El virtual congresista Daniel Urresti ha reclamado ante cámaras el liderazgo de la bancada de su partido mientras prometía que no iban a blindar a Luna Gálvez. (Foto: GEC)
El virtual congresista Daniel Urresti ha reclamado ante cámaras el liderazgo de la bancada de su partido mientras prometía que no iban a blindar a Luna Gálvez. (Foto: GEC)
Jonathan Castro

Se sentó entre y el primer ministro Vicente Zeballos. José Luna Gálvez, excongresista, fundador de e investigado con un pedido de prisión preventiva en su contra por el Caso Odebrecht, inició allí una explosión en cadena que se activó una vez que dejaron Palacio de Gobierno.

El virtual congresista Daniel Urresti ha reclamado ante cámaras el liderazgo de la bancada de su partido mientras prometía que no iban a blindar a Luna Gálvez. “La bancada de Podemos Perú la dirijo yo, por mí han pasado la valla”, exclamó. Esta situación escaló hasta un enfrentamiento con el secretario general de la agrupación, Enrique Wong, en RPP Noticias.

A través de las redes sociales, Luna ha mandado mensajes en el mismo sentido que Urresti: “Jamás permitiría que alguno de ellos emplee un solo minuto de su labor en defenderme. En este partido no existirán blindajes de ningún tipo”.

¿Es una confrontación o una estrategia? Para el analista político Pedro Tenorio, en la primera etapa, que es la elección, Urresti y Luna se han utilizado mutuamente. “Cada uno ha tenido intereses: para el primero es alcanzar una curul, como plataforma para algo más, porque no vamos a creer que Urresti se va a jubilar en un año; y Luna ha buscado en Urresti el candidato que no tenía [para obtener bancada]”, señala. Ahora, afirma, a cada uno le conviene tirar para su lado.

“Creo que fue un error de cálculo respecto a Luna Gálvez. Él [Urresti] pensó que podía manejar el partido y a la cúpula de Podemos con su actitud. De lo que no se dio cuenta es de que él también ha sido usado para que Luna Gálvez tenga una representación en el Congreso”, señala el politólogo José Incio. Para él, la bancada no necesariamente se va a mantener alineada a Urresti.

Esta, sin embargo, no es la primera vez que Urresti promete hacer a un lado a Luna Gálvez. Cuando Urresti postuló a la Alcaldía de Lima por el mismo partido, declaró al diario “Correo” –sin que se lo pregunten–: “Si a mí, el señor [José] Luna me quiere imponer gente, imponer obras, yo voy a salir a denunciarlo ante los medios. Voy a decirle hasta acá nomás”. Luna no tenía un pedido de prisión preventiva encima, pero sí cuestionamientos por su relación con el exalcalde Luis Castañeda y con la Universidad Telesup.

La relación de Urresti y Luna sobrevivió a esa elección.

—El motor—

Urresti ha lanzado estas exclamaciones empoderado por la votación que obtuvo el 26 de enero: los resultados al cierre de esta edición muestran que 563.097 electores marcaron el número preferencial del exministro del Interior. ¿Pero su votación era previsible?

Una semana antes de las elecciones, el partido de Luna y Urresti apenas tenía un 2,4% de votos emitidos en el simulacro de voto de El Comercio-Ipsos, el cual se convertía en un 4,2% de votos válidos, cifra insuficiente para pasar la valla electoral pero que los colocaba a la expectativa. Era la primera medición en la que salía del bloque estancado en 1% en el que estaba desde el inicio del proceso electoral.

El simulacro de votación hecho por Ipsos en la víspera de la elección elevaba sus votos válidos hasta el 7,1%, y el resultado de ONPE, al cierre de esta edición, muestra que obtuvo 8,3%. En la última semana, duplicó sus votos válidos y superó la valla electoral, lo que sorprendió a muchos.

Un dato había pasado inadvertido en los últimos días de análisis: el 20 de noviembre, a dos meses de las elecciones, la primera encuesta de El Comercio-Ipsos sobre las preferencias individuales de candidatos mostraba que Daniel Urresti era el favorito. El 23% de los limeños consideraba que debía ser parte del Congreso 2020-2021; mientras a escala nacional, la cifra alcanzaba el 16%. Por debajo de él estaban otros líderes políticos como Alberto Beingolea, Martha Chávez y Renzo Reggiardo.

Si bien son elecciones con características diferentes, como ejercicio vale recordar que Urresti también había cosechado un millón de votos en los comicios para la Alcaldía de Lima del 2018. Postuló por el mismo partido, Podemos, el cual debutaba en procesos electorales. Estos votantes, si bien pudieran tener sus consideraciones, estaban dispuestos a elegir a Urresti pese a las imputaciones e investigaciones en su contra.

“No quiero creer que el limeño no crea que son importantes las denuncias, es que en este caso tienes que ya lo absolvieron, y está en apelación; es mucho más complicado de entender qué pasó”, sostiene Incio.

El resultado de las elecciones del 2020 muestra que PP es una agrupación que no ha despegado en regiones y que no hubiera pasado la valla sin su locomotora.

“Podemos ha hecho una campaña bastante personalista, en el sentido de que Urresti hizo lo que suele hacer una figura presidencial: arrastrar al resto de la lista”, dice Incio. “Esto le da una perspectiva diferente para el próximo año a Urresti, lo ha catapultado”, añade Tenorio.

“Es interesante cómo se usó el voto preferencial. En Surco, el 81% de los votantes que marcaron por PP usó el voto preferencial para elegir a Urresti”, afirma Incio. El peso electoral de Lima fue suficiente para que los votos por Urresti hicieran que PP superase la valla electoral.

En apenas nueve regiones, PP obtiene por encima del 5% de votos válidos. Las circunscripciones electorales más fuertes y donde obtiene curules son Lambayeque, donde en el 2018 obtuvo el gobierno regional; Moquegua, Lima Provincias y Lima Metropolitana.

En la capital, de acuerdo con la data elaborada por Incio y este Diario, Podemos logró menos votos que en el 2018. El resultado es consistente distrito por distrito, excepto en Los Olivos, donde Urresti fue gerente de seguridad ciudadana [ver infografía].

“El tema de seguridad es muy importante para la mayoría de peruanos y es algo que con la crecida de la percepción de inseguridad, buscas a alguien que trate de solucionar este problema”, señala Incio. “Puede haber un sector cínico, la corrupción la puede considerar crónica, pero en el tema de la lucha contra la delincuencia optan por alguien que la afronte con decisión”, agrega Tenorio.

¿Qué puede haber influido para la alta votación de Urresti? Incio y Tenorio coinciden en señalar como factor clave su imagen de lucha contra la inseguridad ciudadana. A eso, Incio le añade su oposición al fujimorismo y al aprismo en el período pasado. Y Tenorio indica que también influyeron su pragmatismo y su capacidad como hombre de inteligencia militar.

El destino de esta bancada estará marcado por la decisión del Poder Judicial sobre el pedido de prisión preventiva contra Luna. Incio considera que Urresti podría utilizar esta oportunidad para mostrarse como un político que no tolera la corrupción y marcar el liderazgo de su bancada. También su destino rumbo al 2021.

OTROS INTEGRANTES:

—Entre los congresistas electos hay dos exmilitantes del Partido Nacionalista y dos de Alianza para el Progreso.

—También figuran un exmilitante y dos excandidatos de Solidaridad Nacional, partido en el que Luna Gálvez fue secretario general.

—La fiscalía ha solicitado prisión preventiva contra Luna Gálvez por 36 meses.

Contenido sugerido

Contenido GEC