Luis Silva Nole

, médico peruano y comentarista de temas de salud en , reside en Washington D.C., pero estuvo en Lima esta semana para dar una charla a pensionistas de y colaborar con un proyecto de esa administradora de fondos de pensiones, orientado a mejorar la calidad de vida de sus afiliados. El Comercio conversó con él.

—¿Cómo puede definirse el envejecimiento? 
Es un proceso inevitable y natural. Células y cromosomas envejecen y eso afecta tejidos, órganos y procesos funcionales. No hay forma de evitar o detener el envejecimiento, más ahora que la esperanza de vida es en promedio 80 años, el doble de lo que era a inicios del siglo XX. La clave es envejecer con gracia. 

—¿Cómo lograrlo si se sabe que en la vejez se suelen presentar los males crónicos? 
Las enfermedades crónicas son las cardiovasculares, como la presión alta, arteriosclerosis, problemas circulatorios, infartos al corazón y derrames cerebrales. También la diabetes, las enfermedades pulmonares, como la  fibrosis pulmonar, y el cáncer. Hay más de 200 tipos de cáncer y el 75% de los casos se da después de los 40 años.

—Los males crónicos se agravan porque son asintomáticos al principio.
Así es. Nos damos cuenta de su presencia cuando ya es muy tarde. Por eso es importante el chequeo médico, al menos una vez al año. Si un adulto mayor ya está enfermo, el tratamiento debe ser continuo.

—¿Cómo disminuir el impacto de las enfermedades crónicas?
Hay que saber cómo llegar a viejo lo más joven posible. La mayoría de males crónicos tiene raíces comunes. Todo depende de qué y cuánto comemos. La comida peruana es saludable, pero los peruanos confundimos lo rico con la cantidad. A más delicia, más comida. Y cada vez se cocina menos y la comida es más artificial, con más grasa, azúcar y sal. La gaseosa mediana lleva seis cucharadas de azúcar. Terrible. Por eso en Estados Unidos, 7 de cada 10 personas tienen sobrepeso. En el Perú, 6 de cada 10.

—¿Qué papel juega el ejercicio físico? 
Eso, al igual que la buena alimentación, debería empezar en la niñez, para que durante la juventud, la adultez y la vejez sea parte de la vida. La gente debe moverse al menos por 30 minutos diarios, y con más razón los mayores. También deben decirle no al cigarrillo y dormir lo necesario. Debemos conocer el número de horas de sueño que nuestro cuerpo necesita. Los adultos mayores duermen menos que el resto.

—¿El vértigo de los tiempos actuales contribuye a un deterioro del organismo?
El estrés modifica las células encargadas de nuestras defensas. Los expertos dicen que lo mejor es desglosar el estrés: saber decir no. En el caso de los adultos mayores, deben poner límite al cuidado de nietos, por ejemplo, para no saturarse y disfrutar de su propio tiempo. Nunca es tarde para empezar. Estudios muestran que la aplicación de todos estos factores deriva en una vejez saludable.

—¿Qué otros aspectos debemos considerar?
Hay que saber convivir con la vida moderna. Por ejemplo, los celulares producen radiación no ionizante, es decir, calienta los tejidos y eso puede generar tumores. Por eso, para conversaciones largas es mejor usar los audífonos o el ‘speaker’.

—¿Qué nos ofrece en su libro “La salud ¡hecho fácil! Consejos vitales para llegar a viejo”, publicado en el 2012?
En ese primer libro amplío los conceptos preventivos que hemos conversado, y  hago un símil entre la vida y un partido de fútbol para que los lectores vean en qué minuto de los 90 de su vida están y reflexionen sobre cómo jugaron su primer tiempo y cómo jugarán el segundo.

—¿Qué debe hacer el Estado y el sector privado en pro de una vejez saludable?
El Estado debe mejorar las condiciones de trabajo y sueldos, crear espacios saludables, como ciclovías, dar más reglas para el negocio del cigarrillo, brindar mecanismos de acceso a una buena alimentación con precios justos, regular los alimentos industrializados y procesados, y crear más centros de salud de atención primaria. La parte privada, como Profuturo lo hace, debe ayudar con su responsabilidad social al impulso de una vejez proactiva y con buena salud.

—¿Usted entraría en política para ayudar en todo eso?
Puedo asesorar en salud pública, pero la política no es para mí. Admito que me ha buscado el nuevo frente de izquierda impulsado por Salomón Lerner para ser un candidato en una elección primaria, en la que elegirán a su candidato presidencial. Les dije no. Ni para presidente ni para congresista.

EL PERSONAJE

ELMER HUERTA
Profesión: Médico cirujano.
Cargo: Director del Preventorio del Cáncer del Hospital Central de Washington D.C. / Ex presidente de la American Cancer Society.

ACTIVO EN LOS MEDIOS
El doctor Huerta, natural de la provincia de Recuay, de la región Áncash, tiene 62 años y desde hace 28 vive y trabaja en Estados Unidos. Se graduó de médico en 1981 en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Actualmente, es columnista de la sección Ciencias de El Comercio, conductor del programa “Cuidando tu salud” de RPP y colaborador médico de CNN en Español. Fue un  impulsor del Plan Esperanza contra el cáncer en el Perú. 

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