La etapa del embarazo no solamente produce una transformación física en la mujer, también impacta en el ámbito psicológico debido a los constantes cambios hormonales que presenta. Durante los nueve meses la madre experimenta una montaña rusa de emociones intensas que la llevan a pasar de la euforia a la tristeza en menos de un minuto.
Sumado a la idea de que su vida cambiará por completo desde ya, según los especialistas, esto lleva a la embarazada a un estado significativo de vulnerabilidad que la vuelve muy propensa a desarrollar enfermedades mentales o malestares psíquicos.
Por ello, la instauración de rutinas saludables, la comunicación y trabajo en equipo (con tu pareja, hijos u otros familiares involucrados en el proceso) serán claves para cuidar la salud mental durante la gestación.
¿Qué puedo hacer?
- Reforzar la autoestima es importante, debido a que muchas veces la transformación del cuerpo podría generar cierto impacto y disconformidad al verse al espejo. Es esencial que las rutinas de belleza y nutrición (supervisada por un especialista) continúen. En cuanto a la ropa, opta por piezas que se acomoden a tu estilo (no necesariamente estás obligada a usar las clásicas prendas de maternidad). Una rutina de ejercicios adecuada y un correcto descanso también sumarán.
- Durante el embarazo son incontables las veces en las que la madre recibe diversos comentarios sobre “lo que debe y no debe hacer” cuando dé a luz. La sobrecarga de información no solicitada puede llevarla a sobre pensar las cosas y reforzar las dudas y miedos con respecto a su maternidad. Mantener vínculos saludables e informarse a través de libros y especialistas son el mejor camino para mantener la calma.
- Pedir ayuda es fundamental. Llega un momento en el que realizar todas las tareas a las que te habías acostumbrado se vuelve muy agotador y complicado. Evitar la sobre exigencia y delegar funciones a los integrantes de la casa es una alternativa para evitar estresarte con el quehacer diario.
- Lleva a cabo actividades que te gusten y que no demanden esfuerzo físico que no tengas permitido, al menos una vez por semana.
- Fomentar el diálogo y la empatía en la vida de pareja también es fundamental, de modo que la gestante se sentirá comprendida y fortalecida. No olvidar que el embarazo es de ambos.
- Si la madre padece de alguna enfermedad mental, debe consultar con su médico y con el ginecólogo acerca de la medicación y no suspender por su cuenta las dosis.
- Si la embarazada muestra signos de fatiga extrema, irritabilidad, falta de sueño, ansiedad o comenta ideas desalentadoras sobre su proceso, es ideal buscar ayuda para encontrar una solución saludable y que no afecte el desarrollo del feto.