El Banco Central de Reserva (BCR) avizora una menor dinámica de crecimiento en la economía para el 2022 y 2023, hecho que lo ha llevado a recortar a 3% sus previsiones para ambos años.
El presidente de la entidad monetaria, Julio Velarde, explicó que dicha disminución responde a un menor dinamismo del sector primario de la economía. “El sector primario es el que crece menos y debido a las paralizaciones mineras. Esta corrección del sector primario para este año ha determinado que bajemos la proyección a 3% y para el próximo a 3%”, aseveró Velarde durante la presentación del Reporte de Inflación de setiembre.
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Para el 2022, la proyección de crecimiento de la minería metálica ha caído de 2,9% a 1,6%. La proyección de la manufactura primaria también baja y queda en terreno negativo: de 2,4% a -0,2% este año.
Observado por la demanda, la inversión privada mantiene una proyección de 0% para el 2022. Además, para el 2023, esta disminuye de 2% a 1,8%.
La corrección que más destaca recae sobre la inversión pública: se mantiene en 2,1% para el 2022, pero cae de 1,6% a 0% en el 2023. “Si bien se han anunciado medidas para la inversión pública, estas compensarían la caída de la inversión en gobiernos regionales y locales. En todos los períodos anteriores, hay una caída importante con las nuevas autoridades”, dijo Velarde.
Para Luis Arias Minaya, exjefe de la Sunat, las menores proyecciones del BCR advierten que el programa Impulso Perú no tendría un impacto significativo. “El banco [BCR] está siendo más realista que el MEF, que estima un crecimiento de 3,5% para este año”, aclaró.
En la misma línea opinó Luis Fernando Alegría, especialista macroeconómico de Seminario SAB. “Si tú tienes un plan que se supone que, entre otras cosas, apunta a destrabar y acelerar la inversión pública, ¿por qué un ajuste tan fuerte a la baja? Además, lo planteado por el plan son tareas que se han mencionado con anterioridad y hasta ahora no suceden”, sostuvo.
Durante la conferencia en el BCR, Julio Velarde fue claro en resaltar lo difícil que resulta construir un plan económico que dinamice el crecimiento y mejore el PBI potencial. “Es bastante más complejo. No existe una fórmula para el crecimiento. Es un problema difícil. Influyen un montón de cosas”, explicó.
Expectativas
Más allá de las previsiones del BCR, las perspectivas empresariales tampoco evidencian una mejora. Con datos a agosto, las expectativas de los empresarios acerca de la economía en 3 y 12 meses aún están en terreno pesimista.
Sobre ello, Velarde advirtió que los cambios en la legislación laboral, como restringir la tercerización, están influyendo en el ánimo empresarial. “Claramente son percibidos como negativos [los cambios laborales]. Sí está afectando la percepción de las empresas y lo que sucede en otros países con este tipo de normas es que se cae el empleo formal, pero eso aún habría que verlo”, dijo.
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Paola del Carpio, coordinadora de Investigación de Redes, recuerda que la tercerización es solo una medida dentro de un conjunto de acciones que ha emprendido el Ministerio de Trabajo.
“Desde el anteproyecto del Código Laboral, el último incremento del sueldo mínimo, la normativa de tercerización... todas terminan encareciendo la posibilidad de contratar formalmente. Si uno siente que le están cambiando las reglas de juego constantemente, hay incertidumbre. Son riesgos que, de alguna manera, detienen la actividad económica”, dijo.
Inflación y riesgos
Finalmente, el reporte del BCR advierte que la inflación cerraría el año en 7,8% y se posicionaría aún por encima del límite superior del rango meta (3%) en la segunda mitad del 2023. Razón por la cual, en palabras de Velarde, tomará tiempo dejar atrás “el episodio más largo con inflación fuera del rango”.
La continuidad de las tensiones geopolíticas, las presiones sobre el tipo de cambio, la salida de capitales, así como la mayor volatilidad de los mercados financieros, representan hoy riesgos que aplican un sesgo al alza en las proyecciones inflacionarias.