En las últimas dos décadas, se ha utilizado extensivamente el término ‘empleabilidad’ para denotar esa capacidad requerida en los participantes de la fuerza laboral de obtener, mantener y, de ser necesario, volver a obtener empleos satisfactorios a lo largo del tiempo.
En dicho grado de empleabilidad, influyen las inversiones en capital humano realizadas y su adecuación a las necesidades cambiantes de los mercados de trabajo.
Recientemente se ha acuñado un nuevo concepto: aprendibilidad. Este complementa y enriquece la noción anterior. Aprendibilidad sería esa disposición, voluntad y habilidad para aprender constantemente a lo largo de la vida, virtud que nos permitirá actualizarnos de manera permanente en estos tiempos de cambios acelerados y disruptivos. Y, en consecuencia, nos mantendrá empleables.
Esta necesidad se hace más imperiosa en pleno desarrollo de la cuarta revolución industrial, cuyas vertientes de automatización e inteligencia artificial amenazan con dar muerte a muchas labores tradicionalmente realizadas por seres humanos de diversos grados de calificación. Estimaciones de McKinsey, el Instituto del Trabajo de Oxford y el Foro Económico Mundial proyectan que hasta 45% de las ocupaciones actuales serán automatizadas en el mediano plazo.
Otras simulaciones indican que los jóvenes que ingresan hoy en día a la fuerza laboral tendrán que reciclarse entre 10 y 14 veces a lo largo de la vida para seguir siendo empleables, lo cual exige una capacidad de autoaprendizaje enorme. En el caso peruano, esta cantidad de transiciones sería aún mayor, puesto que, como Miguel Jaramillo demostrara recientemente, la legislación laboral restrictiva provoca una desmedida proporción de trabajos temporales.
En este sentido, desde pequeños y durante toda la vida tenemos que enfocarnos en aprender y desarrollar competencias poco reemplazables por las máquinas como el pensamiento creativo y disruptivo, el trabajo colaborativo, las tareas multidisciplinarias y la capacidad de innovación permanente.
En el mundo, Manpower ha desarrollado un coeficiente de aprendibilidad (‘learnability quotient’). Esta herramienta disponible en www.comoaprendo.es sugiere una tipología de capacidades de aprendizaje de cualquier persona y ofrece sugerencias sobre cómo seguir desarrollándolas.
Luego de pasar por una batería de unas 30 preguntas directas, que toman escasos minutos, confirmé que la prueba resulta útil y recomendable.
Otro dato: John Moravec y colegas de la Knowmad Society han postulado que los trabajadores más empleables del futuro serán ‘knowmads’ en el sentido casi literal del neologismo, pues serán nómades del conocimiento y la innovación, personas creativas, imaginativas e innovadoras que podrían trabajar con cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar del planeta.
Uno de los consejos prácticos que brindan para adquirir una mentalidad y actitud ‘knowmad’ es crear un adecuado entorno personal de aprendizaje continuo: un conjunto de herramientas, servicios y conexiones, formales e informales, que podamos emplear con fluidez y naturalidad para adquirir permanentemente nuevos conocimientos o competencias.
En realidad, si tomamos conciencia de que todo el conocimiento creado (y por crearse) está disponible en el Internet y las redes para cada uno de nosotros, en cualquier momento y lugar, en el fondo de lo que se trata, a cualquier edad, es de mantener una actitud constante ‘aprendedora’.
Una elevada empleabilidad y la satisfacción de ser una persona relevante en el mundo de hoy y mañana serán las mejores recompensas.
Lee más noticias de Economía...