Los recientes anuncios de vacunación a adultos mayores de 50 años (desde el miércoles 30 de junio) y personas entre los 47 y 49 años (desde el 10 de julio) dan cuenta de la mejora en la velocidad del proceso de vacunación contra la COVID-19. De acuerdo con cálculos del Gobierno se estima que se estaría llegando a inmunizar a unas 200 mil personas por día.
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Ante este alentador panorama, especialistas consultados por este Diario exhortan a la ciudadanía a no bajar la guardia y resaltan que las personas que ya recibieron las dos dosis de la vacuna deben continuar cumpliendo los protocolos de bioseguridad para evitar la propagación del coronavirus.
Las recomendaciones
“Las medidas de seguridad siguen siendo las mismas, estén o no estén vacunados. Ambientes ventilados, el uso de doble mascarilla, la higiene constante de manos y el distanciamiento social son esenciales”, acota Luis Hercilla Vásquez, médico infectólogo del hospital Alberto Sabogal Sologuren del Callao.
El especialista también reitera que estos protocolos se deben cumplir de manera estricta hasta que se vea un descenso en los contagios y las hospitalizaciones por COVID-19. “Hay que recordar que la vacuna no protege de la infección, sino previene un cuadro severo de la enfermedad. El llamado de atención al paciente vacunado sigue siendo tener la misma responsabilidad que el no vacunado hasta que se llegue a inmunizar a gran parte de la población”, enfatiza.
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En esa línea, el doctor Augusto Tarazona Fernández, también infectólogo y presidente del Comité de Salud Pública del Colegio Médico del Perú señala que para hablar de inmunidad rebaño o colectiva se tiene que inmunizar a un aproximado de 24.5 millones de personas, y en el país solo hay cerca de 3 millones que tienen las dos dosis.
“Faltan más de 21 millones de personas por vacunar, que son susceptibles a coger formas graves de la enfermedad. Fuera de los tres millones que a pesar de haber recibido sus dosis también tienen la posibilidad de seguir contagiando. La persona vacunada tiene que entender que la epidemia está presente, que el virus sigue en el ambiente y que hay nuevas variantes”, explica Tarazona.
El especialista también reitera que es importante esperar dos o tres semanas después de haber recibido la segunda dosis para ser “una persona vacunada completamente”. “Luego de ese periodo recién se considera que se ha desarrollado la inmunidad ante la enfermedad. Antes de eso es como si aún no estuvieran vacunados y se tienen todos los riesgos”, señala.
En ese punto también coincide el doctor Leslie Soto Arquíñigo, médico asistente del Hospital Cayetano Heredia y miembro de la Sociedad de Enfermedades Infeccionas y Tropicales, quien además reitera que “las vacunas funcionan perfectamente, siempre y cuando se mantengan los protocolos de bioseguridad”.
“Hay que resaltar que la vacuna tampoco te quita el estado de portador, la persona vacunada puede llevar el virus a otras personas y estas pueden desarrollar la enfermedad y hacer un cuadro grave si es que no están vacunadas”, reitera.
Además, Soto resalta la importancia de hacer el uso correcto de las mascarillas, que pueden durar desde 3 a 5 días hasta una semana dependiendo de la exposición que tenga una persona. Si el cubrebocas se moja, se daña o se ensucia es recomendable cambiarlo inmediatamente.
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Los tres especialistas coinciden en que el uso de mascarilla es esencial para evitar la propagación de la enfermedad y reiteran que no es posible levantar su uso como se ha hecho en otros países de Europa o Asia. “Allí ya se pasaron tres o hasta cuatro olas y nosotros recién vamos a terminar la segunda ola. A veces se puede generar una falsa percepción de seguridad ante el avance de la vacunación, esto puede terminar generando más problemas como lo que nos pasó entre la primera y segunda ola, en la que se bajó la cantidad de casos y se pensó que no había pasado nada, pero al final hubo un colapso del sistema de salud”, acota Luis Hercilla.
Cuidado con los jóvenes
De acuerdo con el infectólogo Tarazona Fernández, la variante Delta del COVID-19 afecta también a personas mayores de 12 años. En ese sentido, el especialista exhorta a los abuelos, padres y cuidadores de la población joven a continuar con los protocolos y evitar reuniones, aglomeraciones u otras situaciones de riesgo. “Los ya vacunados tienen que cuidarse porque si no vamos a tener casos graves de jóvenes como los que ya hemos estado viendo en la segunda ola. Se entiende que la epidemia sigue y todos debemos seguir protegiéndonos”.
“Hay que darse cuenta que entre más vacunados tenemos en la población adulta seguimos con un gran número de población joven y de niños que todavía no está vacunada. En ese grupo también hay personas con riesgo. Recordemos que hay diabetes tipo I en los niños, asma en la primera infancia, cáncer y VIH infantil y juvenil, hay muchas condiciones crónicas que se asocian a los adultos y que también se presentan en niños. No podemos descuidarnos y abrir las puertas hacia una normalidad”, acota Hercilla.
Finalmente, Leslie Soto reitera que ante una eventual tercera ola, los más afectados van a ser los pacientes adultos jóvenes, adolescentes y niños no vacunados, por lo que recomienda que todas las personas con comorbilidades o enfermedades congénitas no interrumpan sus tratamientos y se mantengan al día con su medicación.
“Para esta variante y las futuras, no hay que protegernos más de lo normal, sino hay que seguir las mismas recomendaciones que se han establecido desde el día uno”, acota.