En 2022, según el Ministerio de Salud, se registraron más de 5.500 muertes fetales y de recién nacidos en el Perú, cifra que año tras año se mantiene. Este número se debe al difícil acceso a los servicios de salud, sobre todo, en las zonas rurales, lo cual llega a ocasionar graves problemas durante el embarazo y el parto. Debido a este hecho, las familias pueden sufrir consecuencias psicológicas duraderas.
Katia Vargas, docente de la carrera de Obstetricia de la Universidad Científica del Sur, enfatiza en la necesidad de que las gestantes lleven un completo y adecuado control prenatal. De esta manera, se podrán identificar complicaciones que pongan en riesgo la vida del niño por nacer o de la madre. “La atención prenatal ayuda a identificar a las pacientes con mayor riesgo obstétrico y perinatal, además aporta en la generación de conductas saludables de la futura madre.”, añade.
Entre las consecuencias que podrían ocasionar la falta de control y atención prenatal, la especialista indicó que se pueden generar partos prematuros, recién nacidos con bajo peso al nacer, síndrome de muerte súbita del lactante y problemas respiratorios.
En esa línea, la docente enfatiza que las complicaciones presentadas durante el nacimiento prematuro son la principal causa de mortalidad en los menores de cinco años. “En todos los países la tasa de nacimientos antes de los nueves meses oscila entre el 5% y el 18% y, en la mayoría de los casos, ocasiona la muerte del neonato. No obstante, los bebés que logran sobrevivir se encuentran predispuestos a trastornos neurológicos e infecciones. Y, a largo plazo podrían generar problemas de visión, audición, aprendizaje, entre otros”, agrega.
Recomendaciones durante el período de gestación
En ese contexto, la docente de la UCSUR brinda cinco recomendaciones que toda embarazada debe tener en cuenta durante su periodo de gestación:
- Asistir a revisiones durante el embarazo. Desde el momento que la mujer se entera que está embarazada, es necesario que acuda a controles prenatales. Estas atenciones ayudarán a identificar si la madre cuenta con un buen estado de salud, pues es fundamental recibir un tratamiento oportuno de enfermedades preexistentes que condicionen la vida de la gestante y el bebé.
- Cumplir con el esquema de vacunación. La inmunización durante la gestación es fundamental para la prevención de enfermedades en recién nacidos, pues ayudará a los bebés a estar protegidos a lo largo de las primeras semanas de vida. En esta etapa se recomienda que las gestantes se vacunen contra la difteria, tétanos y tos ferina (dTpa), influenza y hepatitis B. También, es esencial cumplir con todas las dosis de la vacuna contra la COVID-19. Estas vacunas reducen las complicaciones generadas por estas patologías y las muertes en los niños menores de un año.
- Tener una buena alimentación. Alimentarse correctamente es clave para llevar un embarazo saludable. Comer sanamente no significa “comer por dos”, sino mantener una dieta balanceada que contenga una cantidad adecuada de proteínas, vitaminas y minerales obtenidos mediante el consumo de diversos alimentos.
- Mantener una buena condición física. El deporte ayuda a prevenir la ganancia excesiva de peso, mejora la respiración, la resistencia muscular y favorece las condiciones para un mejor trabajo de parto. Además, suele disminuir las molestias habituales del embarazo. Sin embargo, es importante elegir actividades con un riesgo mínimo de pérdida del equilibrio. Para ello, se recomienda consultar a su especialista cuál es el ejercicio más apropiado durante esta etapa.
- Contar con asistencia interdisciplinaria. A lo largo del proceso de maternidad, se producen grandes transformaciones a nivel corporal, psicológico y social. La complejidad de estos cambios genera estados de intensa ansiedad y depresión. Por ende, se recomienda acudir no solo con una obstetra para revisar la salud del niño por nacer, sino también evaluar de forma regular la salud mental con un especialista en psicología. Además, incluir la visita oportuna al nutricionista y al área de inmunización.
Por otro lado, la docente Katia Vargas comenta que la atención con un profesional capacitado es vital para brindar tratamiento oportuno cuando se presentan complicaciones durante el parto y postparto.
“Aún se mantienen grandes desafíos en el campo de la atención de las gestantes. Por este motivo, es prioritario y fundamental que los futuros profesionales refuercen su formación en el uso de nuevas tecnologías en beneficio del paciente. Los especialistas en obstetricia no solo deben acceder a conocimientos teóricos, sino también integrar su experiencia con equipos tecnológicos de práctica real o simuladores anatómicos que hoy existen en nuestro país. Esto permitirá que el profesional cuente con todo el conocimiento necesario y sepa actuar frente a cualquier situación”, concluyó la vocera.