Las protestas que enlutan al sur del país han relegado a un segundo plano lo que en otras circunstancias sería una grata noticia para esta sufrida región.
Hablamos de la aprobación, por parte de la Comisión de Energía y Minas del Congreso, del proyecto de ley que impulsa la masificación del gas natural fuera de Lima.
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La norma, consensuada el pasado 11 de enero con recomendaciones del Minem, Osinergmin y la SNMPE, propone abaratar las tarifas de gas natural para los usuarios del sur, centro y norte del país con consumos de hasta 900 mil metros cúbicos mensuales (usuarios regulados).
Es decir, para los hogares, comercios y pequeñas industrias que hoy pagan dos y hasta treces veces más que sus contrapartes de Lima.
“Esto significa que tendrán acceso a energía barata, los domicilios, comercios y la poca industria de las regiones que no es de tamaño grande. Se trata de empresas pequeñas y medianas que ya no tendrán la urgencia de buscar gas barato en Lima, sino que lo tendrán allí mismo, en los lugares donde operan”, explica Renato Lazo, director de Energía ConTacto.
Para ello, el proyecto de ley propone crear un mecanismo de compensación, el cual no es otra cosa que un subsidio que pagarán los usuarios de gas natural de Lima y Callao.
Dicho subsidio logrará que las regiones paguen menos por este hidrocarburo, a cambio de un aumento de hasta 2,04% por año en las tarifas de gas natural de la Metrópoli, según el Minem.
De acuerdo a Oscar Vera, ministro de Energía y Minas, esto permitirá que en el 2023 se construyan 1.000 kilómetros de redes, lo cual “beneficiará a 180 mil familias entre Ica y Piura”.
Y posibilitará también, añadió, reactivar el proyecto Siete Regiones, que busca llevar el gas natural a las regiones de Cusco, Ayacucho, Puno, Apurímac, Huancavelica, Junín y Ucayali.
ENCARGOS ESPECIALES
Otra novedad del proyecto de ley es la referida al otorgamiento de nuevas concesiones de gas natural.
En ese sentido, el Legislativo propone convocar a las empresas privadas mediante la realización de concursos públicos.
Exceptúa de esta regla, sin embargo, a las zonas geográficas que ya han sido materia de concursos públicos con anterioridad, y que no han podido ser concesionadas, como es el caso del proyecto Siete Regiones.
Para estas áreas, propone la participación estatal a través de la figura de encargos especiales a las empresas públicas de energía (Petro-Perú o empresas eléctricas), siempre y cuando estas logren asociarse con empresas privadas.
En opinión de Renato Lazo, el proyecto es beneficioso para el proceso de masificación del gas natural.
No obstante, visualiza un riesgo, y es que la norma vuelva a ser modificada en el Pleno del Congreso, como ya ocurrió en julio de 2022.
“Sería el colmo que congresistas que no conocen del tema perjudiquen esta norma. Por eso hay que tener cuidado de que no sea desnaturalizado y salga un cangrejo en vez de un conejo de ese sombrero”, advierte Lazo.
A su entender, y el de muchos otros especialistas, la masificación del gas natural en el sur del país permitirá aliviar las fricciones con Lima, porque la energía barata posibilita “ahorro, generación de riqueza y mejores condiciones de vida”.