Payasos del Perú no quieren que los políticos sean llamados así: “Nuestro oficio requiere de formación”

Los payasos y payasas del Perú se han pronunciado sobre la crisis que se está viviendo en el país, tras la vacancia del presidente Martín Vizcarra. Mediante un comunicado firmado por varias asociaciones de clowns y payasos independientes han pedido a la población que expresen su voz de protesta y que no utilicen los términos “circo”, “payasos” y “clown” para referirse a los congresistas.

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“Con profundo amor y responsabilidad nos unimos a las protestas en defensa de la democracia, la constitución, la reforma educativa, la autonomía de poderes del Estado, la transparencia institucional, la lucha contra la corrupción y el respeto por los derechos humanos y el medio ambiente”, se lee en el documento compartido en la cuenta oficial de Twitter de Jarabe de Clown.

En el documento, exponen su preocupación sobre la crisis sanitaria. “Exhortamos a la ciudadanía a expresar su voz de protesta cuidando siempre las medidas de seguridad sanitaria, uso de la mascarilla cubriendo nariz y boca y resguardar la distancia social, reduciendo al mínimo el riesgo de contagio del Covid-19”, añaden.

Además, explicaron las razones por las cuales no están de acuerdo con que los congresistas sean llamados “payasos” durante las marchas o redes sociales, como se ha venido observando.

“A la ciudadanía, le exigimos el uso de insultos adecuados a los políticos que nos rodean, evitando el uso de términos como ‘payaso’, ‘clown’ o ‘circo’ para referirse a ellos. Nuestro oficio requiere de una formación artística profesional y es doloroso ser comparados con políticos de porquería. Por ejemplo, creemos que “político de porquería” puede ser una alternativa de insulto interesante”, explican.

Finalmente, enviaron mensajes de amor, valentía y fuerza hacia todos los peruanos. “Hoy más que nunca nos hace falta un buen abrazo de aliento y una buena carcajada. Aunque no se pueda presencialmente, tengan por seguro que nuestros corazones y narices rojas están acompañándolos. Por lo pronto, nos vemos en las calles y nos oímos en los cacerolazos”, concluyen.

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