MDN
Trilce
Claudia Sovero Delgado

Luego del fatídico disparo, el pánico y los gritos se apoderaron de los pasillos y de la zona exterior del de . Muchos estudiantes corrían asustados. Los que vieron de cerca la muerte de su compañero de 16 años lloraban y buscaban consuelo.

A las 9:30 de la mañana de ayer, cuando los estudiantes se encontraban en clase de Economía, sentados en sus carpetas, un menor de 15 años de quinto de secundaria sacó un arma de fuego y disparó –todo indica que accidentalmente–. El proyectil impactó primero en el brazo izquierdo y el tórax de su mejor amigo de 16 años, sentado delante de él. Luego, la misma bala hirió en la pierna a otro menor de 16.


El adolescente que presionó el gatillo diría horas más tarde que tomó sin permiso el arma de fuego de su padre –una Taurus de 9 milímetros–. La metió en su mochila y la llevó al colegio con la idea equivocada de presumir e impresionar a sus compañeros.

La noticia de una balacera en el plantel sorprendió a los padres, quienes al principio desconocían los detalles, lloraban y se abrazaban en los exteriores. Todos buscaban a sus hijos. “Ni bien escuché la noticia, fui volando al colegio”, comentó una madre.

Agentes de la Policía Nacional y del serenazgo distrital llegaron al lugar para poner orden y calma.Los heridos fueron trasladados al Hospital de Emergencia de Villa El Salvador. Allí se confirmó el fallecimiento del menor que sufrió el impacto en el tórax. La herida del otro no fue de gravedad y fue dado de alta.

La fiscal Karina Calderón Casas, de la Fiscalía Provincial Penal de Turno Permanente de Lima Sur, ordenó el levantamiento del cadáver en el nosocomio.

—Al detalle—
Walter Ayala, abogado del menor que disparó, contó que el adolescente llevó el arma al colegio “por curiosidad”, para mostrársela a su mejor amigo. “Él refiere que no sabía que estaba cargada. No ha habido ninguna intención de causar daño. El menor llora, está muy afectado. Es algo muy lamentable que afecta a varias familias”, indicó.

El letrado detalló que el padre del menor es un empresario que ayer se encontraba fuera de Lima y que adquirió el arma para protegerse porque ha sufrido varios robos. Como la licencia para portarla venció en el 2015, tenía guardada el arma en un canguro, escondido en la parte inferior de un ropero en su habitación. “Días atrás, haciendo limpieza, el menor vio que allí estaba el arma”, contó.

El Ministerio Público dispuso anoche que el menor sea trasladado al Centro Preventivo de Varones de Salamanca. Por la tarde, el adolescente, que permanecía retenido en la comisaría, fue llevado a su casa de Villa El Salvador para reconstruir los hechos.
“Ha sido un accidente. No creo que haya tenido mala intención”, expresó uno de sus compañeros.

Un alumno de segundo de secundaria bastante afectado contó que estaba en su salón viendo un video educativo cuando de pronto entró una coordinadora muy nerviosa. “Nos dijo que guardáramos nuestras cosas porque se habían suspendido las clases”, señaló.

Las investigaciones quedaron a cargo del Departamento de Investigación Criminal de Villa El Salvador. En tanto, los compañeros de aula de los menores se reunieron anoche para llevar arreglos florales y acompañar a los deudos.

“Los padres tienen que preocuparse de que el colegio esté organizado e implemente las normas de convivencia escolar; de que sea un espacio seguro y libre de violencia, donde se hagan actividades de prevención y se respeten los protocolos”, manifestó Matilde Cobeña, comisionada de la Adjuntía para la Niñez y Adolescencia de la Defensoría del Pueblo.

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