“No quedaba otra opción que ir en la zona más exclusiva del Metropolitano”. “Uno siempre puede ir durmiendo tranquilo en VIP”. Estas frases corresponden a algunas de las múltiples publicaciones en dos grupos de Facebook donde los usuarios suben imágenes sentados o echados sobre el motor de los buses del Metropolitano, pese a que ubicarse en esta zona está prohibido.
“PELIGRO. Área con alto riesgo de accidente. Zona de motor. Prohibido apoyarse o sentarse”, indica un cartel en la parte posterior de los buses del Metropolitano. Sin embargo, son muchas las personas que hacen caso omiso a esta restricción.
En los grupos privados ‘Confesiones del metropolitano de Lima’ y ‘Confesiones del Metropolitano de Lima’ —ambos con 43.618 y 56.530 miembros, respectivamente— cada día usuarios publican imágenes donde se observa a pasajeros sobre el motor del Metropolitano, mofándose así de la prohibición e insultando a otros pasajeros. Muchos se escudan en el anonimato para estos fines.
Cabe recordar que, a inicios de abril, El Comercio informó que en ambos grupos cada día también se realizan publicaciones que inducen a hostigar a las pasajeras del Metropolitano. Son recurrentes los comentarios que celebran las aglomeraciones en las estaciones y buses de este transporte para fomentar estos actos despreciables.
A partir de esta revelación, la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) informó a este Diario que solicitaría la suspensión de los grupos que promueven estas prácticas deleznables. No obstante, más de 20 días después, ambos grupos continúan activos en Facebook.
“La ATU hizo llegar al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) los enlaces de las páginas que incitan al acoso sexual para que, a través de ellos, se pueda comunicar con Meta y poder dar de baja a los grupos en mención”, mencionó la institución a través de un escrito enviado el 9 de abril.
Por otro lado, El Comercio informó previamente que la parte posterior del bus del Metropolitano es la más calurosa debido a que en ella se ubica el motor. Asimismo, es la zona en la que suele haber más contacto entre pasajeros debido a su espacio reducido.
"Peligrosa" y de "alto riesgo"
En entrevista con El Comercio, Víctor Benítez, vocero de la ATU, declaró que la zona donde se ubica el motor de los buses del Metropolitano no es un sitio diseñado para transportarse. El funcionario indicó que los usuarios que se sitúan en este espacio “exponen su integridad”.
“Por el calentamiento que genera el motor, una persona puede sufrir quemaduras leves si permanece allí por mucho tiempo. También puede lesionarse u ocasionar daño a otras personas ante un freno brusco del bus”, agregó.
Acerca de las medidas de fiscalización de esta falta, Benítez mencionó que la única estrategia es la vigilancia de los orientadores de la ATU en las estaciones del Metropolitano.
“El personal siempre está atento para mitigar el mal uso de la infraestructura vehicular. Cuando un orientador detecta a una persona sobre el motor, ingresa al bus y le pide que descienda de ahí. Lamentablemente, entre estaciones pueden colocarse de nuevo, como se observa en las imágenes de Facebook”, expresó.
Así también, mencionó que no existe una sanción para esta falta.
Benítez invoca a los usuarios del Metropolitano a “hacer un uso correcto de la estructura de las unidades vehiculares”. “Tenemos asientos y un espacio intermedio para que puedan pararse”, indicó.
"Un desafío a la autoridad”: expertos opinan
Para Alfonso Flórez, gerente de la fundación Transitemos, las publicaciones expuestas previamente son un “desafío a la autoridad”, porque incumplen con la prohibición de subirse al motor. “Necesitamos educación cívica para entender que las normas deben cumplirse. Si existe un letrero que prohíbe subirse sobre el motor, hay que respetarlo”, declara.
Acerca de este punto, son frecuentes los comentarios en los grupos de Facebook donde los usuarios defienden el hecho de sentarse o echarse sobre esta área debido a la incomodidad, falta de espacio y asientos copados durante sus viajes en el Metropolitano. Sin embargo, Flórez asegura que esto “no tiene justificación alguna”, debido a que infringen las normas.
Luis Quispe Candia, presidente de la ONG Luz Ámbar, coincide con Flórez. El especialista explicó que ubicarse muy cerca al motor de un vehículo significa un “riesgo latente”. “Los motores son máquinas que funcionan gracias a la combustión de gases. Por eso, pueden tener un fallo en cualquier momento, ya sea por una fuga de fas, una tubería que se suelta, el sobrecalentamiento, etcétera. Cualquier anomalía en el motor puede hacer que este explote”, advierte.
Por su parte, Flórez advierte que las personas echadas sobre el motor pueden sufrir lesiones al golpearse con los tubos de protección del bus ante un frenado busco.
Por otro lado, Flórez considera que el personal de ATU es muy reducido, por lo que es “incapaz de fiscalizar este problema”. Por ello, sugiere que la institución cierre el espacio del motor de las unidades del Metropolitano para impedir el acceso de los usuarios a esta área. “Podrían colocar planchas de policarbonato o grandes micas, como las que usaban los taxis durante la pandemia del Covid-19″, señala.
En tanto, Quispe Candia recomienda que la ATU realice campañas de concientización e información a sus usuarios sobre los riesgos de viajar sobre el motor de los buses. “Por ejemplo, pueden colocar avisos en las estaciones que adviertan de estos peligros”, menciona.
Personal de incógnito para evitar acoso
La Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), presidida por Marybel Vidal, puso en marcha la fase de prueba de la campaña multisectorial contra el acoso a fin de promover entornos seguros en espacios públicos y reducir los ataques sexuales registrados los últimos meses dentro del servicio del Metropolitano.
Este piloto dirigido a testigos y víctimas de acoso sexual en el Metropolitano. En este momento, las estaciones que forman parte de esta iniciativa son Rosario de Villa, Terán, Escuela Militar, Estadio Unión, Bulevar, Balta y Plaza de Flores.
De acuerdo con Giovanna Yupanqui Acosta, vocera de la ATU, este plan de acción contra el acoso sexual también incluye a un personal incógnito que ingresa a los buses para realizar vigilancia social, observar la dinámica e intervenir en caso de emergencia.