El filme protagonizado por Swann Arlaud formó parte de la selección en competencia del Festival de Cine de Berlín.
El filme protagonizado por Swann Arlaud formó parte de la selección en competencia del Festival de Cine de Berlín.
Rodrigo Moreno Herrera

Lo que inició como un proyecto de cine documental se convirtió en un largometraje de ficción. "Gracias a Dios", película del cineasta francés François Ozon inspirada en hechos reales, narra los intentos por llevar ante la justicia a un sacerdote que abusó sexualmente de menores de edad en la ciudad de Lyon.


Swann Arlaud interpreta a Emmanuel, uno de los personajes principales de la trama y en el que más se reflejan las consecuencias de una situación tan devastadora. "Cuando leí el guion por primera vez, había algo muy emotivo en él. Esta historia causó mucha repercusión en Francia. No sabía detalles pero la descubrí a través de esta lectura", cuenta Arlaud.

Para el actor resulta necesario llevar a la pantalla grande historias de este carácter, ya que le dan una mayor exposición y detalle a temas que afectan a grupos minoritarios de la sociedad. "Al igual que en la política, creo que este filme tiene sangre revolucionaria. Creo que es el primer punto. La película se centra en los hechos, no juzga a nadie. Es importante contarle a todos lo que ocurrió. Gracias a esta producción muchas personas se sintieron motivadas a continuar con su lucha", afirmó.

Arlaud interpreta a Emmanuel, una de las víctimas del sacerdote de la ciudad de Lyon.
Arlaud interpreta a Emmanuel, una de las víctimas del sacerdote de la ciudad de Lyon.

—Ardua labor—
Para caracterizar a su personaje, Arlaud comenzó una exhaustiva investigación sobre el caso. "Leí muchos testimonios sobre personas que sufrieron abusos. Llegó un punto en el que me detuve porque era muy difícil de procesar", confesó. Llegado a ese punto, empezó a trabajar de la mano con el director Ozon para afinar los últimos detalles de su interpretación.

"En el guion estaba todo muy claro. Una vez que logramos el tono adecuado, solo tenía que repetir mis líneas. Fue muy bueno trabajar con él. Al inicio fue muy rápido todo pero François es muy cercano a los actores. Eso nos dio mucha libertad", precisó el francés.

Respecto al resultado final, Arlaud está más que satisfecho. Pero lo reconforta más el hecho de que haya logrado su objetivo. "Cuando se estrenó en Francia, hubo protestas. Es una historia sobre gente que lucha por sus derechos. Muchas personas afines a la Iglesia nos atacaron. La capacidad que tiene el cine de incomodar a instituciones poderosas es algo para resaltar. Las víctimas comienzan a encontrar de a pocos soluciones a los problemas que arrastran", finalizó.

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