
Denisse Aliaga, gerenta administrativa de Demestrios Chicken, explica que al darle alimento ineficiente a las aves, sin la dieta adecuada, muchas de ellas van a morir en el camino o van a demorar más tiempo en llegar a su peso ideal para salir de los galpones. “Y eso va a repercutir en sus costos”, afirma la empresaria de la avícola de Ucayali, región en la que sus vías de acceso (la carretera Federico Basadre) también se encuentran interrumpidas hace cinco días (además de los 12 días de bloqueos en diciembre) y donde también se siente el efecto de la ausencia de la torta de soya.
“Este problema afecta a todas las granjas, a nivel nacional”, anota. En su caso, la escasa reserva de soya alcanza para días y se está racionalizando, alimentando en menos ocasiones a las aves con diversas estrategias.
Aliaga, al igual que otros productores avícolas, comentan que el precio normal de la soya solía oscilar entre los US$360 a US$560 por tonelada, un costo que de disparó con la guerra de Rusia y Ucrania hasta US$670. Este costo se vio incrementado durante los paros en Bolivia a fines del año pasado y , ahora, con la imposibilidad de que ingrese el producto este precio se ha incrementado hasta los US$680 a US$800. Si bien el costo es mucho más elevado, la empresaria comenta que estarían dispuesto a pagarlo, pero no hay más en el mercado.
“En el caso de nuestra empresa, los efectos de esta situación, que viene desde diciembre con los 12 días de bloqueos, son peores que los del COVID-19. Es trágico”, asegura a este Diario.
MENOS PRODUCTOS EN LOS MERCADOS DE ABASTOS
Algunos mercados de las regiones como Arequipa y Cusco han reportado un desabastecimiento de pollos y huevos el último fin de semana y un mayor precio ante este menor ingreso de productos a estas regiones y por la menor producción ante la falta de alimentos para aves.
En cuanto a La Calera, De Zavala comenta que en Arequipa aún mantienen stock de la proteína, pero en Cusco ya no. Explica que hay momentos en los cuales hay ciertas treguas en la toma de las carreteras donde pueden ingresar alguna cantidad de productos.
“En diciembre, previendo lo que pasaría en enero, llenamos los almacenes del sur (tienen 13 a nivel nacional), pero esto tiene un tope porque llega un momento en el que ya no puedes ingresar mercadería continua y el producto se acaba”, precisa el ejecutivo de la compañía, cuya venta proviene entre un 15% a 20% de las regiones del sur.
De Zavala explica, además, que cuando se abre la carretera el abastecimiento no se da de manera inmediata. Si abre hoy, en uno o dos días se cubre a nivel mayorista y en los clientes no más de dos días adicionales, en el caso de los huevos. Pero para estar reabastecido en todos los puntos de venta, hasta la última bodega, son en total 10 a 15 días.
Desde Avisur indican que de la producción de las avícolas del sur chico, el 25% se dirigía a la sierra sur del país, hacia donde ya no están llegando. Jerí , al igual que los productores de Arequipa, piden al Gobierno y al Midagri que se liberen las vías para que se garantice el ingreso de estos insumos básicos.
Aunque no se tiene el cálculo exacto, actualmente, para De Zavala, el precio del huevo puede haberse elevado alrededor de S/1 en los mercados con menor abastecimiento y esto es, si se consigue.
LOS EFECTOS ECONÓMICOS Y EL REACOMODO DE LA PRODUCCIÓN
“Hasta el momento, ya se está observando un 15% menos de pedidos, hay carga que no puede pasar a Pucallpa y se terminan perdiendo cargas de pollos bebés”, indica Aliaga sobre la situación en el sur. Una carga, estima, cuesta alrededor de S/90 mil.
Por el lado de La Calera, aseguran que en algunos casos han visto una restricción de los pedidos, de acuerdo a la ciudad, a la sensibilidad del comerciante y sus posibilidades de poder vender ante las protestas. “Los productores de huevos tenemos un poco más de cintura que los polleros. Si el huevo se nos queda tres o cuatro días no pasa mucho. Tiene un tiempo de 30 días. Pero, claro, que si no en ese tiempo no se lleva a los mercados correctos, este aumenta tus stocks y envejece un poquito”, indica.
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Asimismo, indica que hay una afectación económica, por ejemplo, en cuanto a los costos de transporte, que cuestan más por transportar en horarios nocturnos o por demorar más días en la entrega de la mercadería al encontrar vías cerradas. Y por la disminución de precio en algunas ciudades donde la oferta es mayor.
“En términos de consumo, lo que no se vende en el sur se puede recolocar en Lima o en el norte. Al distribuir a nivel nacional, cuando tengo precio alto en Cusco, por ejemplo, puedo tener uno bajo en Chiclayo, se dan distorsiones”, indica. Pero, claro, comenta que en contextos como los actuales y al tener vías cerradas, aumenta la especulación en el mercado y se producen las distorsiones de precio.
En Arequipa _ Según el Sistema de Abastecimiento y Precios (SISAP) del Ministerio de Agricultura y Riego, el precio promedio del pollo en dicha región al 23 de enero es de S/11,13 por kilo. Sin embargo, al 4 de enero, el precio del mencionado producto era de S/9,25. Es así que el incremento en ese intervalo de tiempo es de S/1,88..
Aunque ingresa más oferta de huevos para Lima desde las avícolas que conforman Avisur (al no poder colocarlas en el sur del país), Jerí asegura que no hay tanta disposición del producto en la capital porque no está ingresando tanto producto desde las avícolas del norte. Además, actualmente el valor (en precio de granja) está al mismo nivel -e incluso algunos días, un poco menos- que el costo de producción.
"Mientras hace unos años atrás, tener una granja podía costar US$10 mil para levantar 10 mil gallinas, ahora se necesita US$75 mil. Desde el 2021 hasta la fecha han cerrado 10% de granjas”.
Alex Jerí, representante de Avisur
“Cuando se abra todo, el precio va a subir porque la oferta será menor a nivel general. Se han eliminado gallinas, ya que no ha habido alimentos para darlesa”, comenta.
PROYECCIÓN Y TENDENCIA
De Zavala menciona que, en efecto, una vez que se superen los bloqueos, este año el huevo costará más que el año pasado. En base a sus cálculos, costará al menos un 10% más. No solo por la paralización de las vías, la inflación y la tendencia al alza del tipo de cambio impactan en la materia prima del huevo. Además de los costos adicionales que toma la industria ante la gripe aviar y, por supuesto, el impacto del menor stock de soya, problema atizado por los bloqueos.
“El 70% del costo del huevo es materia prima. En el 30% restante se engloban los costos de logística (donde se incluyen los bloqueos) y la rotura del huevo”, comenta.
A ello se suma que ya son cada vez más productores que comienzan a pensar si quieren o no seguir produciendo huevos y pollos. Hay muchas granjas formales que han disminuido su tamaño, revela el empresario avícola.
Jerí remarca que esta es una tendencia que se observa ya desde el 2021, ante el mayor costo de producción del sector. Mientras hace unos años atrás, tener una granja podía costar US$10 mil para levantar 10 mil gallinas, ahora se necesita US$75 mil. “Desde el 2021 hasta la fecha han cerrado 10% de granjas y se han dejado de producir un 40% en este tiempo”, afirma.
La industria avícola, recuerda, generaba un millón de puestos de trabajo directos, ahora son 800 mil. Los indirectos, inclusive, llegan a 4,5 millones. Entre ellos se ubican los negocios que se generan alrededor del huevo, como los puestos de papita con huevo, comida al paso y similares.