Las vacaciones escolares están en su apogeo. Levantarse tarde, salir a jugar con los amigos, pasear en bicicleta y pasar más tiempo en la televisión y en la consola de videojuegos, es ahora. Y no hay cosa que más disfruten tus pequeños niños.
No obstante, aunque se encuentren tomando un pequeño descanso de sus obligaciones escolares, es importante encontrar un tiempo (prudente, claro está) para darle una pequeña ojeada a los libros y repasar un poco de las materias que llevarán al inicio del nuevo año académico, que aunque parece lejano, en un abrir y cerrar de ojos estará de vuelta.
Para conseguir que tus pequeños se animen a prestar atención y a retomar sus lecciones, es necesario tener un as bajo la manga, y te diremos cuál o cuáles son.
Prepara un horario
Si bien es cierto, las vacaciones son el momento perfecto para gozar de la libertad y el descanso, hay que saberlo llevar con sabiduría, de modo que sus rutinas no se alteren por completo. Crea un horario en el que predominen sus actividades favoritas, pero en el que también destine al menos dos días a la semana (en jornadas de 1 a 2 horas), para llevar a cabo un repaso de materias. Procura ubicar estos espacios en horas que no choquen con sus alimentos o después de algún taller que esté realizando, a fin de que tu niño no termine agotado.
Inicia por las asignaturas que le gustan
Para que no le resulte aburrido, proponle iniciar repasando las materias que más le gustaron y en las que mejor le fue, para después ir descendiendo a la que no le fue tan bien. Si notas que necesita un poco más de refuerzo, válete de un docente particular, ya que está más capacitado para poder guiarlo y reforzar mejor las indicaciones que más le cuestan entender o elaborar.
Dale incentivos
Hacer que los niños se fijen en sus cuadernos cuando se encuentran de vacaciones puede ser una tarea bastante complicada de lograr. Sin embargo, puedes proponerle realizar actividades que le gusten, como pasar una hora más despierto o preparar su comida favorita, como incentivo para que se anime a repasar sus materias. Ojo, evita extralimitarte con los premios, recuerda que los estudios son responsabilidad netamente suya. Además, acostumbrarlo a recompensas costosas o demasiado elaboradas, podría llevarlo a usar esa vía como manera de chantaje ante las ordenes que le indiques.