Sus hermanos se habían percatado que algo raro ocurría. Vilma Gabriela Niño de Guzmán de la Rosa, una señora de 63 años, llevaba más de 20 días desaparecida y siempre que llamaban a su casa, la hija adoptiva de 14 años con la que vivía en su casa en La Molina solo decía que ella había salido, cuando la verdad era otra: ella había muerto y la menor de edad compartía el techo con su cadáver.
El cuerpo de Niño de Guzmán estaba escondido en una habitación del segundo piso del inmueble ubicado en el lote 10, Mz. O, avenida Alameda de El Corregidor, urbanización Los Girasoles. Ahí había sido escondido por la menor de edad y su entonces enamorado, un joven compañero de colegio de 16 años. La hija de la asesinada confesó ante la policía que fue su pareja quien acabó con la vida de su madre adoptiva.
Según el testimonio de la menor, la señora encontró a la pareja dentro de una habitación y, al tratar de agredirlos, el adolescente le lanzó una mancuerna y acabó con su vida. Aunque sus familiares detallan que estuvo desaparecida desde hace 20 días, la policía sospecha que fue asesinada el 11 de enero, hace dos meses.
La policía pudo ingresar a la casa después de varias horas, ya que la hija adoptiva de Niño de Guzmán se negaba a dejar que nadie entre al lugar. Tras retirar el cadáver descompuesto, la menor fue trasladada al Centro Preventivo del Niño y del Adolescente de Salamanca. La policía está buscando a su ex pareja.