Elmer Cuba

Este año se celebra la independencia del Perú. En 1821 San Martín la proclamó, pero no tenía control de todo el territorio, salvo Lima y el norte del país. En 1924 fue Bolívar (luego dictador del Perú) quien logró derrotar a los españoles en Junín y Ayacucho (bajo el mando de Sucre).

Según datos del Maddison Project, la República del Perú nacía con un PBI per cápita equivalente al 25% de el de Estados Unidos, 40% del español y 85% del chileno.

De una u otra manera y por diversas razones, esos tres países han sido y son referentes para nosotros. Estados Unidos es el referente mundial. España ha sido nuestro conquistador, hablamos su idioma y tenemos su influencia cultural, marcada por un virreinato de 300 años. Y Chile, por ser nuestro vecino, con una historia que nos vincula por las guerras y la sana competencia.

La independencia causó la primera crisis económica del país naciente. Luego de casi 50 años de caudillos militares, donde destacan Agustín Gamarra y Ramón Castilla, tuvimos apenas en 1872 al primer presidente civil (Manuel Pardo).

Con Pardo (a fines de la era del guano), el PBI per cápita peruano con relación a los de Estados Unidos, España y Chile era de 36%, 80% y 85% respectivamente. Mucho mejor que cuando el Perú nació a la era republicana. Parece que la prosperidad del guano no habría sido tan falaz, como pensaba Basadre.

Luego ocurrió la guerra del salitre que nos postró en la más profunda crisis económica del Perú Republicano. Nuestro PBI per cápita llegó a ser apenas el 12%, 30% y 27% de el de esos tres países. ¿Fue la guerra algo inevitable o fue el resultado de las malas políticas públicas que el país ha tenido en algunos momentos de su historia?

Con la reconstrucción nacional y el boom exportador de los primeros 30 años del siglo XX, recuperamos posiciones relativas, hasta un 25%, 65% y 60%, con respecto a los tres países mencionados.

Lamentablemente, el pésimo manejo de la economía peruana, tanto en la macroeconomía como en la eficiencia en la asignación de recursos durante las décadas de los sesenta, setenta y ochenta nos llevó nuevamente a perder el tren del desarrollo económico. Fue la segunda peor crisis económica de la era republicana. Más duradera y casi igual de profunda que la de la guerra del salitre.

En los peores momentos relativos de Estados Unidos (crisis de los treinta), España (guerra civil y sus coletazos hasta1950) y Chile (golpe de Pinochet y ajuste económico) nuestro PBI per cápita llegó a ser el 32% del primero y más del 100% de el de los otros dos países. Sin embargo, ellos se levantaron y volvieron a sacar ventaja.

Finamente, con un nuevo modelo económico de los últimos 30 años, volvimos a avanzar en términos relativos, pero el camino se ha complicado. En los últimos 10 años la economía ha crecido lentamente (2,4% en promedio) y con la crisis política una salida dinámica se ha vuelto más compleja.

Boluarte tendría una duración superior a la media (2,7 años) y mediana (2,9) de los presidentes peruanos, pero en su periodo no se espera que a la economía le vaya mejor que el promedio de la última década. Estamos atrapados en una mediocridad, que no va de la mano con el modelo económico de mercado y la estabilidad macroeconómica.

Elmer Cuba Autor de la Propuesta IPAE y socio de Macroconsult