En este primer trimestre, el consumo privado –responsable del 65% de la producción nacional– registraría un leve incremento de 0,9%, proyectó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (Iedep) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Este resultado, además, permitiría cortar una racha de cuatro trimestres con caídas, explicado en la implementación de medidas para evitar el brote del coronavirus desde mediados de marzo del 2020.
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El Iedep de la CCL detalló que el resultado de los primeros tres meses se debería a la recuperación paulatina del empleo formal, la reanudación parcial de actividades y la mayor confianza de los consumidores.
ANÁLISIS
Jorge González Izquierdo, profesor de Economía de la Universidad del Pacífico, indicó que -si bien factores como el nivel del empleo adecuadamente productivo, ingresos, expectativas son importantes- es el ahorro acumulado el que tiene un mayor impacto sobre el consumo privado.
“Por un lado, el empleo y los ingresos se han venido recuperando muy ligeramente desde julio pasado hasta la fecha, mientras que por el otro, las expectativas de los consumidores no logra ponerse en positivo. Sin embargo, el factor más relevante para el consumo privado es el nivel de ahorro”, detalló.
En este sentido, González Izquierdo apuntó que este indicador ha crecido considerablemente durante la pandemia, debido a las restricciones de algunas actividades impuestas por el gobierno o porque las mismas personas redujeron algunos de sus consumos.
La ecuación, subrayó, es que el exceso de ahorro frena el crecimiento considerable del consumo. A partir de esto, los sectores que más se han afectado son el sector vivienda, el consumo de bienes durables y los sectores de recreación.
Alfredo Thorne, exministro de Economía y Finanzas y socio de Thorne & Associates, agregó que principalmente también se impactan el rubro de servicios y de ventas al menudeo.
“Hay que reconocer que, si bien el turismo estuvo golpeado, había expectativa de que se active en Semana Santa. Lo mismo pasa con el sector de restaurantes”, añadió. “De darse un incremento al cierre del primer trimestre, este sería pequeño y transitorio”, agregó.
En este contexto, para Thorne, la principal preocupación sobre el desempeño del consumo privado recae en las cifras epidemiológicas (incremento de fallecidos y de uso de camas UCI), toda vez que deciden la implementación de nuevas restricciones, como cuarentenas.
“Los indicadores de movilidad de Google nos dicen que hay un rebote desde finales de febrero, pero todavía por debajo de los niveles de diciembre. Ahora, lo que nos dice esto, sumado al lento avance en la vacunación, es que, después de las elecciones de abril, es que se seguirá con la tendencia [de implementar cada cierto tiempo restricciones más rígidas]”, puntualizó.
ESTIMACIONES
El IEDEP estima que, durante el resto del año, la demanda interna continuará recuperándose, a partir de una mayor inversión pública y privada y, en paralelo, un mejor desempeño de sectores como Construcción, Manufactura y Minería, cuyas operaciones no se interrumpieron en la cuarentena.
“En el presente año, dichos sectores crecerían 19,4%, 13,4% y 10,4% respectivamente. Acabado el proceso de las elecciones presidenciales y congresales, y con un crecimiento económico sostenido, se debe recuperar el tamaño de la clase media, que es un determinante fundamental del consumo privado”, agregaron.
Por su parte, Thorne observa un panorama dónde primará la cautela, pues las empresas responderán al consumo a partir de tendencias sólidas, mas no transitorias.
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Mientras que González Izquierdo indicó que el “impulso” del consumo privado ocurrirá cuando la pandemia sea controlada, lo que significa que se alcance la inmunidad de rebaño mediante la aplicación de vacunas.
“Hoy se tiene un exceso de ahorro privado que afecta al consumo. Este es como una olla a presión, una fuerza contenida. Parte de este ahorro se viene manifestando tímidamente ante la pandemia. Controlada ésta, la mencionada contención se liberará”, refirió González.
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