Martín Vizcarra, expresidente de la República y hoy candidato al Congreso por Somos Perú, ha sido cuestionado en los últimos días por sus declaraciones sobre el uso de la ivermectina para el tratamiento del COVID-19. Aunque este antiparasitario ha sido desaconsejado por la Organización Panamericana de la Salud (OMS/OPS) y el Instituto de Evaluación de Tecnologías en Salud e Investigación de EsSalud (IETSI), el exmandatario validó su utilización.
Germán Málaga, investigador de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH); el médico Percy Mayta-Tristán, director de Gestión de Proyectos y Promoción de la Investigación de la Universidad Científica del Sur; y el infectólogo Fernando Mejía coincidieron en que las afirmaciones del expresidente no se ajustan a la verdad.
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“Pero miren el kit COVID-19. Había una bolsita de papel donde estaban tres medicamentos simples que se les entregaba: el paracetamol para el dolor de cabeza, para la fiebre; la ivermectina, que puede que no tenga una constatación científica rigurosa, médica, de laboratorio, pero que funciona”.
Martín Vizcarra, 8 de enero en una transmisión vía Facebook.
¿Se puede afirmar que la ivermectina “funciona” pese a que no hay evidencia científica sobre ello?
Germán Málaga, investigador de la UPCH, respondió que esto no ha sido demostrado. Si bien hay estudios que se han hecho, son “todos de mala calidad”. Por tanto, no hay información validada por la ciencia.
Por su parte, Percy Mayta-Tristán cuestionó “cómo podemos decir que no tiene evidencia científica, pero funciona”. Esto no se puede fundamentar en que a ciertas personas pueda haberle “funcionado”.
“No es un tema de ‘a mi tía le funcionó', sino que tenemos que tener evidencia clara que el consumo de este medicamento o evita las infecciones, o que alguien infectado desarrolle una enfermedad grave, o muera. Al momento, no tenemos evidencia suficiente que nos permita afirmar que previene, cura o evita la muerte”, dijo.
Además, Fernando Mejía también indicó que esta afirmación es falsa por la ausencia de un estudio que demuestre que la ivermectina tiene un “beneficio real” en las personas enfermas con COVID-19. “Ni para prevención ni como tratamiento. Y ninguna sociedad seria a nivel mundial lo recomienda. Esto porque en medicina el primer paso para dar una prescripción es demostrar que tenga utilidad. Uno no indica medicamente ‘por si acaso’. No es científicamente válido”, añadió.
“A ver pregúntenle a los que han sido infectados, a los que han tenido el virus y fueron tratados oportunamente con ivermectina, inmediatamente los síntomas disminuyeron, bajaron. Y mucha gente que ha recibido y ha tenido un tratamiento profiláctico previo con ivermectina no se ha infectado. Entonces, ¿por qué se retiró la ivermectina, por qué se ha suspendido el Plan Tayta?”.
Martín Vizcarra, 8 de enero en una transmisión vía Facebook.
¿Las personas tratadas “oportunamente” pueden tener síntomas aminorados?
El doctor Germán Málaga precisó que esto no puede ser evaluado. “Desde el principio sabíamos que en esta enfermedad, de todos los pacientes con síntomas, el 80%-85% mejoran con panadol y agua. Hay un 10%-15% que hacen síntomas más importantes y un 5% que se van a complicar. Bien difícil hacer esas afirmaciones sin el correlato científico”, dijo.
Percy Mayta-Tristán también reforzó que esta declaración no se ajusta a la verdad porque un estudio ha evaluado que cerca del 80% de pacientes hospitalizados por COVID-19 ya se habían automedicado, “y dos de cada tres pacientes hospitalizados y graves consumieron ivermectina, en el Hospital Cayetano Heredia”.
Fernando Mejía dijo que esta afirmación también es falsa porque la evidencia no es clara. “No hay evidencia clara que el beneficio sea real. En el Perú fue un error haber incluido eso. El Perú pudo hacer un estudio y demostrar si la ivermectina funcionaba o no”, expuso.
¿Quienes han tenido un tratamiento previo no se han infectado?
El doctor Málaga también dijo que no se ha demostrado que quienes han tenido un tratamiento previo con ivermectina no se hayan infectado de COVID-19. “Cuando uno la toma, por ejemplo hoy, [la ivermectina] dura 18 horas en el cuerpo. Mañana, a las 4 a.m., ya no hay ivermectina en el cuerpo. Y no se ha demostrado que tenga ningún remanente, metabolito activo. No queda rastro de ivermectina en el cuerpo. No tiene sentido pensar que un virus que se multiplica trillones por día se pueda prevenir con ese medicamente. Si uno se expone, se va a infectar. No hay razón para pensar que uno pueda estar protegido. Es irrisorio”, explicó.
Percy Mayta-Tristán sostuvo lo mismo: la evidencia no demuestra que la ivermectina actúe preventivamente, cure o evite que alguien muera por COVID-19.
Finalmente, Fernando Mejía indicó que esta declaración es falsa y “atenta contra la salud pública”. “Decir que tomo ivermectina y no me voy a infectar es llevar a la irresponsabilidad a la gente. Lo que estamos viviendo en este momento es que hay personas que por ese tipo de declaraciones ha tomado mucha ivermectina para reunirse en Navidad. Finalmente, son familias enteras contagiadas”, advirtió.
La falsa sensación de seguridad
La ivermectina está en la guía médica del Ministerio de Salud (Minsa) para la atención de la COVID-19 y la recomiendan “para casos leves o ambulatorios con factores de riesgo”. Pero, aseguran que no es sugerido por este sector para un tratamiento general contra el coronavirus, según una nota de prensa publicada el 26 de diciembre del 2020 por el Minsa. “No es para uso general. Un médico debe recetarla y bajo su responsabilidad”, dijo la ministra.
En esa misma fecha, Pilar Mazzetti declaró a RPP Noticias que, efectivamente, no hay ningún estudio que respalde el uso de la ivermectina como tratamiento preventivo. “No existe en este momento, a nivel mundial, evidencia de que podemos usar ivermectina de forma profiláctica. Sé que algunas personas toman su pastillita todas las semanas, [pero] eso no tiene ningún sustento para seguir usándolo. [...] Todos tenemos esperanzas y queremos un fármaco que nos ayude, pero hay que ser prudentes”, declaró.
El doctor Germán Málaga explicó que, por ende, quienes consumen ivermectina tienen una falsa sensación de seguridad de no contagiarse de COVID-19. “Recibo llamadas de personas que hacen reuniones y quieren comprar ivermectina para que no se contagien. La gente extrapola esas declaraciones y las lleva a su vida común. El efecto que causa es una sensación de seguridad cuando no hay razón científica para pensar eso”, concluyó.
En tanto, Percy Mayta-Tristán considera que lo correcto es esperar a que la vacuna pueda empezar a ser aplicada en el país y, mientras tanto, continuar con las medidas sugeridas: distanciamiento, uso correcto de la mascarilla y lavado de manos.
“Cuando la gente cree que la ivermectina ayuda a prevenir o controlar, la consume y se expone innecesariamente olvidando las medidas adecuadas. Toman la ivermectina creyendo que previene esta enfermedad. Lo único que previene la infección o evita formas graves son las vacunas”, dijo.
La Operación Tayta
El Ministerio de Defensa (Mindef) respondió a El Comercio que las declaraciones de Martín Vizcarra sobre una supuesta suspensión de la Operación Tayta no son ciertas. Entre el 10 de noviembre y 31 de diciembre de 2020, el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas realizó 43 operaciones Tayta. De ellas, 14 se ejecutaron en Lima Metropolitana y Callao; y 29 en distritos del interior del país. En dichas operaciones, 8.244 personas han sido tamizadas con pruebas de COVID-19. De ellas, 1.759 dieron resultado positivo (21,33%).
Asimismo, en una nota de prensa publicada el 6 de enero de este año, el ministerio anunciaba la ejecución de 18 operaciones Tayta el jueves 7 de enero en Lima y regiones. “Entre junio y diciembre de 2020, la Operación Tayta atendió a 315.833 personas vulnerables en todo el país”, informaron.
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