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Más de 180 lideresas indígenas de América se congregan en Lima para el evento más significativo del movimiento en el continente
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Con una ceremonia espiritual que combinó saberes asháninka, maya kaqchikel y aymara, con el característico sonido del Waqra Puku, la noche del jueves se dio por inaugurado el IX Encuentro Continental de Mujeres Indígenas de las Américas que se desarrollará hasta el domingo 19 en Lima.
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El evento, organizado por el Centro de Culturas Indígenas del Perú (Chirapaq) y el Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas (ECMIA), es considerado el más significativo del movimiento de mujeres indígenas en nuestro continente y congrega a más de 180 lideresas provenientes de pueblos originarios de 21 países.
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“Se está cumpliendo 30 años de este evento de conmemoración. Nosotras, las mujeres indígenas, justamente inspiradas desde Perú, iniciamos un proceso para llegar a Beijing en 1995, mujeres indígenas andinas y amazónicas de Perú. Y también, a partir de esta iniciativa, es que nos hemos articulado continentalmente”, cuenta a El Comercio Tarcila Rivera Zea, activista quechua-chanka y presidenta de Chirapaq.
La llegada a Beijing a la que hace referencia Rivera es la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, en la que se consiguió un hito histórico en la lucha por la igualdad de género al establecerse un marco global para promover los derechos de las mujeres y la igualdad de género.
“Ha habido muchos avances en estos años. En primer lugar, en el Perú no se reconocía la existencia de las mujeres indígenas. Había una mirada muy peyorativa, discriminatoria y excluyente de las mujeres aymaras y quechuas. Cuando se hablaba de lo nativo, solo se tenía en cuenta la Amazonía. Así que nosotras empezamos a construir la relación entre andinas y amazónicas, comenzamos a conocernos. Luego nos hemos ido articulando con el movimiento social de mujeres que defienden derechos. Y en ese proceso hemos aprendido mucho”, reflexiona la lideresa indígena cuya trayectoria ha sido reconocida y galardonada por Unicef, la Fundación Ford, la Fundación Fuego Sagrado y el Ministerio de Cultura, entre otros.
Durante las jornadas de trabajo, las asistentas podrán participar en siete paneles temáticos donde se compartirán aportes políticos, experiencias y logros para incentivar la reflexión y el diálogo. Además, desarrollarán 18 grupos de trabajo destinados a construir propuestas a partir de un análisis profundo y participativo sobre temas específicos, detallaron los organizadores del evento.

“Este caminar del ECMIA a nivel continental es muy importante para dar voz a todas las mujeres que hemos pasado por situaciones de discriminación, de exclusión, de racismo, de criminalización por defender la vida, la tierra, la libre expresión del pensamiento y los derechos colectivos de los pueblos indígenas”, comenta a El Comercio Rosalina Tuyuc, activista maya kaqchikel por los derechos humanos.
Esta aguerrida guatemalteca fundó la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala (CONAVIGUA) luego de que su esposo, su padre, su cuñada y su sobrino desaparecieran durante la dictadura de Efraín Ríos Montt.
Tuyuc formará parte del grupo de trabajo sobre diálogo intergeneracional, a realizarse la mañana del domingo. “Para nosotras, las mujeres indígenas, en nuestras manos y en nuestra historia viven esos conocimientos, valores y principios que hemos heredado de nuestros pueblos y principalmente lo que hemos heredado de nuestras abuelas y abuelos. Eso perdurará en el tiempo con nuestras hijas y nietas para que no solo tengan voz sino también participación en las tomas de decisiones”, comenta quien también fue la primera diputada maya kaqchikel en la historia de su país.
Y si alguien sabe sobre legados familiares es Patricia Torres, presentante de la Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas (Conami) de México y miembro del pueblo purépecha. “Yo soy la tercera generación de mujeres activistas en mi familia y eso representa una responsabilidad enorme”, cuenta a El Comercio.
“Estar aquí es un honor porque es un espacio sumamente poderoso, con mujeres que iniciaron hace 30 años esta articulación a nivel continental. Para mí es consolidar un momento histórico de resistencia pero además de construcción de propuestas de mujeres indígenas para mujeres indígenas y sus pueblos”, agrega la también abogada y estudiante de antropología social.
El evento está abierto al público, por lo que los interesados pueden visitarlo entre las 10 de la mañana y las 8 de la noche en el hotel Sheraton, donde además de los paneles y grupos de trabajo habrá una feria de expoventa e intercambio de artes de pueblos indígenas, una feria de conocimientos, una exposición fotográfica y una proyección permanente de videos sobre los 30 años de logros por los derechos de las mujeres indígenas.











