Tras la conferencia de prensa del Consejo de Ministros se confirmó la salida de Gerardo López como superintendente de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), quien permaneció casi 7 meses en el cargo, desde marzo de este año.
El nuevo titular de la Sunat es el abogado Víctor Mejía Nanocondor, vocal I del Tribunal Fiscal. A lo largo de su carrera también se desempeñó como asesor legal, catedrático y especialista tributario en Sunat.
La razón de este cambio obedece a nuevos requerimientos del Ministerio de Economía y Finanzas, refirió el titular de esta cartera José Arista. “Necesitamos que la administración sea dirigida por personas con unas habilidades complementarias a las que tiene Gerardo. En este caso queremos continuar con la integración digital entre la Sunat y el Tribunal Fiscal y en segundo lugar, queremos sacar lo más rápido posible todos los reglamentos necesarios de los decretos legislativos que hemos aprobado en estos días”, explicó.
Pero estas declaraciones no son una justificación para el ex titular de esta cartera Luis Miguel Castilla. “A mí me huele que esto también tiene un carácter político. Puedo entender que se cambie con la llegada de un nuevo ministro, pero un nuevo cambio (en tan poco tiempo) no es bueno”, expresó.
Según Castilla, el mensaje no es positivo, sobre todo para los contribuyentes formales. “No conozco a ese señor, nunca he oído hablar de él, pero es una entidad (Tribunal Fiscal) que es sensible y la señal que se estaría dando, probablemente, sería para privilegiar el cobro de deudas tributarias”, refirió.
Por su parte, para Jorge Picón, socio de Picón Asociados, la justificación del MEF da a entender una intención de fusionar ambas instituciones, y esto no resolvería el problema real de la recaudación, el cual es la informalidad.
“Si lo que están buscando es unificar a la Sunat y al Tribunal Fiscal, van a seguir en el mismo juego de los últimos 20 años. El ilegal se siente tranquilo ganando algo de dinero, Sunat no es un problema para ellos, mientras que el formal tiene que estar a salto de mata porque la admisión tributaria pide un nivel de formalismo que no se esperaría, ni siquiera en un país de primer mundo”, refirió.
Picón agregó que el Tribunal Fiscal ha perdido fuerza en la solución de controversias siendo el Tribunal Constitucional y el Poder Judicial quienes han dado la última palabra en los últimos 5 años. También opinó que el perfil del jefe de la Sunat debería estar enfocado en la administración más que en derecho tributario.
Quien comparte una preocupación similar es el ex ministro de Economía y Finanzas, Alfredo Thorne. “Lo único que a mí me preocupa es que se mezclen los roles del Tribunal y de la Sunat. No se trata de someter al Tribunal al ente recaudador”, refirió. Sobre todo porque uno se encarga de resolver controversias, donde la Sunat participa como actor.
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