Unidad de Investigación
Documentos y correos electrónicos a los que accedió El Comercio demuestran la participación que tuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores, a través de su embajada peruana en China, en la tramitación del lote adicional de 3.200 vacunas con el laboratorio Sinopharm. De este total, 2.000 fueron destinadas al equipo a cargo de los ensayos clínicos y a funcionarios que participaron en la negociación de las vacunas; y 1.200 fueron enviadas a la Embajada de China en el Perú.
El 24 de agosto del 2020, el embajador peruano en China, Luis Quesada Incháustegui, solicitó al presidente de la Corporación Nacional Biotec (conocida como Sinopharm), Wu Yonglin, “2.000 dosis de la vacuna de emergencia para ser utilizadas por 1.000 personas del equipo de trabajo peruano con la finalidad de ser inmunizadas”, se lee en su pedido.
MIRA: La embajada de Perú en Beijing no conocía de lote adicional de vacunas de Sinopharm
El contenido de esta carta enviada por Quesada, así como otros correos electrónicos que intercambiaron funcionarios del Gobierno Peruano y las autoridades universitarias que participaron directamente en las negociaciones con Sinopharm desmienten lo dicho por el embajador peruano en una entrevista que concedió a este Diario el último viernes.
Sí solicitó
Hace unos días, Quesada afirmó a El Comercio que no tenía conocimiento de este lote de vacunas extras con las que se beneficiaron altos funcionarios del Gobierno y negó que haya participado en algún ofrecimiento de vacunas por parte de Sinopharm. “Siempre hemos seguido las instrucciones del Gobierno en estas negociaciones. Obviamente, esto habría sido, pues, un conflicto de intereses, pero ni nosotros hemos pedido ni la empresa ha ofrecido. Nunca se discutió este tema, no estuvo en la cabeza de ninguno”, declaró.
Para el embajador, las 2.000 dosis de vacunas no eran “un lote adicional, sino es todo un conjunto de vacunas y placebos” que fue considerado para los ensayos clínicos. Sin embargo, documentos enviados el 24 de agosto y días posteriores entre la embajada peruana, el Minsa y Sinopharm desmienten sus afirmaciones.
El mismo 24 de agosto, el jefe de cancillería de la embajada peruana en China, Jaime Casafranca Aguilar, solicitó a Carlos Castillo Solórzano –miembro de la comisión multisectorial a cargo de la negociación– dar facilidades a la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) para que pueda retirar las donaciones. Estas consistían en bienes muebles necesarios para llevar las pruebas clínicas fase III y las 3.200 dosis de vacunas de emergencia que se encontraban en Aduanas. “De las cuales, 2.000 dosis eran para 1.000 personas del equipo peruano de trabajo; y 1.200 para ser entregadas a la embajada china para su uso, así como para el personal chino de empresas de ese país en el Perú”, dice en la comunicación.
Posteriormente, el 25 de setiembre pasado, tres semanas después de la llegada de las vacunas destinadas para el ensayo clínico en las que estaba incluido el lote adicional, el secretario de la sección comercial de la embajada china en el Perú, Huang Xu, envió una carta a la UPCH en la que solicitó que se les entregara las 1.200 dosis de vacunas asignadas para ellos.
“De acuerdo con la coordinación hecha por el Minsa, cancillería peruana y nuestra embajada china, señala la disposición de recibir y guardar las 1.200 vacunas contra COVID-19”, escribió en el documento. Solicitó “el envío de las vacunas a la sede de la embajada china” ubicada en San Isidro el lunes 28 de setiembre.
Descargos
Consultado sobre estos hallazgos, Quesada respondió a El Comercio que ellos “han actuado como conducto” entre el Minsa y el laboratorio chino. “Quien solicita es el Ministerio de Salud y nosotros transmitimos ese pedido para los especialistas que realizarían los ensayos, así como para el personal de apoyo. A quiénes iba a corresponder exactamente es algo que uno no podía saber desde aquí. Reitero: fuimos conducto, el ente facilitador, pero no teníamos mayor decisión al respecto. Ello fue procesado en Lima, posteriormente al arribo del lote total”, agregó.
Este Diario se comunicó con el canciller Allan Wagner para preguntarle sobre los documentos que acreditan la participación de funcionarios de la embajada peruana en China en la donación de un lote de vacunas adicionales. Al respecto, manifestó que conocía el ofrecimiento que realizó Sinopharm a la embajada peruana en China para inmunizar al personal que trabaje en el ensayo clínico en el Perú. “Siempre y cuando las normas peruanas así lo permitan. El ofrecimiento fue remitido por la cancillería a las autoridades competentes, particularmente la Universidad Cayetano Heredia y del Ministerio de Salud. Fueron funcionarios del Minsa quienes señalaron que se requerían dos mil dosis, para inmunizar a mil personas”, precisó.
Wagner también indicó que el embajador en Beijing transmitió el número de dosis en una carta dirigida a Sinopharm, lo cual fue aceptado por la empresa. “A fines de agosto, el Instituto Nacional de Salud emitió una resolución directoral que incluía estas dosis en el listado de suministros a ser usados en el citado ensayo clínico, lo que facilitaría su importación por la UPCH”, agregó.
Al cierre de este informe, la embajada china no se pronunció sobre este tema.
Dato
Dos mil dosis de “vacunas de emergencia” fueron destinadas para ser utilizadas por 1.000 personas del equipo de trabajo peruano “.
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