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Aunque ya es primavera, el clima suele ser engañoso: hay días en los que vemos los rayos de sol por la ventana y, otros días, solo están las nubes. Pero, no hay que olvidar que el sol sigue estando presente a pesar de que no lo veamos.
Según la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), los bebés tienen la piel cinco veces más delicada que los adultos ya que se encuentran en etapa de crecimiento y son más propensos a tener quemaduras solares.
Además, el 80% de los daños solares que aparecen en la adultez son por el poco o mal cuidado que se ha tenido en los primeros veinte años de vida. Por eso, es importante mantener una rutina de cuidado a los más pequeños.
Te dejamos algunos consejos para cuidar la piel de tu bebé:
- Aplica bloqueador solar: Todos los especialistas coinciden que es importante que los niños mayores de seis meses utilicen bloqueador solar de manera generosa, especialmente aquellos que cuentan con un factor solar (SPF) mayor de 50. Debes repetir la acción cada una o dos horas. Puedes utilizar papel tissue o de arroz para limpiar el rostro antes de colocarle.
- Evita la exposición directa: Las horas en las que hay mayor radiación son entre las 10 a.m. y 3 p.m. Por ello, es importante que durante ese periodo de tiempo, los niños no estén expuestos. Recuerda que los expertos señalan que los rayos ultravioleta pueden dañar la piel de un bebé de 0 a 6 meses si están bajo el sol.
- Utiliza ropa de algodón: Durante la primavera, muchos niños prefieren utilizar polos manga corta o shorts debido al calor. Sin embargo, es importante que sigan utilizando polos que les cubra los brazos y pantalones para que les proteja de los rayos del sol. También pueden utilizar chaquetas o abrigos de algodón.
- Lentes de sol y el gorro. En el mercado existe una gran variedad de lentes de sol, pero debes escoger aquellos que los protejan de los rayos UVA y de la radiación IR-A. Lo mejor será ir con un especialista para que te recomiende los lentes adecuados dependiendo de su edad. Por otro lado, el gorro ayudará a que los rayos no caigan directo en su cabeza.
- Mantenlo hidratado: Luego de una larga temporada de invierno, los niños aprovechan la salida de sol para jugar en el parque, en el patio del colegio o en las calles. Debido a estas actividades físicas, es normal que el niño se deshidrate. Por ello, es necesario que siempre estén tomando agua incluso cuando no tengan sed. Recuerda que la deshidratación aumenta los riesgos de quemadura del sol.
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