La crianza de un niño es determinante en su desarrollo hacia la vida. Este engloba múltiples aristas, como el bienestar físico, el cual se impulsa gracias a los nutrientes y la vida activa, pero está también un punto determinante que muchos padres pueden olvidar: la crianza a nivel psicológico y emocional. Esta requiere de comprensión, afecto y empatía para criar a un niño seguro de si mismo y con una sana mirada del mundo. En ese contexto, la crianza con ternura se muestra como una buena opción para hacerle frente a los estilos de crianza clásicos o incluso antiguos.
Según Karina Otoya, docente de la carrera de Psicología de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), señaló que la crianza con ternura se basa en la cercanía física, la constancia de los padres o cuidadores, la confianza, la reciprocidad y la empatía. “Mediante este método, los adultos deben validar las emociones y pensamientos de sus hijos. Pueden estar molestos y querer buscar una opción, pero se debe tratar la situación afectuosamente”, agregó.
En el caso de Perú, la especialista señala que, según su experiencia, se utiliza mucho el castigo físico, lo cual es totalmente contraproducente ante esta opción de crianza. “En la crianza con ternura, si algo no funciona, como familia deben analizar lo que sucede, pues tal vez existe un elemento externo que genera esa rebeldía o retroceso”, enfatizó.
“Hoy en día, la niñez vive en un entorno proclive a la violencia, no solo en la familia, sino en la comunidad y en la escuela. Es algo que se ha naturalizado”, estableció Daniel Yépez, psicólogo y coordinador nacional de Educación de World Vision. Por ello, la crianza con ternura es considerada como una opción para permitir que los más pequeños crezcan validando sus emociones y rodeados de afecto.
¿Cuáles son los pilares de la crianza con ternura?
En primer lugar, Daniel Yépez sostiene que la dignidad es la base de la crianza con ternura. “Se debe tratar de manera digna a los niños, niñas y adolescentes. En este trato, a través del diálogo, se debe validar sus experiencias y emociones para construir relaciones más humanas con ellos”, añadió.
Para entender mejor esta relación horizontal entre padres e hijos, el psicólogo resaltó cuatro pilares principales en la crianza con ternura:
- Reconocer a los niños como personas y validarlos.
- Establecer una relación horizontal con los hijos a partir del diálogo.
- Acompañarlos en su niñez con empatía.
- Crear una relación mediada por el afecto y el contacto físico.
¿Este método se pone en práctica en Perú?
“En el 2017, la PUCP hizo un estudio sobre las prácticas de crianza que existen en el Perú. En ese reporte se mostró que el 98% de adultos consideraba que la crianza se basaba en la obediencia por parte de los niños hacia sus padres. Esto sustenta los estilos de crianza autoritarios”, aseveró Yépez.
Como consecuencia de lo mencionado, el autoritarismo va de la mano con los estilos de crianza permisivos. “Por un lado, los padres dejan que los niños hagan lo que quieran y luego, cuando la situación escapa de sus manos, acuden a la violencia”, especificó.
El experto recalcó que, en la sociedad peruana, estamos interiorizando que el autoritarismo, la violencia y la humillación psicológica son las formas adecuadas de criar a los hijos, lo cual también se puede ver reflejado en los ambientes escolares. “Esa experiencia impactará en su bienestar a futuro, sobre todo para niños en situaciones vulnerables, como la niñez migrante y refugiada”, afirmó.
Por ende, si queremos construir una sociedad sana, se tiene que partir de las relaciones que se establecen con los niños y niñas. “Para establecer una sociedad justa y digna, tenemos que crear vínculos dignos”, aseguró.
Para ello, la crianza con ternura es una alternativa de solución a los problemas de conducta y comportamiento que podamos identificar en los niños. En esa línea, para empezar, el especialista concluyó que el primer paso es preguntarse cuál es la mirada que se tiene de los hijos, pues deben ser vistos como personas, no como objetos que poseer.