Construida a inicios del siglo XVIII y sede del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRE) desde 1920, el Palacio de Torre Tagle ejemplica la majuestosidad arquitectónica de los inmuebles virreinales que se conservan hasta hoy en el Centro Histórico de Lima. Desde el mes pasado, su fachada, que luce dos refinados balcones de madera de cedro nicaragüense, está siendo restaurada por completo.
Se trata de la mayor intervención del frontis del palacio, ubicado en la tercera cuadra del jirón Ucayali. Los trabajos tienen como objetivo la conservación y mantenimiento de los elementos de los dos cuerpos que la componen, como los balcones de cajón, balaustres de remate, arcos de piedra y el escudo de la familia Torre Tagle.
Este proyecto forma parte del Plan Maestro del Centro Histórico de la capital a cargo de Prolima. Este órgano de la Municipalidad de Lima elaboró el proyecto de la restauración. Luego, el MRE contrató a una empresa constructora para la ejecución de la obra, cuyo costo aproximado es de 465.000 soles. Esto demuestra la importancia de la colaboración entre entidades públicas y privadas para la recuperación del Centro Histórico.
Joya virreinal
El 8 de enero de 1733, el comerciante español José Bernardo de Tagle y Bracho compró la casa que el Conde de Villaseñor, quien falleció seis años antes, había construído en la antigua calle San Pedro. De Tagle y Bracho decidió ampliar y remodelar la propiedad, utilizando materiales de España y Centroamérica para sus lujosos acabados. Los azulejos fechados que decoran el interior de la casa sugieren que la obra acabó en 1738.
“El 26 de noviembre de 1730, el Rey Felipe V de España otorgó a José Bernardo de Tagle y Bracho el título de Marqués de Torre Tagle por sus servicios a la Corona. Esto lo convirtió en el fundador de este marquesado”, explica Elmer Schialer, secretario general del MRE. De Tagle y Bracho falleció en 1740.
En la naciente República, José Bernardo de Tagle Portocarrero se convirtió en el segundo presidente del Perú entre enero y agosto de 1822. Durante su mandato, el palacio de Torre Tagle se convirtió en la sede de gobierno, desde la que despachó el cuarto marqués de Torre Tagle.
El Estado peruano compró el inmueble en 1918 durante el mandato de Don José Pardo y Barrera por 32.000 libras peruanas. Dos años después, el gobierno determinó que la vivienda colonial sería la sede del MRE. En 1959, el inmueble virreinal fue reconocido como parte del Patrimonio Cultural de la Nación.
Por su relevancia en la historia colonial y republicana del Perú, Schialer afirma que la restauración de la fachada del Palacio de Torre Tagle responde al propósito del MRE de salvaguardar los valores culturales y arquitectónicos del patrimonio histórico de Lima.
“Nos sentimos honrados de poseer una joya histórica y urbanística, donde está anclada la esencia de la peruanidad. La riqueza de este palacio se condice con la labor de la Cancillería: así como nostros establecemos canales de comunicación, este inmueble nos comunica con el pasado del Perú, que seguirá conservándose gracias a la obra de restauración”, detalla Schialer.
Detalles de la obra de recuperación
El proyecto de restauración comprende dos etapas. La primera corresponde al mantenimiento y conservación de la portada principal en sus dos cuerpos y los balcones. Esta fase culminará el 3 de enero.
El cuerpo del primer nivel presenta desgastes en los bajorrelieves producto del uso y enmugrecimiento por la contaminación ambiental y excretas de palomas en las cornisas. Asimismo, las peanas de piedra tienen eflorescencias producto de la humedad; por su parte, los arcos de la portada presentan enmugrecimiento y fisuras inherentes.
El segundo cuerpo de la portada presenta capas de yeso, que van desde los 4 a los 8 centímetros y que cubren los acabados originales del inmueble. Asimismo, Urieta Del Carmen, arquitecta a cargo de la obra de restauración, señaló a este Diario que su equipo retiró hasta 12 capas de pintura en el segundo nivel, que fueron colocadas en una intervención de la fachada entre 1955 a 1958. Además, los balcones y balaustres de remate registran enmugrecimiento, resequedad de madera y presencia de termitas.
Para la segunda etapa de la obra, se tiene previsto realizar trabajos de conservación de los muros de la fachada. Del Carmen mencionó que esta fase culminaría en la tercera semana de febrero. Posteriormente, se colocará iluminación ornamental a la fachada.
De esta forma, otro inmueble del Centro Histórico de Lima lucirá una imagen renovada en su exterior, que podrán admirar diplomáticos, altos dignatarios y Jefes de Estado extranjeros, así como todos aquellos que detengen el paso por el jirón Ucayali para admirar la majestuosa fachada del Palacio de Torre Tagle.