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“Cada vez hay más apetito en el Perú por el financiamiento sostenible”
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“Cada vez hay más apetito en el Perú por el financiamiento sostenible”

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En un contexto retador para el impulso de la sostenibilidad a nivel global, América Latina permanece como un destino de interés para el financiamiento de proyectos con objetivos verdes y sustentables. Daniel Gracian, director de Finanzas Sostenibles para Latinoamérica en , explica a Día1 más detalles sobre las ventajas competitivas de la región, y comenta las dificultades que se han presentado en el mercado de deuda sostenible en lo que va del año.

- El panorama actual nos demuestra que Estados Unidos, a diferencia de la tendencia que sigue Europa y a raíz de las políticas de Donald Trump, parece alejarse del impulso a las inversiones en energía limpia, dejando relegada su apuesta por la transición energética. ¿Esto ha impactado en algún sentido al mundo de las finanzas verdes o sostenibles en lo que va del 2025? ¿Hay alguna reconfiguración?

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Maro Villalobos

Definitivamente ha habido muchas preguntas en el mercado sobre el impacto real de lo que ha sucedido a nivel político y geopolítico alrededor del mundo, pero en realidad el volumen de deuda sostenible demuestra lo contrario [a una contracción]; o sea, sigue aumentando. En lo que va del 2025 el volumen de deuda sostenible a nivel mundial ha alcanzado US$1,2 billones, que es ligeramente más alto de lo que teníamos en el 2024 en este mismo período. Al final lo que vemos en la práctica es que continúa el interés por el financiamiento verde. Hay compromisos de gobiernos, el sector empresarial también mantiene los suyos, y lo más importante es que la inversión continúa. Entonces, a pesar de que tal vez uno lea ciertas noticias y haya mucho ruido en el mercado, lo importante es que esto está para quedarse y en realidad no hemos visto mucho movimiento negativo.

- Y si hablamos específicamente de Estados Unidos, ¿se ha visto este año un impacto en el financiamiento sostenible?

En Estados Unidos vemos que las inversiones continúan. Tal vez hay estrategias corporativas sobre las que se prefiere no comunicar como se comunicaba antes, pero el compromiso sigue ahí.

- ¿Cómo ha venido creciendo el financiamiento sostenible en América Latina?

América Latina ha sido un líder en muchos sentidos en este ámbito. Tal vez no tanto en volumen, porque al final es una región más pequeña si la comparamos con Estados Unidos o Europa, pero si vemos el porcentaje de deuda sostenible del ‘stock’ de deuda total, este año y el 2024 [el financiamiento] crece como un 20%, y eso es mayor a lo que vemos en Europa (14%) y en Estados Unidos (1%). Esta ha sido la evolución en los últimos cinco años del crecimiento en términos de volúmenes y también como porcentaje total de la deuda que estamos viendo.

- ¿Dentro de la región, qué lugar ocupa el Perú y cuál es el potencial de crecimiento?

El líder indiscutible en la región es México. Este año, cerca del 33% de toda la deuda sostenible viene de dicho país, que es seguido por Brasil, Chile y el Perú. En el caso peruano la participación asciende al 11% del mercado latinoamericano de deuda sostenible, posicionándose en cuarto lugar. Evidentemente, yo no veo [este resultado] de una forma negativa; lo veo de algo positivo porque hay muchísima oportunidad de crecimiento. Cuando he conversado con nuestros clientes acá en el Perú, he visto una evolución significativa conforme pasan los años. Cada vez hay más apetito. En el sector empresarial [peruano] en general, hay mucho apetito por aprender más, por entender qué significa el financiamiento sostenible, cómo pueden acceder a él, cuáles son los beneficios... Soy bastante optimista sobre el [potencial del] mercado local. Más aún con la taxonomía verde acercándose y con la aprobación de la estrategia del cambio climático y la ruta de finanzas verdes; todos estos pasos son sumamente importantes para expandir el mercado local.

Scotiabank.
 Foto: Andina.
Scotiabank. Foto: Andina.

- ¿Cómo aterrizar ese atractivo sobre la deuda sostenible a los diversos clientes corporativos?

El financiamiento sostenible implica ligar tu estructura de capital con tu estrategia sostenible. Ver a qué proyectos o iniciativas que estás financiando, que concuerdan con tu estrategia de sostenibilidad, puedes darles un enfoque verde, social o ligado a indicadores de sostenibilidad.

- Hace más de un año usted nos comentaba que los volúmenes de deuda sostenible al cierre del 2023 fueron levemente menores al resultado de 2022, en parte, por la demanda del mercado. ¿Cuál fue la evolución al cierre del 2024 y cómo se ha estructurado esta emisión de deuda?

En comparación al 2023, en el 2024 el financiamiento sostenible repuntó un poco. Sí quiero destacar que en el 2025, aunque los volúmenes a nivel global se mantienen relativamente constantes, en América Latina vemos un decrecimiento [de deuda sostenible] cercano a un 60%.

- ¿Por qué se ha dado esa caída?

Por dos razones: en primer lugar, el año pasado hubo emisiones grandes de corporativos que básicamente intentaron deshacerse de sus necesidades de financiamiento dada la coyuntura macroeconómica. Estos emisores en este momento no han vuelto a salir al mercado. Eso, evidentemente, cambia un poco la la dinámica. También pudo haber impacto porque hubo bastante incertidumbre en los primeros meses de este año. Hubo emisores que salieron esos primeros meses, que posiblemente no sabían cómo iba a reaccionar el mercado internacional con la deuda sostenible, y prefirieron, por ende, no emitirla. Estos dos temas definitivamente han bajado el volumen [de emisiones]. Por eso, este 2025 nuestras proyecciones sí cambiaron un poco. En cuanto al volumen, no esperamos que sea igual al 2024. Va a ser más bajo.

- ¿Cuál es el la cifra a la que apuntan aproximadamente?

No te puedo dar una cifra porque el mercado está cambiando mucho. Diría que en el último mes de marzo hemos visto un repunte, más apetito, pero no puedo dar una cifra.

- En los primeros meses del año, entonces, sí se vio el impacto por la incertidumbre global.

Así es. El interés sigue ahí, pero evidentemente la razón por la que el mercado está más bajo es por la incertidumbre que mencionas. A ello se suma las grandes emisiones de deuda sostenible de corporativos en la región en el 2024, que no se han repetido este año.

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- ¿Tienen expectativas de que las emisiones de deuda sostenible se recuperen hacia el 2026?

Creo que definitivamente va a repuntar. Es imposible predecir en este momento qué va a suceder a nivel mundial, pues hay muchos temas políticos, macroeconómicos y geopolíticos ocurriendo, pero pensamos que sí va a repuntar gracias a la innovación que estamos viendo en América Latina. Los emisores soberanos son cerca del 40% del mercado de la deuda sostenible en la región y van a seguir siendo importantes, pero estamos viendo a países como México, Chile y Brasil reforzando sus programas de deuda sostenible, por lo que pensamos que eso va ayudar en el 2026. De otro lado, estamos viendo también productos más de nicho que van a ser aún más importantes, como los bonos de diversidad, bonos o financiamientos azules y canjes de deuda por naturaleza. Estos productos de nicho también van a ayudar a empujar aún más el mercado en el 2026.

- ¿Los productos nicho pueden ser catalizadores, más allá de las proyecciones?

Casi siempre digo que América Latina es un centro de innovación de finanzas sostenibles. Desde aquí estamos viendo muchas vertientes nuevas de financiamiento. Está la diversidad, la economía azul y todo el tema social. Eso ya está sucediendo, pero creo que después de la COP 30, que se celebra en Brasil, va a haber un empuje aún más fuerte, que va a llevar a un incremento en volúmenes para el 2026.

- ¿A qué se debe este potencial de crecimiento? ¿Tiene que ver, quizá, con que la región se subió a la ola de financiamiento sostenible después que otras regiones, como Europa?

No diría que es porque subió la ola después que Europa. Es, sobre todo, porque todavía hay aspectos del sector que se están desarrollando en la región, como las taxonomías verdes. Ya se han publicado cerca de ocho taxonomías en la región, pero todavía están en etapa de implementación. Una cosa es publicarlas y otra implementarlas para que el sector financiero o los inversionistas las utilicen. Esa es una oportunidad importante. También está el avance de la regulación: se están lanzando a nivel mundial las normas S1 y S2, ya en algunos países se están implementando, y eso va a dar mucha más transparencia y disponibilidad de datos, empujando aún más la movilización de capital hacia los ámbitos sostenibles.

- ¿Qué tanto proyectan que puede crecer el financiamiento verde en Perú al cierre de este año y en el corto - mediano plazo? ¿Tienen alguna apuesta específica por nuestro mercado?

Lo que vemos en el Perú es que se va a seguir la tendencia regional. No hemos hecho proyecciones a nivel país, sino a nivel regional. [El Perú] es un mercado todavía pequeño [en deuda sostenible], pero estamos apostando muchísimo por él. Dentro de nuestra operación local tenemos a personas dedicadas a las finanzas sostenibles, porque vemos el potencial. Hay que desarrollar las capacidades técnicas a nivel local y luego apostar por la innovación, que yo creo que va a suceder.

- ¿Qué capacidades técnicas cree que se deben desarrollar en el corto plazo para impulsar más el financiamiento verde a nivel local?

Capacidades de estructuración de instrumentos sostenibles desde el sector empresarial, pymes, e inclusive la banca. Se deben desarrollar capacidades para estructurar los financiamientos sostenibles y para seguir de cerca los requerimientos y las expectativas, así como ver cuáles son los estándares de mercados internacionales [...]. Estos son temas importantísimos para que el mercado se expanda, y son capacidades técnicas que creo que hay que seguir desarrollando.

- Este año ha sido clave para los mercados emergentes y el flujo de inversiones que ha visto un atractivo financiero en esa dirección. ¿Considera que se sostendrá ese apetito y que será beneficioso para el flujo de financiamiento sostenible en la región?

Yo creo que sí. La apuesta que tiene la región por el financiamiento sostenible se da, por un lado, porque vemos los impactos reales del cambio climático. En las costas, en la selva, por la escasez de agua, la falta de energía hacia nuestras comunidades... lo estamos viendo todos los días. Pero por otro lado -y también creo que por eso hay muchas emisiones soberanas-, vemos el financiamiento verde como una ventaja competitiva para atraer ese capital hacia las regiones emergentes. Por ello pienso que esto va seguir: mientras otras regiones tal vez hacen una pausa en el tema de sostenibilidad y finanzas sostenibles, siento que América Latina lo ve como una ventaja competitiva para atraer capital, especialmente de fondos de inversión europeos o de norteamericanos que están enfocados en temas ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).

- ¿Los gobiernos están aprovechando ese potencial?

Definitivamente. Muchos gobiernos de la región están expandiendo sus programas de financiamiento sostenible. No hemos visto a ninguno que lo esté dejando a un lado.

- Si hablamos de la posición del Perú dentro del mundo de financiamiento verde, ¿cree que nuestro país puede posicionarse como un ‘hub’ para este mercado de deuda?

Pienso que sí, y que tiene todo para hacerlo. Lo que me ha sorprendido muchísimo es que hay pasión por el tema. Siempre nos enfocamos en la parte financiera, pero también tiene que existir la voluntad de las personas. Creo que hay aspectos que se deben seguir desarrollando para que esto sea una realidad, como la taxonomía verde (que ya debe salir). Eso es importantísimo. Posteriormente, alinearse con los requisitos internacionales de reportería como los del ISSB (International Sustainability Standards Board) que son los S1 y S2. Eso también puede ser muy poderoso para que las empresas empiecen a reportar datos climáticos.

- ¿Cómo ve ese potencial desde el sector minero, que es el más importante de nuestra economía? ¿Existe ese interés por acceder a financiamiento sostenible?

Sí, y lo estamos viendo no solamente en el Perú, sino a través de toda la región. Inclusive en Canadá, donde tenemos nuestra casa matriz. Hay mucho interés por estos temas. No es ningún secreto que la minería es una industria fundamental para el Perú y que también va a ayudar a que el mundo avance hacia una transición a una economía baja en carbono. Las discusiones que estamos teniendo son muy positivas en todos los sectores principales, no solamente en minería, sino también en infraestructura, energía, agro [...]. Eso es algo positivo que nos da mucha esperanza, pues sentimos que poco a poco todos estamos remando hacia el mismo lugar.

- Desde Scotiabank, ¿tienen alguna apuesta por el mercado de deuda sostenible en la región hacia el mediano y largo plazo?

Desde Scotiabank Global tenemos la meta de proveer hasta 350.000 millones de dólares canadienses en financiamientos climáticos al 2030. El 2024 terminamos en 172.000 millones de dólares canadienses. Evidentemente, vemos muchísima oportunidad para seguir creciendo y brindando este tipo de financiamiento. No es un secreto que América Latina es la región clave para el banco y que el Perú también es un país clave para nuestra estrategia regional. En esa línea, vemos que el espacio de crecimiento va a seguir en la región y vamos seguir trabajando en equipo para poder apoyar a nuestros clientes aquí.

- ¿Qué casos de éxito de financiamiento verde pueden destacar en nuestro país?

En los últimos tres años el financiamiento que ha proporcionado Scotiabank aquí en el Perú ha incrementado muchísimo, pero hay tres casos específicos que sucedieron hace poco y que demuestran la variedad que puede atender el financiamiento sostenible. Uno fue un préstamo que le hicimos a Pura Fruit para mejorar su manejo de aguas y agroquímicos, algo sumamente importante en el sector agro. El otro préstamo que hicimos fue para la Universidad Científica del Sur, para mejorar sus campus y que obtengan la certificación LEED; que sean más eficientes en temas energéticos. Y finalmente el más reciente fue el bono verde que estructuramos para Parque Arauco, siendo este uno de los primeros bonos verdes a una inmobiliaria de ‘retail’ en Sudamérica. Es algo de lo que nos sentimos orgullosos, y demuestra también la evolución del mercado local: no solamente hay préstamos, sino que ya estamos viendo bonos verdes por corporativos.

- Imagino que esa mayor variedad de productos atraerá a más clientes corporativos que buscan estas alternativas.

Definitivamente. Esto ha generado mucha conversación entre empresas y demuestra qué se puede hacer, no importa tanto la industria en la que estás. En todas las industrias hay empresas que están haciendo cosas muy positivas para el medio ambiente y para el tema social, y pueden estructurar este tipo de financiamientos para demostrar, también, lo que vienen haciendo.